Por Carlos Tórtora.-

El gobierno apura el lanzamiento de medidas para la reactivación de la economía con el objeto de tender una cortina de humo sobre la crisis de su política sanitaria. Después de 160 días de cuarentena, la Argentina está al borde de ubicarse entre los 10 países con mayor número de casos de Covid-19 y enfrenta una potencial crisis política por este tema. El presidente bloqueó la vuelta a clases en la Capital que propuso Horacio Rodríguez Larreta y criticó la mayor de las nuevas medidas de flexibilización que pondrá en marcha la ciudad: la gastronomía al aire libre. La realidad es que, si la flexibilización porteña sigue adelante sin que aumente significativamente el número de casos, quedaría descolocado Axel Kicillof, que se negó a flexibilizar más en sintonía con Alberto Fernández. Éste se resiste a admitir que el éxito político frente al coronavirus se le escape de las manos y en la Casa Rosada ya se acepta que la cuarentena podría extenderse prácticamente hasta que esté a punto la vacuna creada por la Universidad de Oxford.

Mientras tanto, la pulseada entre el modelo porteño y el bonaerense puede seguir escalando. Para Larreta, la flexibilización de la cuarentena va de la mano con el afianzamiento de su posición como candidato a presidente. De hecho, le arrebató a Mauricio Macri la bandera de la flexibilización al darse cuenta, después del 17-A, que había una gran movilización social contra la cuarentena.

Que se vayan todos

La operación política de Larreta no es el único dolor de cabeza que la pandemia le trae al presidente. Ahora el 37 por ciento de los contagios están radicados en el interior, con gobernadores en Córdoba, Mendoza y Jujuy poco dispuestos a cerrar aún más las economías locales. Un caso a estudiar es Santa Fe, que sufrió un acelerado crecimiento de casos en las últimas semanas. El gobernador Omar Perotti intentó una medida de máxima, como es prohibir toda actividad comercial a partir de las 10 horas. La reacción fue una importante movilización de comerciantes y trabajadores afectados en distintos puntos de la provincia. En Rosario, la multitud cantó el que se vayan todos, una señal que abona los pronósticos sombríos de Duhalde sobre la crisis del sistema.

Alberto se encuentra ahora ante una nueva encrucijada: para desplazar a Larreta podría plegarse a una postura más flexibilizadora de la cuarentena, pero si hubiera un aumento de los casos perdería todo el crédito de haber actuado con mano dura. En el entorno presidencial se aferran a ejemplos externos. Es el caso de la comparación entre España e Italia. Ambos países tuvieron la crisis del Coronavirus simultáneamente pero ahora España sufre un rebrote mientras que Italia no. Algunos expertos señalan que la diferencia es que el gobierno español flexibilizó de golpe, en tanto que las autoridades italianas lo hicieron muy gradualmente y ahora la diferencia en el número de contagios sería notable a favor de Italia.

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