Por Enrique Guillermo Avogadro.-
“Si no estás en la mesa, Guillermito, estás en el menú”. Un empresario a Willy Kohan.
Hoy, cualquier cosa que digamos sobre la reunión que mantuvieron ayer, en Alaska, Donald Trump y Vladimir Putin no podría ser más que una especulación; sólo nos enteraremos de la verdad acerca de qué fue negociado en ella con el correr de los días, observando cómo se comporta Rusia en el terreno de Ucrania, y cómo lo hace Estados Unidos en su relación con Ucrania en particular y con Europa en general.
Volodimir Zelensky, que se ha pasado la semana entera recorriendo las grandes capitales de la Comunidad Europea en pos de un respaldo militar y financiero que le permita continuar con la defensa de su territorio, hoy algo dudoso sobre todo por lo escaso de sus tropas en el terreno, se debe sentir como el pato de una boda a la cual no ha sido invitado.
De todas maneras, en un mundo – la diplomacia – en el que hasta los gestos tienen significado, y en especial en un sistema como el que rige en Moscú, donde nadie se atreve siquiera a respirar sin permiso del Presidente, la indumentaria que vistió Serguei Lavrov, su Canciller, para llegar a la cumbre – una camiseta con la sigla de la URSS en el pecho – constituyó una violenta marcación de la cancha a Trump, que tal vez hubiera ameritado que éste cancelara el encuentro.
Para el dignatario visitante, sin duda, la reunión fue un importante ascenso internacional, ya que de hecho lo llevó sin escalas a la gran mesa de las decisiones internacionales, una suerte de Yalta actualizada, equiparándolo al anfitrión y al ayer ausente Xi Jinping. Tampoco fue casual el lugar elegido para celebrarla, toda vez que Putin sólo debió volar los 87 Km que separan a su país del continente americano, ahorrándole los (imaginarios) riesgos que conlleva la orden de captura dispuesta por el Tribunal Penal Internacional que pesa sobre él.
Trump se mueve, como hemos visto desde que asumió su segundo mandato, en forma espasmódica, pero algunos datos siguen resultando curiosos o llamativos, si se quiere. Por ejemplo, ha impuesto serias sanciones arancelarias a India por comprarle petróleo y gas a Rusia, y dando el consecuente oxígeno financiero a su débil economía, un estado que la guerra misma ha ahondado. Sin embargo, no ha hecho lo mismo con China, que no sólo se comporta del mismo modo con su – por ahora – aliado de Moscú, a quien además suministra armas.
Para obtener un escurridizo cese del fuego en Ucrania, ha amenazado reiteradamente al “neo-zar” con embargar los activos en el extranjero de su país, de los principales magnates rusos y de sus empresas, pero no ha concretado nada. En cambio, después de prohibir a Chevron operar en la extracción de petróleo en Venezuela y levantar esa medida al poco tiempo, algo esencial para la catastrófica situación del país, aplicando la Ley Maginsky, sí ha confiscado bienes del dictador Nicolás Maduro por US$ 750 millones (casas, aviones, haras, etc.) en territorio estadounidense y en República Dominicana, además de ofrecer una recompensa de US$ 50 millones por su cabeza, imputándolo de narcotraficante.
Este jueves, por otra parte, Trump prácticamente ha militarizado la ciudad de Washington al ordenar al Ejército y a la Guardia Nacional patrullar las calles de la capital invocando la necesidad de devolverles una seguridad ciudadana que, a sus ojos al menos, ha perdido; y ha encomendado a la Armada desplegar numerosos buques en el Caribe, en un nuevo intento de detener el flagelo del narcotráfico en la zona.
En la región, la atención está centrada en Bolivia, donde mañana se sustanciará la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Todas las encuestas coinciden en que el segundo turno se disputará el 19 de octubre entre Samuel Doria Medina, de centro derecha, y Jorge “Tuto” Quiroga, de derecha. Si así fuera, habrán terminado los gobiernos del MAS, que encabezados por Evo Morales y Luis Arce Catacora, hoy mortalmente enfrentados, destruyeron la economía hasta sus cimientos. Pero no garantiza que el líder cocalero, con orden de detención por estupros reiterados, no resista violentamente desde su reducto en el Chapare.
Ese final implicará un enorme alivio, porque acabará con una de las grandes cabezas de playa – la otra, Venezuela – de Irán en la región y de sus milicias proxys, sobre todo Hezbollah, tan activas en la Triple Frontera y aliadas de las violentas organizaciones criminales brasileñas, Primeiro Comando Capital y Comando Vermelho, que tanto daño están causando en Paraguay, Argentina y hasta Uruguay, ya que utilizan la Hidrovía para exportar la droga e importar armas.
