Por Alfredo Nobre Leite.-

Señor director:

El presidente anunció que el viernes próximo declarará la guerra a la inflación. Nadie cree en su palabra devaluada, pues viene aumentando el gasto público sin ningún control, provocando los déficits fiscales recurrentes que se financian con la emisión fiduciaria espuria, que hace por inimputabilidad, dado que cualquier ser humano, en su lugar, que le ocurriera hacer lo que predica y no cumple, iría preso por falsificador.

Roguemos que la Providencia lo ilumine -¿es mucho pedir al sumiso agente del kirchnerismo?- para no seguir prometiendo lo que no piensa cumplir, que recapacite que la Argentina está descalificada entre los países más ignotos y atrasados africanos, a fin de recuperar su buen nombre y prestigio con la virtud del bien, la humildad, el buen sentido, y que nos recobremos con esfuerzo, trabajo y sacrificio, se encamine nuestro país, dejando de mendigar unas chirolas a los entes crediticios internacionales, que están cerrados para nosotros, gracias al desmanejo kirchnerista y la carencia de un plan económico y de gobierno.

¿Es mucho pedir al jefe de Estado?

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