Por Juan José de Guzmán.-
Ante la subasta dispuesta por el gobierno de la Ciudad de una manzana en el barrio de Belgrano, los vecinos se atrincheraron en defensa de su principal interés, no sacrificar su calidad de vida ante la posibilidad cierta de tener un espacio verde, porque quien adquiera esos terrenos seguramente invertirá en construir algo importante (queda a criterio del lector imaginar “qué cosa podría construirse allí”) para recuperar la inversión que la compra del terreno demandó).
Pero el motivo de esta carta no es inmiscuirme en la disputa de intereses en juego entre los vecinos y el gobierno sino resaltar el inmenso valor que tienen los espacios verdes para la salud de los habitantes de CABA.
Es por ello que sería importante que, amén del inmenso beneficio que para el tránsito tendría la finalización del tantas veces postergado soterramiento del Tren Sarmiento, se considerara la oportunidad ÚNICA de poder generar los miles de metros cuadrados que “el Corredor Verde” sobre las actuales vías le daría a todo el oeste de la Ciudad.
En momentos como éste, en que el gobierno de la Ciudad y el Nacional están negociando la puesta al día de la deuda por la coparticipación que mantienen desde hace rato, sería muy bien recibida la noticia de un acuerdo final entre las partes, donde cada una se comprometiera a aportar una parte de esa masa de dinero en juego para la finalización de esta obra que todos los políticos, a su turno, calificaron como “la más importante de los últimos 100 años”.
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