Por Carlos Tórtora.-
Algunos indicios apuntan a que, antes de navidad, el cerco militar de EEUU contra el régimen chavista podría producir los primeros resultados concretos. Esto es, el bombardeo de instalaciones de valor estratégico como las plantas de destilación de petróleo, así como operaciones comando para desestabilizar a Nicolás Maduro. A todo esto, en la Casa Rosada, lejos de prepararse festejos, habría señales de la mayor preocupación.
Es que la intervención militar directa de la administración Trump en Venezuela derivaría muy probablemente en una escalada de reacciones motorizadas obviamente por la izquierda. Esto incluiría, por ejemplo, que se encuentren en situación de riesgo las instalaciones diplomáticas pero también las empresas que llevan la bandera de EEUU. La nueva ola antiyanqui también podría hacer crecer electoralmente a los partidos de izquierda. En la Argentina, un cuadro como éste podría perjudicar a LLA, que sin duda quedaría pegada a la imagen de Trump.
La posibilidad de una crisis larga
Obviamente, mucho depende de si la crisis, como es probable, desata una especie de guerra civil en Venezuela, que llevaría a la polarización política en toda América Latina.
Desde ya que, como lo estiman muchos analistas, la profundización de la crisis venezolana tendría el efecto de fortalecer el liderazgo de Lula, que va el año que viene por su cuarto mandato presidencial.
Es una incógnita cómo repercutirá todo esto en la imagen de Javier Milei, quien pasaría a liderar el nuevo bloque pro Washington integrado por el paraguayo Santiago Peña, el boliviano Rodrigo Paz Pereira y probablemente el chileno José Antonio Kast.
Para empezar, el ruido antiyanqui puede agitar el congreso argentino y estimular a una oposición que hoy luce todavía golpeada por los resultados del 26-O.
06/12/2025 a las 4:10 PM
YO NO TENGO NI PARA PAÑALES YA.
LA JUBILACIÓN NO LE ALCANZA A NADIE PARA VIVIR DIGNAMENTE.
APORTAR DURANTE MÁS DE TREINA AÑOS PARA QUE TODOS LOS GOBIERNOS, SEAN LIBERALES O POPULARES, TE LA ROBEN.
QUE PASE EL QUE SIGUE.