Por Hugo Modesto Izurdiaga.-

En sus declaraciones, manifestó: “los anegamientos en la provincia de Buenos Aires no fueron debidamente contenidos por el gobernador”.

A decir verdad, las afirmaciones de la ministra son sólo excusas que pretenden desviar las responsabilidades que les corresponden a las autoridades nacionales. Cabe mencionar que en nuestro país existe el “Plan Maestro de la Cuenca del Salado”, cuyo propósito y finalidad consiste en canalizar los excesos hídricos, como los acontecidos este año por las abundantes lluvias que provocaron que 5 millones de hectáreas quedaran anegadas. Dicho proyecto se creó con el fin de modificar el cauce del río y reducir inundaciones. El mismo se financia con las alícuotas que abonan los usuarios de vehículos al cargar combustible, que varían desde un 5% en las naftas, hasta un 9% en el gas (GNC).

De manera arbitraria, el gobierno, cuando asumió Milei, suspendió una de las etapas de ejecución, dejando a los productores agropecuarios abandonados a su suerte. La pregunta del millón es: ¿por qué no se ejecutan las tareas hidráulicas, si la plata está?

Recuerde, señor presidente, el campo también es parte del pueblo argentino y el dinero recaudado de los impuestos debe ser utilizado para financiar infraestructura y servicios que beneficien a la sociedad.

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