Por Guillermo Cherashny.-

Scott Bessent, el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, es un experto en monedas de todo el mundo. Trabajó en el fondo de Soros y apostaron exitosamente contra la libra esterlina y luego siguió con un fondo propio en Wall Street y ahí conoció hace años a Luis Caputo y José Luis Daza, el actual viceministro, y confía en el buen criterio de ellos dos. Cuando le explicaron el plan económico argentino sobre la base monetaria ampliada y que no había pesos en la economía para correr contra el dólar, teoría que le atribuyen a Federico Furiase, director del Central y aprendiz de brujo moderno siguiendo la línea de Ricardo Arriazu, el inventor del ancla cambiaria para bajar la inflación. Furiase es más elaborado y habla de base monetaria amplia punto Anker, limpiar el balance del BCRA y no hay pesos para una corrida cambiaria porque hay una restricción monetaria. Hasta el mes de abril de este año el experimento había salido bien, controlando con intervenciones solapadas el tipo de cambio y decidieron abrir el cepo para personas humanas, y ahí Toto, Daza, Bausili son gente «grande» cercana a los 60 años y no entendieron que los jóvenes menores de 45 años, con el celular y el home banking son capaces de generar una corrida cambiaria si el tipo de cambio está atrasado, como las bandas $ 1000/1500. No son sólo los grandes inversores sino que el público minorista es un actor relevante en el mercado y no fueron las leyes de emergencia en pediatría, Garrahan y universidades voltearon el castillo de naipes de Toto Caputo. Hay bancos importantes que registran compras minoristas de decenas de millones dólares diarios de comprar minoristas que apenas conocen que el poderoso Bessent compra pesos argentinos o compran dólares, que es lo mismo para que esos jóvenes crean que el dólar de $ 1350/1400 y no hay Secretario del Tesoro que los vaya a convencer de no comprar divisas y no van a parar hasta que el tipo de cambio esté determinado por una libre flotación y llegue a $ 2000 y está demostrado que el mercado está lleno de pesos para comprar los dólares que venda Bessent a este precio atrasado. No es un desafío al poderoso gobierno de Estados Unidos sino resguardar su patrimonio.

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