Centro de Economía Política Argentina.-

Blindaje fiscal: el Presupuesto apunta a mantener el superávit financiero. En concreto: si se crece y mejora la recaudación respecto a lo previsto en el presupuesto, se bajan impuestos. Si cae la economía y se recauda menos de lo previsto, se ajustan las partidas de gasto discrecional. Este gasto incluye, por ejemplo, salud y educación.

Las principales proyecciones macroeconómicas se encuentran fuertemente desfasadas. Las proyecciones de crecimiento e inflación no se condicen con las proyecciones privadas. Pero en lo referido al tipo de cambio la situación es aun mas llamativa: proyecta un dólar de $1470, el valor al que cotiza en estos días, a diciembre de 2027.

Los datos se agravan porque estiman déficit comercial de casi USD 16.500 millones. Es decir, el dólar mantendría dos años y medio el valor actual pero sin inyección de dólares por saldo comercial.

Pareciera que el presupuesto fue elaborado a principios de julio de 2025, es decir, antes de las tensiones cambiarias de julio y agosto.

Los motores para asegurar objetivos: exportaciones, inversiones.

Se estima un crecimiento para 2025 de 5,4% y de 5,0% para 2026. Los pronósticos son mejores que los del REM y de difícil cumplimiento dado los datos recientes de evolución de la actividad.

El presupuesto prevé déficit comercial importante. ¿Cómo se financia? ¿Por qué no hay una regla similar a la fiscal para esto?

Las exportaciones muestran niveles difíciles de lograr: se pretenden exportar USD 112.695 millones en 2026, récord absoluto en la historia argentina. Además, la estimación para 2025 supera ampliamente las proyecciones.

Prevé una reducción sensible de la inflación para 2025 en adelante. La previsión para 2025 implica una evolución de 1,0% mensual hasta fin de año. Para 2026 implicaría 0,8% mensual.

Descargar PDF »

 

Share