Por Oscar Edgardo García.-

La inflación del 94.8% del año 2022 es la más alta de los últimos 32 años y la muy triste realidad es que resulta la cuarta inflación más elevada del mundo detrás de Venezuela (América), Zimbabue (África) y Líbano (Medio Oriente).

No obstante ello, incomprensiblemente la vocera presidencial celebra dicho record aduciendo que el Ministro de Economía cumplió su objetivo de que la inflación anual no alcanzara a los «tres dígitos».

¿El Gobierno Nacional estará planeando una movilización social para festejar este logro?

¿O esperará, como en el fútbol, a ser «campeones mundiales» de inflación en el mundo porque el cuarto puesto no lo amerita?

Otro sí digo: ¿Si el objetivo está cumplido, cuál es la razón por la que utilizan a grupos de camioneros patoteros para inspeccionar (léase «apretar») a supermercados y empresas proveedoras?

Por otra parte, Sergio Massa está avanzando con una iniciativa para reformar el INDEC aduciendo un dudoso obejtivo: el robustecimiento de la calidad de las estadísticas.

La acciones del ministro nos trasportan inevitablemente a aquella famosa frase del Maestro Fontanarrosa que decía: “Sentarme a dibujar todos los días es algo que me gusta. Siempre me ha gustado dibujar, me ha gustado contar. O sea, el mío es un trabajo vocacional y el gusto lo sigo manteniendo”.

Share