Por Luis Américo Illuminati.-
El jury de enjuiciamiento llevado a cabo contra la doctora Julieta Makintach resolvió este martes por unanimidad destituirla como jueza de la provincia de Buenos Aires. La decisión se fundamentó en las graves irregularidades cometidas durante el desarrollo del juicio por la muerte de Diego Maradona y le prohibió volver a ocupar cualquier cargo en el ámbito judicial. Nos parece a nosotros demasiado dura la sentencia pues, cuántos jueces vendidos y funcionales al kirchnerismo («Justicia Legítima») habría que destituir por delitos muchos más graves que una filmación. Vemos en ello algo más que un exceso de celo judicial, tanto en los prolegómenos de la acusación como en desarrollo del juicio. A decir verdad, nos pareció una especie de «auto de fe» como aquellos juicios que se celebraban en la Iglesia medieval contra herejías, ensalmos, brujerías, etc, una buena ocasión para demostrar la implacabilidad de la justicia -dura lex sed lex- un penoso espectáculo donde en la mayoría de los casos los enjuiciados, si no iban a parar a la hoguera se los exponía al escarnio y a la burla pública. En el caso que nos ocupa, si bien la conducta de la jueza es reprochable, hubiera sido más justo y apropiado, aplicarle otro tipo de sanción, no tan gravosa, por ejemplo, suspensión o multa, pero no destituirla como si fuera la peor magistrada de todo el fuero bonaerense y los demás jueces sus colegas un dechado de virtudes, jueces que dejan mucho que desear. Si en el caso se hubiera probado que las miras ocultas de la doctora Makintach eran lograr la nulidad del juicio y así frustrar el proceso iniciado contra los acusados de la muerte de Maradona, o haber recibido un pago previo para dictar la absolución de los mismos, todo el peso de la justicia hubiera estado justificado. Pero el hecho de haber aceptado una filmación de un juicio oral y público, nos parece que no es tan grave como otras conductas donde los jueces han dejado libre por excarcelación o cese de prisión a peligrosos delincuentes que luego cometieron atroces crímenes. Para esos casos, no se ha visto que ningún jurado de Enjuiciamiento actuar tan drásticamente imponiendo sanciones draconianas como a la doctora Makintach. Y ni hablar de las sugestivas demoras de algunos jueces cuando tienen que investigar los hechos de corrupción de altos funcionarios provinciales, causas que generalmente terminan prescribiendo.
19/11/2025 a las 4:20 AM
Soneto de desenmascaramiento 5
La curva parábola en la vida del leguleyo pobretón
Tanta fue tu miseria en tu pasado
y marcó tanto tu alma de amargura,
que un privilegio crees te procura
con dejarte comer, tu nuevo estado.
Mas mira la verdad, mal de tu grado,
y deja de abonar esa locura:
lo que tu ciego orgullo se figura
en tu herido interior, no lo has logrado.
Que sólo por momentos sustraerte
puedes de tu doliente y mucho poco,
y no te ocultarás del ruido loco
de la curva parábola en tu suerte,
pues faltarte por siempre será foco
y recuerdo imborrable, hasta tu muerte.