Por Nicolás Márquez.-

Como sabemos, habría muchas formas de “entender” a Perón. Y dentro de los muchos feligreses que supo cosechar el ex dictador argentino, se encuentran acólitos de todas las tendencias y estirpes que obran de “exégetas” tanto del emblemático caudillo como de su pretendida “doctrina”, la cual es interpretada por cada una de estas multiformes sectas pululantes a su peculiar manera. Sin embargo, al mismo tiempo todos estos contrapuestos grupos adoradores del mismo fetiche coinciden en tener un verdadero enemigo común, conformado por todos aquellos argentinos que “no entienden a Perón”, es decir compuesto por los ciudadanos que no son peronistas.

Los peronistas que son nacionalsocialistas, acusan a los antiperonistas de ser títeres de la “sinarquía”, aunque haya sido Perón quien le declaró la guerra al Tercer Reich en 1945 y luego haya reconocido solícitamente el Estado de Israel en 1949.

Los peronistas que son contrarrevolucionarios, acusan a los antiperonistas de ser funcionales al comunismo internacional, aunque haya sido Perón el que promoviera la revolución comunista apoyando deliberadamente los crímenes del terrorismo montonero.

Los peronistas que son de izquierda, acusan a los antiperonistas de ser “reaccionarios”, aunque haya sido Perón el que se formó en el mussolinismo italiano y haya amparado la actividad gangsteril del chamán López Rega y la Triple A.

Los peronistas que son “liberales” acusan a los antiperonistas de ser socialdemócratas, aunque haya sido Perón quien desterró la Constitución liberal de 1853, estatizara los principales medios de producción y conculcara todas las libertades individuales.

Los peronistas que se dicen “católicos” acusan a los antiperonistas de ser “agentes de la masonería”, aunque haya sido Perón quien ordenara incendiar las Iglesias, fomentara el encarcelamiento de Sacerdotes y condecorara al masón Licio Gelly (Gran Maestre de la itálica Logia P2).

Los peronistas que son británico-fóbicos acusan a los antiperonistas de ser “agentes del imperialismo pirata”, aunque haya sido Perón quien pagó por precio triplicado la estatización de los trenes ingleses, es decir de esos mismos “fierros viejos” (Perón dixit) que apenas unas horas después de la onerosa estatización iban a pasar a ser (por vencimiento inminente del contrato de concesión) propiedad del Estado Nacional ipso jure et facto.

Los peronistas que son “anti-yankees” acusan de ser “agentes de la CIA” a los antiperonistas, aunque haya sido Perón quien suscribiera las Actas de Chapultepec, se abrazara sumisamente con Milton Eisenhower, entregara en bandeja la explotación petrolera de la Provincia de Santa Cruz a la Standard Oil y endeudara al país a tasas usureras para júbilo del Eximbank.

Los peronistas de costumbres “conservadoras” acusan de modernistas y pornócratas a los antiperonistas, aunque haya sido Perón quien legalizara la prostitución, organizara las fiestas de la UES y eligiera por habituales esposas a casquivanas mal afamadas.

Los peronistas que se dicen “democráticos” acusan de golpistas a los antiperonistas, aunque haya sido Perón quien apoyara, participara y se beneficiara del golpe a Hipólito Yrigoyen en 1930, del golpe a Ramón Castillo en 1943, del golpe a Arturo Rawson también en 1943, del golpe a Pedro Ramírez en 1944 y del golpe a Héctor Cámpora en 1973.

En suma, los peronistas sostienen que todo aquel que no adhiera a su generalísimo demagogo “no entiende a Perón”, puesto que para ellos no ser peronista es “no entender” a su patriarca, dado que a éstos no se les ocurre contemplar la posibilidad de que alguien precisamente por entender muy bien a Perón elija no ser peronista, y que de ese reflexivo y meditado conocimiento derive entonces la razón por la cual no se aplauda la figura del aclamado manco post mortem.

En suma, aunque no lo digan de manera expresa, para los “ideólogos” del peronismo “entender a Perón” consiste en adherir emocionalmente al objeto de culto en cuestión (es decir a Perón) y por ende, quien no sea portador de ese sentimiento primario sencillamente “no entiende a Perón” e incurre en una suerte de herejía pueblerina equiparable a ser traidor a la Patria.

Finalmente: para entender en serio a Perón, invitamos a todos los interesados este miércoles 13 de mayo a las 18.30 hs. en la Ciudad de Buenos Aires, a la presentación de mi nuevo libro “Perón, el fetiche de las masas, biografía de un dictador” (prólogo de Rosendo Fraga), evento que se llevará a cabo en el Club del Progreso (Sarmiento 1334), en dónde además del que suscribe disertará un verdadero panel de notables: Ricardo López Murphy, María Zaldívar y Guillermo Yeats.

La entrada es libre, gratuita. Te esperamos.

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