Por Guillermo Cherashny.-

Finalmente se aclaró la incógnita que había en el sentido de si se activó el swap con el gobierno de Trump y fue por declaraciones del mismo Bessent en la televisión americana, que aporta la transparencia que faltaba sobre esa operación.

En efecto, había una confidencialidad entre los dos gobiernos y ahora se aportó la claridad que faltaba. Bessent agregó que no fue un rescate sino una inversión de su gobierno que arrojó ganancias en el swap con Argentina, donde se utilizaron 2.700 millones de dólares.

Ya aparecieron políticos y periodistas K que cuestionan que el BCRA le pague intereses por la operación y que fue muy alta, pese a que se desconocen los montos. Pero está claro que sí fue una inversión que se paguen intereses. La teoría de que esa inversión no es un rescate, como señaló el Secretario del Tesoro, fue para que Milei ganara la elección, es un disparate, porque al tener garantías de letras del BCRA, si el dólar no bajaba tampoco tendría pérdidas. En primer lugar, la compra de pesos por parte del Tesoro americano es una potestad soberana hacia otro aliado estratégico de Estados Unidos y de Israel que para Trump es clave, porque se cuenta con los dedos de las manos el apoyo irrestricto a Netanyahu, es decir, no fue para cualquiera sino que es el resultado de una política exterior muy inteligente y muy productiva para nuestro país.

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