Por Otto Schmucler.-
Uno entiende que durante las campañas electorales muchos candidatos (innombrables, que pueden figurar en cualquier lista, porque “Ficha Limpia” duerme en los cajones del Congreso) les den letra a sus publicistas para que éstos imaginen los más enternecedores spots tratando de captar votos.
Así veremos desfilar nombres y caras de procesados con prontuario groso prometiendo acordarse de los “abuelos, los inválidos y los desclasados”. O a Jorge Taiana, con pasado comprometido en Montoneros, en la época del terror que vivió nuestro país hablándonos como un redentor que nos sugiere que hay que “frenar a Milei”.
Pero que Cristina Kirchner diga, en una grabación para su feligresía, desde San José 1111 (su lugar de detención), sin el menor pudor y dándole tono de dramatismo a sus palabras que “el 26 es Milei o Argentina” suena a MUCHO, debería convertirse en la cara de “Loma Negra”.
Hay que tener ¡“cara de cemento”!, ELLA, nada menos, que nos dejó sin el pucho en la oreja (porque se robó hasta el agua de los floreros), quiere retrotraernos al siglo pasado agitando el fantasma del “Yankees go home” como si el “NO alineamiento en favor de occidente” estuviera en discusión, hoy en la Argentina.
Hasta Bolivia, cuyo presidente electo, Rodrigo Paz, que rompió con 20 años de populismo de izquierda (MAS), se comprometió a llevar a “su país hacia el mundo desarrollado,” parece haber comprendido lo que CFK no alcanza o no podrá entender, ya. “El tiempo pasa… nos vamos poniendo viejos” le susurraría un Milanés desde el más allá.
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