Centro de Economía Política Argentina.-

Conclusiones al 1° semestre 2025 y proyecciones para el 2° semestre de 2025.

La incidencia de la pobreza alcanzó al 31,6% de las personas y la incidencia de la indigencia al 6,9% de las mismas. Estos datos muestran una disminución de la pobreza en 21,3 p.p. respecto al primer semestre de 2024 y de 6,5 p.p. respecto al segundo semestre de 2024. En el caso de la indigencia, el dato muestra una disminución de 11,2 p.p. respecto al primer semestre de 2024 y de 1,3 p.p. respecto al segundo semestre de 2024. Vale mencionar que la comparación con el segundo semestre de 2024, tanto en indigencia como pobreza, es a modo de referencia dado que metodológicamente no es adecuado la comparación entre semestres no equivalentes.

La subestimación de los servicios en la ENGHo y su impacto en la medición de la pobreza: el peso de lo no alimentario, en particular los servicios y el transporte, en la estructura de consumo de los hogares está muy por debajo de su peso real actual. Estos rubros han tenido, durante la administración libertaria, incrementos sistemáticamente por encima al de los alimentos, pero este cambio no se refleja adecuadamente en el coeficiente que determina la Canasta Básica Total (CBT). El efecto concreto es que, al multiplicar la Canasta Básica Alimentaria (CBA) por la inversa del coeficiente de Engel subestimado, el valor de la CBT queda artificialmente bajo porque el coeficiente esta atravesado por la no actualización adecuada del salto de los servicios. Como consecuencia, una mayor cantidad de hogares aparece por encima de la línea de pobreza, incluso cuando sus ingresos no han tenido un crecimiento significativo en términos reales.

Otros reparos metodológicos han sido vertidos en trabajos académicos, tanto por la consultora económica “Equilibra” como por Agustín Salvia, Investigador UBA-CONICET y Director Observatorio de la Deuda Social Argentina-UCA:

a. Mientras la medición oficial mostró una fuerte caída de la pobreza del primer semestre de 2024 al primer semestre de 2025, la corrección por subdeclaración de ingresos móvil revela que esta caída fue menos pronunciada. Esto se debe a que gran parte de la mejora en el indicador oficial se explica por una mejor captación de ingresos en la EPH (un factor metodológico), y no únicamente por una mejora real y sostenida en los ingresos de los hogares en relación al costo de vida. La pobreza corregida dinámicamente muestra una trayectoria más estable y similar a los niveles de fines de 2022.

b. Cuando esta corrección de ingresos se combina con la actualización de la Canasta Básica Total (que por sí sola eleva la línea de pobreza), se obtiene una estimación integral. Según Equilibra, el resultado final para el semestre octubre 2024 – marzo 2025 es una tasa de pobreza del 43,3%, que se sitúa 8,6 puntos porcentuales por encima de la oficial (34,7%). Esta métrica sugiere que el nivel de pobreza es más alto que el reportado oficialmente y que su reducción en el último año ha sido más moderada.

c. En tanto Agustín Salvia ha expresado que: “desde fines de 2023 ha habido un cambio en el instrumento de medición de los ingresos -no de la pobreza- que ha mejorado notablemente la captación de los mismos, especialmente los no laborales y provenientes del trabajo informal”.

El resultado actual se explica por (la referencia gráfica es sólo a modo ilustrativo en la comparación con el primer semestre 2024. Las flechas verdes ascendentes indican que la variable colaboró con la reducción de la pobreza):

a. Precio de alimentos y CBA/CBT: el promedio de inflación mensual de alimentos en el primer semestre (2,5%) se ubicó considerablemente por debajo del primer semestre de 2024: (9,4%) -6,9 p.p. Respecto al semestre anterior, se experimentó una aceleración en el margen: de 2,2% a 2,5%. La CBT disminuyó 8,3 p.p. (93,6% vs 101,09%) respecto al valor del semestre equivalente anterior en términos reales. En el caso de la CBA, la disminución fue mayor: 12,0 p.p. (98,8% vs 110,8%).

b. Salario de los trabajadores/as no registrados/as y SMVM: el salario del empleo no registrado, con datos únicamente del mes de enero 2025, mejoró 31,6 p.p. respeto del primer semestre del año anterior y creció 14,7 p.p. respecto al semestre inmediato anterior. Este aumento tan importante de los salarios no registrados está explicado, como fue mencionado previamente, por la mejor captación de ingresos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Por otro lado, si se analiza la evolución del SMVM se percibe un valor 3,6 p.p. menor que el primer semestre de 2024 y una retracción de 3,3 p.p. en relación al semestre inmediato anterior.

