Por Juan José de Guzmán.-

El defensor de CFK advirtió en su apelación ante la Cámara de Casación que recurrirá hasta la Corte Suprema de Justicia y/o tribunales internacionales si el pedido de Cristina para que no decomisen 19 bienes de sus hijos no tiene resolución favorable. Alega la condenada, a través de sus abogados (que no dejan de tirar humo y “fruta” por todos lados) que los mismos son de naturaleza sucesoria y que es arbitrario lesionar el derecho de propiedad y el principio de inocencia.

Hay un pequeño detalle, que tal vez no contemplaron los abogados, esos bienes fueron heredados del matrimonio más corrupto de la historia, que se robó una cifra que nunca se va a poder estimar con alguna probabilidad de certeza porque, aunque se decomise hasta el depto. De San José 1111, los números del dinero depositado en cuentas secretas en Seychelles, Luxemburgo, Panamá y otros paraísos fiscales no se podrá estimar jamás, decía arriba, esos bienes no fueron comprados por Máximo y Florencia como fruto de su actividad (nunca trabajaron); son la herencia de un matrimonio que robó al Estado todo aquello que estuvo a su alcance (y más también).

Estaría bueno que en sus fundamentos, la Cámara de Casación contestase, ni antes ni después, “el 28 de diciembre” con un final apartado del clásico lenguaje judicial, que dijera algo así como “¿Principio de inocencia? Jajajaja, ¡que la inocencia les valga!”

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