Por Carlos Tórtora.-

El surrealismo político está alcanzando niveles insospechados en la Argentina. Desde hace 5 días, el equipo económico en pleno, encabezado por Luis Caputo, deambula en Washington por las oficinas de la Secretaría del Tesoro y del FMI sin conseguir que Scott Bessent y Cristalina Georgieva digan otra cosa que expresiones de buenos deseos para la economía argentina. Mientras, en Buenos Aires el Tesoro está vendiendo un promedio de US$ 400 millones por día para contener al dólar. Pero el surrealismo también inunda la política. El gobierno hace campaña en Buenos Aires con Diego Santilli para primer diputado nacional. Pero el juez electoral platense, Alejo Ramos Padilla, todavía no lo oficializó y si lo hace podría haber impugnaciones y recursos ante la Cámara Nacional Electoral que deben resolverse antes que la oficialización quede firme. O sea que, por varios días más, LLA seguirá haciendo campaña con un primer candidato que en realidad no lo es, luego de haber hecho campaña con otro candidato asociado al narcotráfico.

Pero ayer a la tarde se pronunció la Fiscal Electoral de Buenos Aires Laura Roteta y el gobierno quedó aún más descolocado. Roteta dictaminó que, para aplicar correctamente la igualdad de género, es Karen Reichardt quien debe ocupar el primer puesto de la lista. Un dictamen que no es vinculante pero sí gravita.

Pero todavía hay más, a 18 días de que se vote, todavía no se sabe en Buenos Aires si se lo hará con una Boleta Única con la foto de Espert, de Santilli o de Karen Reichardt.

No es de extrañar entonces que Scott Bessent haya mencionado días atrás al pasar que Venezuela es un caso de estado fallido, pero que el otro caso sería Argentina.

El lunes pasado fue a todo esto un día simbólico en lo que hace al ejercicio del poder. Mientras Luis Caputo y los suyos negociaban en Washington la suerte de lo poco que queda del programa económico, Milei dedicó todo su día a su show musical en el Movistar Arena. No podía haber un simbolismo más claro: Milei ya no gobierna y el presidente real es Caputo. La función remanente que ejerce Milei es la de comunicar y contener a su núcleo duro, ese tercio que todavía no se desintegra. Si se produce el 26-O lo previsible y el gobierno sufre su segunda derrota electoral en 60 días, a Milei le resultará muy difícil continuar conteniendo a su núcleo duro, porque desaparecería toda esperanza de reelección.

Sin salida

Volviendo a la batalla electoral en la justicia, hoy es un día clave, porque la Junta Nacional Electoral de Buenos Aires convocó a una audiencia de partidos para tratar el pedido de LLA para que se reimprima la Boleta Única, en este caso con Diego Santilli como primer candidato.

A los libertarios casi les va la vida en este tema. Si no hay reimpresión de la boleta, cientos de miles de votantes podrían optar por no votar a LLA cuando vean la cara de Espert en la boleta. En la Casa Rosada le pidieron a varios consultores que hicieran pronósticos sobre esto y lo que dijeron hizo crecer el pánico: podrían perderse alrededor de 1 millón de votos si Espert continúa figurando en la boleta.

Los pronósticos para la audiencia de hoy son pésimos para el gobierno. La casi totalidad de las fuerzas políticas que compiten en Buenos Aires se opondrán categóricamente a la reimpresión, cuya necesidad es inexistente. No es difícil predecir que esta tarde el círculo presidencial volverá a entrar en emergencia y no se descarta que, perdido por perdido, el presidente opte por atacar a la justicia electoral, acusándola de estar al servicio de Fuerza Patria.

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