c. RIPTE: muestra, en el primer semestre de 2025, una mejora en términos reales de 14,7 p.p. respecto al primer semestre del año 2024 y una mejora de 5,2 p.p. respecto al segundo semestre de 2024.

d. Indicadores de empleo: durante el primer semestre de 2025 se mantuvieron en el mismo nivel los indicadores de empleo con respecto a igual semestre del año anterior. La desocupación se ubicó en 7,7% para el promedio de los primeros dos trimestres de 2025, mismo guarismo que el primer semestre 2024.

e. AUH: en el primer semestre de 2025, el valor real de la AUH aumentó 6,4 p.p. respecto del nivel del primer semestre de 2024. A su vez, incrementó su valor en 1,5 p.p. con respecto al semestre anterior.

f. Tarjeta Alimentar: se percibe una desmejora en la evolución real de los ingresos de la Tarjeta Alimentar, congelada en $52.250 desde junio 2024: en el primer semestre de 2025 se reduce 20,9 p.p. respecto al primer semestre de 2024. La comparación da cuenta, además, de una disminución de 9,5 p.p. respecto del semestre inmediato anterior.

g. Planes sociales: el escenario muestra una fenomenal reducción de su poder adquisitivo de 21,1 p.p. respecto al primer semestre de 2024 y -75,0 p.p. respecto al primer semestre de 2023 (como resultado del congelamiento del programa en $78.000 desde enero de 2024). Con respecto al semestre anterior, la disminución alcanza 6,6 p.p.

h. Jubilación mínima con bono: en el primer semestre de 2025, la jubilación mínima con bono registró una mejora de 5,6 p.p. respecto al mismo período de 2024, aunque todavía se mantiene 14,9 p.p. por debajo del nivel alcanzado en el primer semestre de 2023. La mejora obedece a que, en el primer semestre de 2024, tras el cambio de fórmula, las jubilaciones sufrieron la mayor pérdida de poder adquisitivo. En comparación con el semestre inmediato anterior, se verificó una caída de 1,7 p.p.

Al comparar la mediana de salarios con la CBT se observa que no logra recuperarse lo perdido durante la gestión de Cambiemos. Los datos muestran que la mediana salarial neta pasó, entre finales de 2017 y finales de 2019, de superar a la CBT en 12 p.p. a quedar por debajo de la misma en 11,3 p.p. (una retracción de 23,3 puntos). Durante la actual gestión de Milei la relación llegó al mínimo de la serie (74,1%) para alcanzar, en junio 2025 a cubrir el 96,9% de la CBT.

¿Qué se puede esperar de la medición en el segundo semestre de 2025? El REM anticipa un desanclaje de la inflación en los meses posteriores a la elección legislativa de medio término. El gran interrogante del segundo semestre de 2025 es si habrá un movimiento importante del tipo de cambio. El tesoro debe acumular divisas para hacer frente a los pagos de deuda externa en moneda extranjera de los próximos meses y más allá de los nuevos puentes financieros (apoyo económico de EE.UU. y eliminación de retenciones al agro para forzar la liquidación de 7.000 millones de dólares) es probable que sea necesario un nivel de tipo de cambio mayor post elecciones para poder hacer sustentable la acumulación de reservas.

Este salto discreto del tipo de cambio impactaría en los precios, especialmente los de los alimentos, altamente sensibles al tipo de cambio. En ese escenario, los ingresos quedarían rezagados frente al costo de vida, lo que podría generar un nuevo salto en los niveles de pobreza e indigencia.

En relación con los ingresos, el SMVM, en el segundo semestre mostrará un sendero de profundización en su pérdida de poder adquisitivo (considerando los datos disponibles hasta septiembre de 2024). El RIPTE, que es un indicador que sobreestima tanto las caídas como las recuperaciones salariales, ha mostrado un sendero de recuperación hasta abril de 2025. En los meses siguientes, hasta julio de 2025, último dato disponible, se evidencian signos de agotamiento. Mientras que la AUH tiene una tendencia alcista, la evolución real de la Tarjeta Alimentar presenta una evolución a la baja teniendo en cuenta los datos disponibles hasta agosto 2025. Los planes sociales, de no actualizarse el monto de $78.000, congelado desde enero 2024, seguirán perdiendo poder adquisitivo durante el 2025. La jubilación mínima con el bono congelado desde marzo de 2024 en $70.000 seguirá el sendero de pérdida de poder de compra.

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