Por Hernán Martínez.-

Debemos aprovechar esta nueva gestión para hacer otros cambios que, no siendo estructurales, servirán para garantizar de una buena vez la transparencia en los puntos más débiles del sistema de votación. Boleta única, a fin de evitar la ley de lemas, y todo aquello que permite que un político esté en indefinidas boletas, como en Santa Cruz, o la barbaridad de las 65 boletas en Formosa. Voto electrónico, de manera que solamente tengan que presionar un solo botón para definirse. Los futuros opositores han encontrado varios puntos débiles del sistema para ejercer sus métodos mafiosos. Por una parte, el famoso robo de un sobre de cada mesa, para que desde afuera vayan con el voto aquellos que dependen de un plan, sin poder expresarse en el cuarto oscuro. Por otra parte, la actitud mafiosa y coercitiva que han sufrido muchos fiscales, en particular en la provincia de Buenos Aires, donde se han denunciado aprietes por parte de gente ya muy organizada para torcer la voluntad y el poder de control de los fiscales, que tuvieron que soportar y hasta desistir de su función por los ataques a su persona y a sus bienes (autos destrozados, por ejemplo). Por otra parte, evitar la transcripción a un telegrama de la planilla confeccionada a mano para que no dar lugar a errores voluntarios como también vimos. Ficha limpia, que será la manera de limpiar a todos los que tienen procesos por malversación, asociación ilícita, robo y demás delitos comunes en los que caen nuestros políticos con un poco de poder. Tenemos que aprovechar para depurar toda la basura que permitió gobiernos como el que se va, que además de sus personajes, permitieron sentarse sobre las cajas más importantes, girar discrecionalmente fondos y favorecer siempre a los suyos creando dependencias económicas más fuertes que los resultados de las elecciones. Por esta vez, tenemos que hacer lo imposible para que esto cambie.

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