Por Oscar Edgardo García.-

Finalmente Javier Milei parece haber captado los permanentes mensajes críticos hacia su vocabulario procaz y obsceno al anunciar que discontinuará dicha práctica coloquial.

Es dable pensar que ante las derrotas políticas que experimentó recientemente ha tomado conciencia de que debe encarar una estrategia similar a la de un perro pastor, cuya función principal es ayudar al pastor en el manejo y cuidado del ganado, así como también proteger el rebaño, guiarlo, reagruparlo y mantenerlo unido y buscar a aquellos animales perdidos y acompañar a los enfermos o heridos.

En definitiva, es una oportuna decisión para una imprescindible y razonable mutación en pos de lograr la transformación que requiere el país para su futuro desarrollo institucional, político  económico y social.

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