Por Carlos Tórtora.-

En un movimiento reiterativo, oficialismo y oposición vuelven a estar pendientes de las candidaturas de Cristina Kirchner y Mauricio Macri, mientras el debate sobre si habrá o no PASO se instala como el dato central de la política.

La vicepresidenta está en una posición similar a la del 2019. Tiene un piso alto de votos pero con un techo bajísimo, lo que le auguraría una segura derrota en un eventual ballotage. La novedad es que esta vez le resultaría poco efectiva la táctica de designar un tercero como candidato, dado el pésimo resultado de Alberto Fernández como presidente. Las PASO le darían a ella la chance de dejar que dos figuras del peronismo se disputen la candidatura presidencial, sin tener que hacerse cargo -a dedo- de su designación. Pero a la vez, CFK necesita revalidar permanentemente su condición de jefa indiscutida y si dejara que la candidatura presidencial se dirima por votos estaría perdiendo autoridad.

Así las cosas, lo más probable es que, si Cristina no es candidata, designe una vez más al candidato y lo haga su representante. En caso de ser éste Sergio Massa, como tiene volumen político propio, podría despegarse rápidamente de ella. Pero al Ministro de Economía le esperan meses muy duros y es dudoso que salga del ministerio en buenas condiciones para ser candidato.

En síntesis, el mecanismo de las PASO le resulta indiferente al Frente de Todos, donde lo que prevalece es la última palabra de un liderazgo personalista. Que se suspendan las primarias podría, en todo caso, servirle al kirchnerismo para evitar tener menos votos en las mismas que JXC, ya que esta alianza sí movilizaría el voto masivo a través de fórmulas competitivas.

El misterio M

El interés K por suspender las PASO no tiene relación con el FdT sino con JxC. Ésta encontraría en las primarias el modo no cruento de canalizar su fuerte interna entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich sin que se produzca una ruptura. Y en este punto es donde empieza a terciar Mauricio Macri. Es probable que él quiera ser candidato a último momento pero de ningún modo se expondría a una PASO contra Larreta, que cuenta con una enorme estructura de municipios y de recursos económicos.

La mayor chance de Macri pasaría por la siguiente situación: suspendidas las PASO, la lucha interna podría llevar a la oposición al borde de la fractura y entonces el expresidente podría surgir como un candidato de consenso para preservar la unidad. Claro está que lo del consenso es relativo porque por ejemplo la UCR da claras señales de que considera a Macri como parte de un ciclo terminado.

De un modo u otro, la suspensión de las PASO le daría al fundador del PRO una mayor cuota de decisión y un rol estelar, mientras que las PASO lo podrían convertir en un espectador.

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