Por Carlos Tórtora.-

El acuerdo entre el PRO y LLA en Buenos Aires hace agua por todas partes. Casi una decena de intendentes del PRO que, con y sin ruido, emigra hacia las listas de candidatos de Somos Buenos Aires o del Partido Hechos de Santiago y Manuel Pasaglia. La causa de esta fuga es una sola: pese a las promesas de Karina Milei y Sebastián Pareja, a la hora de la verdad los macristas son postergados a los últimos lugares de las listas. Ayer, una incógnita no menor era si la influyente intendenta de Vicente López y jorgemacrista, Soledad Martínez, se inclinará finalmente por seguir al acuerdo PRO-LLA o por el contrario romperá lanzas.

Detrás de la tensión por las candidaturas cuya presentación vence hoy, subyace otra incógnita y es cómo saber cuántos votantes del PRO se están fugando horrorizados por la sociedad con Javier Milei.

Esto va en paralelo con lo que empieza a vivirse en la Ciudad. Crecen las versiones de que Mauricio Macri simplemente no se banca perder otra vez en la Ciudad que lo hizo presidente y que por esto firmaría cualquier arreglo con Milei. Esto revuelve al jorgemacrismo, que todavía quiere presentar batalla. El Perfil del PRO yendo detrás de Patricia Bullrich es un factor que expulsa no pocos votos hacia espacios como el que lidera Horacio Rodríguez Larreta junto a Graciela Ocaña y Jorge Telerman. En ese orden de cosas, los más críticos del gobierno nacional no soportarían la absorción del PRO por los libertarios y estarían dispuestos a ir con otros candidatos.

No está dicha la última palabra

Lo cierto es que, para el 7 de septiembre, Milei no está todavía derrotado y hasta puede dar alguna sorpresa. La desilusión popular por los recursos electorales peronistas es profunda y el Frente Patria está lejos de satisfacer a las masas partidarias, que se alzan muy distantes y frías con las banderas del justicialismo. La apatía y el desinterés por la vía electoral se convierten en una poderosa arma a favor de Milei, que cultiva el desinterés por los candidatos y sus propuestas.

Por otra parte, Milei mantiene vivo su lenguaje antiperonista con la esperanza de que a último momento se agudice la polarización. En un escenario despolarizado, por ejemplo, parte del caudal libertario seguiría a opciones más moderadas y esto debilitaría bastante al gobierno.

Share