Por Guillermo Cherashny.-
Luego de la reunión bilateral entre Trump y Milei el miércoles, Bessent, es decir el Tesoro americano, compró pesos -no se sabe en qué cantidad- pero los ahorristas argentinos compraron dólares y la cotización subió casi el 2% a $ 1380 el mayorista, en un mercado que operó fuertemente: 851 millones de la divisa americana, aunque las acciones subieron mucho y los bonos sólo el 1%, con el riesgo país arriba terminando en 1026 puntos básicos, pese a que Bessent anunció un paquete adicional de 20 mil millones de dólares para compra de bonos de la deuda externa.
Este fondo adicional al SWAP será de carácter privado e integrado por bancos y otras entidades financieras, por lo cual no es inmediato como el SWAP de monedas.
Sin embargo, estas noticias positivas no impactaron en los mercados como se esperaba. Esta dicotomía se explica porque hay una demanda de dólares del público y demás sectores que están convencidos de que hay atraso cambiario, a diferencia de lo declarado por el Secretario del Tesoro, y el equipo económico y economistas afines, que están obstinados en sostener este atraso a como dé lugar, al punto de aguantar la suba de la tasa de interés para que ningún peso quede suelto para que no compren divisas a costa de una recesión del aparato productivo.
Así las cosas, hasta que no se resuelva el valor de la moneda, esto no tiene solución ni con una ayuda futura 20 mil millones adicionales al SWAP.
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