Por Carlos Tórtora.-

El eje de la gestión oficialista pasa hoy por la ofensiva de Patricia Bullrich para que el Senado le dé media sanción al proyecto de reforma laboral antes de fin de año.

La flamante jefa de la bancada libertaria se las arregló para arrebatarle al bloque de José Mayans los principales lugares en las comisiones del Senado, pasando por alto la proporcionalidad derivada de la cantidad de legisladores de cada fuerza.

Así se garantiza la aprobación exprés de los dictámenes. Para empezar, el de la reforma Laboral.

El plan de Bullrich es que las comisiones emitan dictamen mañana y que el 26 o el 27 el proyecto vaya al recinto. La operación es muy audaz pero, si funciona y LLA suma 36 votos, ella se anotaría el éxito de darle media sanción a la reforma laboral en tiempo récord. En este sentido, cuanto más se demore después la cámara baja en tratar el tema, más se agrandaría por comparación el éxito de lo hecho por Bullrich.

Pero semejante esfuerzo sería en realidad un presente griego para Javier Milei. La reforma laboral quedaría a un paso de convertirse en ley pero ante los mercados, el Círculo Rojo y la administración Trump, la heroína del tema sería Bullrich y no el presidente. Esto crearía el clima para la instalación de la senadora como presidenciable del oficialismo en el 2027.

La tesis que se maneja en el entorno de Bullrich sostiene que los Milei no están consiguiendo la confianza internacional para que ingrese al país un flujo de inversiones importantes. Y esto se debería -sobre todo- al perfil imprevisible y bastante desconcertante del presidente. La senadora se presentaría así como la gran esperanza del antiperonismo para el 27.

¿Hasta cuándo?

Hoy por hoy, no hay duda de que los Milei no tienen más remedio que soportar las pretensiones de Bullrich, ya que no tienen otra figura de calibre que pueda controlar el Senado, frenar a Victoria Villarruel y llenar el espacio mediático.

La pregunta que se abre es cuánto tiempo podrán coexistir estos dos proyectos presidenciales sin que la tensión genere crisis.

Algunos consultores ya ponen fechas y estiman que si los números de la recesión no mejoran para marzo, la imagen de Milei podría caer verticalmente y entonces la incansable Bullrich podría emerger como la alternativa.

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