Por Otto Schmucler.-
La final de la Copa Argentina se pareció más a cualquier cosa que a un partido de fútbol (que no era uno más sino la finalísima de la Copa Argentina), una función teatral protagonizada por actores de reparto.
Un equipo que, tras un error del arquero rival, se pone en ventaja tempranamente y, con el síndrome del batacazo en la cabeza, comienza a desplegar todo tipo de simulaciones para demorar cada jugada e interrumpir el juego convirtiendo eso que debió haber sido una verdadera fiesta deportiva en un bochorno para todos los que pusieron sus ojos en esa función desesperada de quien recurría a las malas artes para aferrarse a un resultado que lo estaba favoreciendo (ni hablar de cuando se queda en inferioridad numérica por la expulsión de un jugador.
Dicho de otra manera, una vergüenza que esto suceda en el país que reina en el fútbol mundial desde 2022, semillero de grandes estrellas que brillan en otras latitudes, una cosa es la picardía, otra la simulación continua.
Con el recuerdo fresco del partidazo que nos regalaron Liverpool y Real Madrid, lo que se vio anoche en el estadio Juan Domingo Perón, en Córdoba, no fue para festejar y mucho menos para destacar.
Los últimos 10’, ya con 9 jugadores por un segundo expulsado, fueron decididamente insoportables, jugadores que ni siquiera se rozaban pero se dejaban caer y revolcaban como fulminados por un rayo, pidiendo asistencia y “algo” para soportar semejante dolor, una parodia desvergonzada. Así estamos matando al fútbol, señores (en especial el técnico Berti, que en el borde del campo le hizo una zancadilla a Hernán López cuando iba en busca de una pelota para sacar un lateral).
Los árbitros tienen la tarjeta amarilla para los casos en que observan simulación, no sirve adicionar minutos al final del tiempo reglamentario; la pérdida de ritmo y energías no serán compensadas (los nervios se devoran las mejores intenciones en cualquier jugador).
El colegio que los agrupa debería tomar cartas en este asunto, Lo de anoche no debe repetirse.
07/11/2025 a las 1:37 AM
DON OTTO, LOS ARBITROS DEPENDEN DE LA AFA.
SU PRESIDENTE ES EL CHIQUI TAPIA, DESEA SABER
ALGO MAS AL RESPECTO ?
O USTED ES UN SOÑADOR EMPEDERNIDO ?
NO SE ACUERDA CUANDO A RIVER LO MANDARON A LA B ?
ES CIERTO QUE TUVO UN DESEMPEÑO HORRIBLE ESE AÑO, PERO EN LAS ULTIMAS FECHAS EL REFERATO SE EMPEÑO EN CUMPLIR LAS ORDENES
DE GRONDONA, ENOJADO CON PASARELLA.