Por Carlos Tórtora.-

Ayer Axel Kicillof abordó la cuestión electoral y lo hizo para advertir que la implementación de la boleta única será un desastre. En un tono enfático no usual, el gobernador subrayó que la elección en Buenos Aires va a salir mal y que, se haga como se haga, será un desastre.

Se refirió a que se deberá votar en dos urnas, una para candidatos nacionales y otra para candidatos locales y que esto traerá múltiples problemas. La pregunta es por qué el gobierno provincial no desdobla la elección y a otra cosa. Y la respuesta es que la gobernación carece de estructura para ir a una elección sin la participación de la Justicia Electoral Federal.

La Junta Electoral de Buenos Aires es un organismo reducido sin personal ni logística suficiente como para realizar una elección de casi 40.000 urnas y ya es tarde para modificar esto.

Ya sembrando sospechas, Kicillof señaló también, en referencia a la boleta única: «¿de qué transparencia me hablan? Seguro que va a salir más cara».

Cada vez más dudas

Esta descalificación del gobernador del primer estado argentino a la reciente reforma electoral no es un hecho aislado. Entre los especialistas en el tema, para empezar la Justicia Electoral, corren distintos rumores inquietantes.

Para empezar, está un hecho concreto: a casi tres meses de sancionada la ley de Boleta Única, la misma no fue reglamentada. Y sin reglamento que especifique los detalles técnicos de la boleta, los sobres, las urnas, etc., es imposible aplicar la norma.

Pero además de todo esto, está circulando en algunas áreas del gobierno un informe sobre las dificultades técnicas que afronta la impresión de la enorme boleta única. En Buenos Aires, por ejemplo, las imprentas más avanzadas, que serían las de Clarín, Perfil y otra cuyo nombre no trascendió, podrían imprimir una boleta de hasta 73 centímetros de largo. Pero la boleta de la elección en la Provincia de Buenos Aires podría llegar a medir entre 120 y 130 centímetros de largo y no habría imprenta capaz de solucionar esto.

Con su discurso, Kicillof destapó el problema y ahora serían inminentes otras críticas.

Share