Por Carlos Tórtora.-

Donald Trump y Javier Milei difieren políticamente mucho más de lo que el gobierno argentino quiere hacer creer. Esta es una síntesis de la comparación entre ambos, tomando en cuenta las últimas posturas del líder Republicano.

En materia de aborto, Milei dice oponerse frontalmente a este derecho pero no intentó modificar la ley vigente ni enfrentó a los abortistas. Trump ha ido moderando su postura. La plataforma republicana, por primera vez en décadas, no pidió una prohibición nacional del aborto y ahora los republicanos se encaminarían a conseguir un fallo antiaborto de la Corte Suprema.

En cuanto a la inmigración, ambos son críticos. Pero el Republicano sostiene un programa de deportaciones masivas en tanto que Milei apenas insinúa algunas medidas para reducir la inmigración.

En el terreno impositivo, los dos tienden a inclinarse en mayor medida a beneficiar a las corporaciones y los más ricos. Pero en lo que hace a aranceles y comercio las diferencias se agigantan. Trump no oculta su desconfianza por los mercados mundiales y propone aranceles de entre el 10 y el 20 por ciento a los productos extranjeros y promete restablecer el régimen para que el estado sólo compre medicamentos y alimentos a las empresas nacionales. En síntesis, todo lo contrario al aperturismo pronunciado de Milei.

En materia de rol del Estado, tanto Trump como Milei son desreguladores, pero el primero es más moderado. El Republicano promete que el programa desregulatorio permitirá la construcción de viviendas y la baja de las facturas de los servicios públicos, lo que es impensable en la Argentina actual.

Más diferencias

En el campo de la educación, Trump quiere eliminar la financiación federal a las instituciones que promuevan el racismo, la ideología de género o los contenidos sexuales y políticos perjudiciales para los niños. Y en educación superior, Trump camina al revés de Milei. Se propone fortalecer la educación universitaria y crear una academia americana que ofrezca credenciales universitarias a todos los estadounidenses sin costos de matrícula.

En cuanto a la seguridad social, Trump va por un camino totalmente opuesto al de Milei. Promete proteger Seguridad Social y Medicare, los dos programas orientados a los adultos mayores.

Como se advierte, el discurso libertario se aproxima al líder Republicano en lo que se relaciona con la política internacional y en la desregulación económica, pero difiere enormemente en las políticas sociales, comerciales, de educación, salud, etc. La impronta nacionalista de los republicanos no encaja en esto para nada con la retórica libertaria.

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