Por Guillermo Cherashny.-

Está confirmado que los dos bloques del Frente para la Victoria le ofrecieron a Sergio Massa la comisión bicameral permanente de trámite legislativo, es decir, la comisión clave que decide si se aprueban los DNU que manda el poder ejecutivo. En la reunión del martes, Cambiemos más la senadora Liliana Negre de Alonso, de Rodríguez Saá, y Raúl Pérez, diputado nacional del Frente Renovador, votaron junto al bloque de Cambiemos, que integran seis miembros entre senadores y diputados. El FpV tiene ocho también y reclamaba la presidencia, pero a Cambiemos, con lógica, como es gobierno, le correspondería la presidencia pero el cristinismo no quiere y les ofrecieron a Raúl Pérez y Sergio Massa la presidencia. Pero el presidente del bloque UNA entiende que deberá soportar un tironeo de las dos partes y está dudando en aceptarlo, aunque tiene más coincidencias con Cambiemos que con los cristinistas y, en el caso de la designación de los dos ministros de la Corte, acepto los dos propuestos pero disintió con la forma. Recientemente apoyó la intervención al AFSCA y el AFTIC pero objetó que se modifique por DNU la Ley de Medios, cuestión con la que Marcos Peña está de acuerdo y se supone que apoyaría una modificación sensata por DNU de la ley del Ministerio Público pero que se le recorten las facultades extraordinarias que Alejandra Gils Carbó se arroga cuando la ley no se las da. Lo que pasa es que esa ley es ambigua pero Massa no duda que la procuradora usó un mecanismo de persecución similar a Sabbatella y Brener.

Desde el punto de vista del Frente para la Victoria en sus ramas legislativas significa una apertura Sergio Massa o, si se lo toma de otra manera, intenta romper el acuerdo legislativo de Massa con el presidente Macri, o bien podría ser que con la huida de Sabbatella ahora el FpV empieza a reconocer que perdió las elecciones y que obstruyendo pierde apoyo en poco tiempo y es mejor mostrar razonabilidad. O en términos de billar, sería una carambola a tres bandas, es decir, palo, carambola y tronera: tenderle una mano a Massa, hacerlo distanciarse de Cambiemos y dejar fuera de carrera a Juan Manuel Urtubey, líder del grupo Cafayate, el pueblo salteño de los grandes vinos.

Así las cosas, parecería, como dicen los jóvenes, que al Frente para la Victoria “le cayó la ficha y entraron en razón» pero es muy difícil interpretar racionalmente al cristinismo, que todavía dista de reconocer el triunfo de Macri.

Fuentes del FpV sostienen que las declaraciones de Jaime Durán Barba en el sentido de que sólo el 14% de la población quiere a Cristina presa y esa señal conformó a la señora y su hijo y le dio tranquilidad a La Cámpora y no sólo el PJ cristinista o contrario a ella pero que no la quiere presa, porque una víctima puede dominar el partido en mayo próximo.

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