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"Juzgo imposible describir las cosas contemporáneas sin ofender a muchos". Maquiavelo

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Cartas de Lectores

¡Argentina es un gran país!

Por Máximo Luppino.-

El intento de destrucción de una sociedad encuentra asidero cuando algunos de los que aspiran a ocupar funciones destacadas afirman en forma temeraria: “¡Somos un país de mierda!”

¿Pretenden dirigir los destinos de una Nación “pensando” que nada valemos? Sería de antemano anunciar el fracaso de su gestión.

¡Todo argentino bien nacido sabe que somos una gran Nación, con un pueblo maravilloso!

¡Piénsate bravo y serás un luchador valiente y formidable! Aquello que pensamos es en lo que nos convertimos.

Nadie debería seguir a quienes dicen que somos poco más que excremento, ya que de ninguna manera es verdad. A lo sumo, el que manifiesta estas pavadas está proyectando en los demás sus propias frustraciones y cobardías.

Los que atentan contra nuestra patria son en realidad nuestros verdaderos enemigos. Nuestro papel moneda vale y si hay inflación sencillamente la superamos, pero no entregamos nuestra identidad monetaria a la moneda de otra Nación.

Dentro de pocas horas nuestra República elegirá las más altas autoridades nacionales y provinciales. Votemos patria, elijamos a los que hablan de nuestra bandera y de nuestros ideales de Nación. Destaquemos a los que saben que las Malvinas son argentinas. Sigamos a aquellos que aman a nuestras empresas estatales, desde nuestros ferrocarriles hasta Aerolíneas Argentinas.

YPF es parte indeleble de nuestra identidad y significa soberanía energética. Libertad no es realizar anárquicamente lo que se nos viene en gana. Libertad es responsabilidad comunal en función de servicio para con nuestros semejantes.  Libertad es construir con amor una patria grande con su “Comunidad Organizada” bajo la luz de la solidaridad.

Escuchamos decir a un candidato sobre un suicida: “Es su problema”. NO. Es un problema de todos y debemos siempre socorrer al necesitado.

El Papa Francisco nos recuerda: “¡El verdadero poder es el servicio!” El jefe del Vaticano proviene de nuestra patria. Es argentino y cree en nuestra república.

Una candidata quiso entregar Malvinas por vacunas, otro quiere “destruir” nuestra moneda. Pensá y sentí nuestra bandera a la hora de sufragar.

Argentina es nuestro hogar. Prestale tu poder para dirigir nuestra Nación a quien está más preparado para conducir los destinos de la patria.

Sin motosierra, ni lanzallamas, menos dinamita. Nos hace falta equilibrio y responsabilidad.

Nosotros elegimos a Massa-Rossi y en Buenos Aires Kicillof-Magario. Son fórmulas de trabajo que cuidarán nuestras empresas estatales a la vez que mantendrán y acrecentarán los derechos laborales.

Libertad es más derechos para nuestros semejantes. Mayor libertad es más compromiso de fraternidad cotidiana manifiesta.

Nadie se realiza en una comunidad que no está realizada. La salida es hacia arriba y con todos, sin exclusiones.

“Para una argentino no hay nada mejor que otro argentino”.

¡Argentina es un gran país!

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3 comentarios en «¡Argentina es un gran país!»

  • El optimismo bobo es tan malo como el pesimismo lúcido…a cada cual según su capacidad, propongo a Milei para presidente…de la asociación protectora de animales y a Schiaretti para presidente de la nación, el resto a seguir participando

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  • Me hace acordar las propagandas de YPF que decían «Es bueno porque es nuestra» y la nafta tenía agua.

    Respuesta
  • Sr.Lupino
    Estoy escribiendo con el «Diario del Lunes».; pero a nadie puede sorprender que este personaje se haya entronizadio en el primer lugar de la votación.
    Un pueblo que vivió, vive y vivirá de la regalería y la prebenda no puede votar a otro que no sea su propio verdugo.
    Las traiciones a las que fue sometida la Sra. Bullrich no podía esperar otro resultado que el que dieron las urnas. Deberán, desde el Sr.Macri , hasta el último de los Pro y radicales, pedirles perdón a la Sra Bullrich por haberla dejado en una absoluta soledad.
    Aquí no se trata de méritos del Sr. Massa; de lo peor que dió la política argentina de los últimos tiempos, sumados a los Fernandez (x2) y Cía; aunque se hagan todos los otarios(generosamente hablando).
    En el balotaje las cartas están echadas; solo otra vuelta más de rosca a la impresentable condición cívica de los argentinos puede modificar algo que hace 24 horas vaticiné en este espacio….»moneda en el aire».
    Todo lo otro es ciencia ficción, no para Massa-Milei; sino para un pueblo que de la mano del populismo, la demagogia y otras asquerosas prácticas, va definitivamente rumbo al ocaso. Lo que se escuchará de ahora en más, será utópico, ficcional, arteramente promesante de un algo que se llama ir por el poder a cualquier precio; por el triunfo mismo sin la consistencia que requiere un país en serio. Hoy más que nunca; el pueblo se fue al pasto: quién lo pone sobre el camino de la racionalidad, creo nadie lo sabe. Mientras algunos, desde el ocultismo (ya referido por mí varias veces) se seguirá haciendo un picnic de ver la inconmensurable ignorancia del pueblo de la maltratada nación.
    Noviembre; más que una fecha en el calendario lo pondrá a jugar cartas con el naipe marcado.
    Y repito, somos artífices de nuestra propia decadencia. Los viejos, por viejos, los jóvenes por pensar que la República es una entelequia a la que con ignorancia, irresponsabilidad y cinismo se la puede salvar.
    Si Massa y Milei son los futuros «salvadores» nadie lo sabe. Ojalá un día comprendan que con los cachetazos que el pueblo(no me detengo de nuevo a calificarlo) les propinan comprendan que no se puede seguir jugando a la ruleta rusa; porque no sólo
    caerán ellos, sino toda una nación. Ya llevamos 40 años tirados a la basura de la mano de la Democracia; seguiremos tirando de la cuerda `para darnos el tortazo final?.
    Lamento ser tan cruel; pero a los decepcionados de esta noche le esperan días de reflexión que ojalá no terminen en otras nuevas; simplemente porque estamos pagando lo que hace décadas no se quiso ver y toleramos a los peores de la cuadra, sin advertir que estaban pudriendo nuestra convivencia y la paz que requiere un país que pretende ser, por lo menos, como los vecinos del otro barrio (llámese paises del lado).

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