Por Paul Battistón.-

Pequeños detalles que hacen a la diferencia
Sin más persistencia
Que la del ensayo repetido
El gringo cayó abatido
Los humillados cobraron en el banco
Después de oír su cordobesismo exagerado
Le escatimaron la cruz en el blanco
Y fue un Roca quien lo dejó doblegado

El gringo Schiaretti repitió en su última campaña el recurso del rap. El gran simulador de tonada exagerada no se percató de que el tiempo corre ya al doble de rápido y que un reggaetón soez era una tendencia más acertada (por suerte no lo hizo).

Su tonada exagerada ante la necesidad y la ocasión también está superada. No noto que el cordobés clásico y básico está en retracción. El gringo pretendió seguir conquistando con una intencionada tonada en cordobés grave (cordooobes) pero la penetración migratoria (esa que Pichetto calificó de baja calidad) sumada a los ida y vuelta con los nuevos movimientos urbanos del Gran Buenos Aires han corrido el cordobés de grave a agudo (cordobeeees). La aparente poca importancia de este detalle se traduce en una situación de cierta antipatía ante un engaño a la vista (o al oído) sin esfuerzo de disimulo.

Donde tampoco hubo disimulo fue en los $200.000 entregados como subsidio por contingencia climática ¿? Y menos aún los $400.000 entregados a los feriantes sólo por ser feriantes (una especie de protectorado de votos con privilegio de no tributista).

El diputado Agrelo, el mismo que alguna vez ante la posibilidad seria de una candidatura a intendente por una alianza liberal recibió en su contra una fuerte y amenazante campaña de resistencia desde la íntegra casta municipal, es quien denunció públicamente todos estos datos recogidos de la vía pública cuando los cordobeses asombrados veían largas e inexplicables colas en las sucursales de Bancor aunque la maniobra venía desde El banco de la gente (sin existencia física edilicia).

Agrelo se animó a tirar la cifra de 2000 millones de pesos sólo para los feriantes con la extraña condición de: si el gringo gana no se devuelve.

El método lleva varias temporadas desde que lo inauguró el gallego De La Sota. Con diferentes nombres, el procedimiento siempre se repite casualmente en fechas previas a elecciones.

La boleta única cordobesa no estaba destinada a esquivar el “método”, sólo a agilizarlo. La ausencia del control exacto de la cantidad de boletas no impedía el voto en cadena (controlado), lo permitía de una forma más dinámica. Esta boleta única autóctona también ofrecía un casillero para voto de lista completa apropiado para confundir y un casillero para voto en blanco con la intención de capitalizar el descontento lejos de un voto opositor y hacia una dirección supuestamente inútil (que siempre favorece los porcentajes de los oficialismos).

La nueva BUP (boleta única de papel) con su diseño simple y perfectamente contabilizada dio la batalla acertada al voto controlado.

Roque Sáenz Peña resurge aggiornado velando por el secreto protector. El gringo no podrá saber quién de los beneficiarios del banco inexistente no lo votó. Aunque posiblemente ya sabe que el rap no es la última tendencia, que le está errando al cordobés en uso y que la próxima deberá pagar después de ganar.

Quizás sería interesante volver a probar con una encuesta boca de urna llevada adelante por un equipo serio y determinar si este largo período de divergencia de resultados con la estadística ya se subsanó o si definitivamente debemos declarar a la estadística sólo como una diversión para nerds.

¿Habrá ganado Pinky en La Matanza?

Share