Por Sebastián Dumont.-

No queda margen para que se produzca una fractura en el Frente para la Victoria de la provincia de Buenos Aires. Aquellos sectores kirchneristas que aún buscan resistir la sensatez de aprobar un presupuesto y el endeudamiento van quedando cada vez más solos. Y eso se traduce en el rol de los intendentes, quienes están más cerca de Vidal que muchos legisladores. El tema es que los alcaldes no tienen tanta influencia con diputados y senadores propios, salvo algunas excepciones.

El encuentro de este lunes en San Miguel configuró un mensaje muy sólido hacia la gobernabilidad de Vidal, pero sobre todo porque los alcaldes necesitan con urgencia el “nuevo fondo del conurbano”.

Hace un tiempo marcamos en estas mismas líneas que los intendentes peronistas del conurbano iban camino a olvidarse de la sigla del Frente para la Victoria. Por varias razones, pero sobre todo porque no les sirve en esta etapa quedar sumergidos bajo la conducción de Cristina Kirchner quien está claro busca mostrar, por ahora vía delegados, los dientes al gobierno de Macri y por ende, al de Vidal.

La foto que se logró en San Miguel es muy significativa. No es la primera vez que se lo menciona a Joaquín De La Torre como uno de los intendentes que podría convertirse en el nexo con el gobierno provincial. Más allá del rol que ha desplegado Massa quien habla a diario con María Eugenia Vidal. En ese rol, De La Torre viene tejiendo una idea mucho más profunda. Lograr que los intendentes tengan la mayor autonomía posible.

La presencia de Martín Insaurralde y Gustavo Menéndez en San Miguel habla por sí sola. El intendente de Lomas debe ser hasta ahora el jefe comunal que más veces se fotografió con el macrismo. En tanto, Menéndez, que debe resolver la pesada herencia que le dejó Othacehé en Merlo, tiene una vieja y larga vinculación con el matrimonio Tagliaferro-Vidal.

Por eso, se agiganta la foto de San Miguel. Es algo más que el peronismo Siglo XXI que comenzó a dar a luz el viernes en Pinamar, asado mediante, en lo de Sergio Massa.

Aunque no lo digan de manera pública, a varios intendentes peronistas les dio algo de bronca que Massa se les adelantara y se constituyera en puente de la gobernabilidad con Vidal.

Massa inauguró una nueva etapa donde el protagonismo de los jefes comunales cobró notoriedad mucho más explicita y, además, quedó claro que, de no ser por los intendentes, muchas acciones que corresponden a la provincia hubieran faltado o estado ausentes. Ahora, con ese ítem puesto en valor, buscan su propio financiamiento.

La discusión del presupuesto y el endeudamiento contiene un monto destinado a los municipios para poder hacer obras. Con otro nombre y otras formas, estaría renaciendo algo así como en histórico fondo de reparación del conurbano.

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