Por Carlos Tórtora.-
En una coincidencia que parece marcar el fin de una era, las tres grandes figuras de la política nacional, Javier Milei, Cristina Kirchner y Mauricio Macri, terminan el 2025 mostrando signos de agotamiento político.
Sin duda el caso más notorio es el del presidente. Éste se encontraba en octubre pasado en terapia intensiva y gracias al salvataje político financiero de Donald Trump y Scott Bessent, consiguió resurgir y relanzar su gobierno. Pero en menos de 60 días fracasó, porque sus limitaciones políticas hicieron que el efecto del salvataje de EEUU fuera efímero.
El programa de Luis Caputo sólo pudo ofrecer más recesión y el rechazo al gobierno volvió a crecer mientras el INDEC quedaba en evidencia de que manipulaba las cifras. La captación de los gobernadores para controlar al Congreso mostró sus límites al tratarse en Diputados el presupuesto. Ni aun los gobernadores peronistas más pro libertarios aceptaron que sus diputados votaran contra los discapacitados y las universidades. Así es que Milei se enfrenta ahora a que el despliegue de sus dos principales alfiles, Diego Santilli y Patricia Bullrich, tiene un destino incierto. Y ahora por primera vez corre Milei el riesgo de tener que soportar una ofensiva gremial en la calle.
En estas condiciones, el lanzamiento de Milei 2027 suena a voluntarismo puro.
La mejor arma política del presidente funciona en sentido negativo y es la carencia de un liderazgo opositor definido y en crecimiento. Axel Kicillof, mucho más preocupado por cuidar la gobernabilidad provincial que por consolidarse como candidato, por ahora no le discute el liderazgo nacional a Milei, que sigue quedando solo.
Dos estrellas que se apagan
El fin de año encuentra a Cristina Kirchner en el peronismo en una situación simétrica a la de Milei en el país. Ella sigue siendo la figura central del peronismo, porque no hay nadie que le discuta seriamente el liderazgo. Pero este posicionamiento no le evita un desgaste fenomenal. Los gobernadores peronistas, la cúpula sindical y la mayor parte de los intendentes del conurbano le dan la espalda. Ella subsiste entonces porque todavía maneja los hilos de dos negociaciones. Por un lado, un contemporizador Kicillof le facilita a Cristina conservar su cuota de poder en Buenos Aires y por el otro, como se vio la semana pasada con la designación de los nuevos auditores de la AGN, Milei sabe que le conviene asegurar la subsistencia de la expresidenta. Sólo de este modo el gobierno podrá seguir explotando su dialéctica de confrontación con el kirchnerismo.
Mauricio Macri también ingresa al 2026 en un tobogán que parece irreversible. Su derrumbe gira en torno a un error estratégico monumental. Apostó todas sus cartas a participar del poder como socio menor de Milei y éste decidió ignorarlo. En realidad, lo único que le interesaba era absorber el PRO. Entonces Macri terminó no siendo ni opositor ni oficialista, y en política no hay nada peor que perder la identidad.
Ya eclipsado como figura pública, a Macri sólo le queda instalarse en el 2026 como armador de una nueva opción de centro derecha que él ya no podrá representar. Al igual que Cristina, sus días de protagonista quedaron atrás, aunque sigue siendo un dirigente con capacidad de hacer daño.
22/12/2025 a las 1:39 AM
Soneto de desenmascaramiento 13
Nípson anomémata, mè mónan ópsin
Para huir de una vida de miseria
-ésa que más orondo ahora caminas-
tomaste suplementos, vitaminas
para borrar los signos de laceria
que grave cicatriz y herida seria
en tu ayer imprimieron, y hoy marginas…
mas borrar no lograste las espinas
del alma, que borraste en la materia.
Ya pálido no vas, no van tus ojos
con giros hiperbólicos sondeando
la comida que, básica, faltaba
a tu sustento aun más que a tus antojos;
¡a tu clientela en cambio hoy vas robando
aunque a tu ayer tu título no lava!