Ya en noviembre, los ojos continentales se centrarán en Chile, que el 16 de ese mes celebrará sus elecciones presidenciales – el 14 de diciembre se disputaría, de ser necesario, el segundo turno. Gabriel Boric, que viene muy golpeado por el desempeño económico, lleva como candidata oficialista a la comunista Jeannette Jara, y competirá contra sus principales adversarios de derecha, José Antonio Kast (Partido Republicano) y Evelyn Matthei (Vamos Chile); si alguno de estos últimos triunfaran, gran parte de la región habrá cambiado de color político, enterrando aquellos delirios mesiánicos de “Patria Grande”, pseudo socialista y ladrona, que soñaron Hugo Chávez, Néstor Kirchner, Luiz Inácio Lula da Silva y Rafael Correa.
16/08/2025 a las 11:56 AM
Dr. Avogadro: Descuido increíble en un jurista de su talla. Los sueños irrealizados de «Patria Grande» fueron de José de San Martín, Simón Bolívar y Juan Perón.
16/08/2025 a las 4:27 PM
Apreciado Dr.
Hace bastante tiempo escribí en este espacio sobre lo que imaginaba, puede ser una osadía, sobre el destino de Ucrania. Sobre el final de esta tragedia, creo, que entre Rusia y EEUU se quedarán con Ucrania, y el «pobre» Zelensky tendrá que volver a las tablas o en el peor de los casos buscarse un lugar para el exilio, pues me imagino nadie le personaría, en su pueblo, el final de la historia que imagina este humilde ciudadano del medio de la pampa húmeda.
En cuanto al final de los izquierdosos de la región, amigos inseparables del kakismo, estimo que si la gente piensa un poco, cosa que deberemos hacer nosotros a corto plazo, tendrán una historia de libreto anunciado. Es hora que los pueblos comiencen a pensar un poco, antes de emitir el voto. Con independencia del destino que le deparan los nuevos por venir. Habrá que terminar un día con la costumbre de votar a los menos peores.
En cuanto a la «novela» de Maduro, me atrevo a decir que tiene cuerda para rato. Al menos en la conciencia de muchos quedará el pesar por haberlo sostenido por tanto tiempo. Es de hecho un caso raro. Tan extraño como tantas cosas que la política es capaz de generar en cualquier lugar del planeta.
Ah, olvidaba. Que nos cuentan del escurridizo Don Evo. Otro caso para la historia de esta América tan conmovedoramente desquiciada.
17/08/2025 a las 1:16 AM
TRUMP FUE POR UN ALTO EL FUEGO Y PUTIN LE VENDIO UN AUTO USADO, FLOJITO DE PAPELES.
PENSAMOS QUE, LA SEMANA PROXIMA COMIENZA EL VERDADERO CONFLICTO CON RUSIA.
TRUMP QUEDARA DE LADO Y EUROPA TENDRA QUE ASUMIR SU RESPONSABILIDAD Y APOYAR A UCRANIA, CON SUS FUERZAS ARMADAS Y NO SOLO CON ARMAS.
A PUTIN NO LE CREE NADIE, NI SIQUIERA TRUMP, PERO SU MEGALOMANIA ES TAN GRANDE QUE SE QUIERE LLEVAR EL PREMIO DE CONSEGUIR UNA PAZ, ENDEBLE Y POCO CREIBLE.
LAMENTABLEMENTE LA TORPEZA DE TRUMP FUE UTILIZADA POR PUTIN Y POR DESGRACIA, EL COSTO SERA UNA GUERRA QUE RECIEN EMPIEZA DE VERDAD.
LAMENTABLE LO DE TRUMP, DEFRAUDO COMO NEGOCIADOR.
QUIZAS EN SU VUELO DE RETORNO, DEBE HABER REFLEXIONADO Y HABERSE SENTIDO UN ESTUPIDO, LA CONTRACARA DE PUTIN CON SU SONRISA FALSA.
SE CONVIRTIO EN UN MERCACHIFLE QUE VENDE UN INMUEBLE, NO TUVO EN CUENTA LA DIGNIDAD DEL PUEBLO UCRANIANO, NI LA SEGURIDAD DE EUROPA.
HABRA NOVEDADES EN LA POLITICA MUNDIAL MUY FUERTES, ESTO NO SE CIRCUNSCRIBE SOLO AL CAMPO DE BATALLA.
PROBABLEMENTE NUEVAS ALIANZAS, NO SOLO BELICAS, SINO TAMBIEN ECONOMICAS.
TRUMP SE ARREPENTIRA DE ESTE FALLIDO ACTO ESCENICO.
EN EUROPA, QUIEN PODRA CONFIAR EN EL ?
17/08/2025 a las 9:07 AM
AGENDA 2030
17/08/2025 a las 9:27 PM
Es natural que Trump se preocupe y ocupe de la seguridad y dignidad de su país y conciudadanos. Europa despierta de su largo sueño solo para ver que hay poco que hacer con Ucrania; no irá a una confrontación directa con Rusia porque sería un suicidio. EE. UU. alcanzó su objetivo de evitar cualquier acercamiento entre Europa y Rusia; fracasó en provocar una implosión rusa, pero ya está satisfecho con lo alcanzado. No irá a una guerra de resultado incierto que solo beneficiaría a su rival directo, que observa y actúa con paciencia oriental.