Por Carlos Tórtora.-

El creciente aislamiento político del gobierno hace que el rol de Mauricio Macri, el aliado más crítico de Javier Milei, empiece a revalorizarse. El expresidente se mueve hoy en un espacio de silencio y no por nada. Sabe perfectamente que, si continúa así y LLA es nuevamente derrotada en octubre, el PRO se vería arrastrado por ser su aliado más importante. Pero dar el portazo y bajarse del barco oficial no es algo que Macri pueda decidir fácilmente. Si opta por romper, Milei conserva el suficiente poder como para aplicar represalias judiciales o golpear algunos negocios.

Así es que el jefe del PRO está deambulando por distintas opciones y una de ellas, la que más lo separa de Milei, es su fuerte lazo con Victoria Villarruel. A ella le habría prometido que, si le toca asumir la presidencia, el PRO le respondería institucionalmente. En buena medida, la estrategia de opciones múltiples de Macri depende de lo que pase en la elección porteña. El macrismo no festejaría demasiado un gran triunfo de Patricia Bullrich, porque ella podría creerse candidata a presidenta e intentar el vaciamiento del PRO. Pero si ella pierde muchos votos tampoco el partido amarillo saldría bien parado.

Surfeando la crisis

Así las cosas, Macri está intentando una verdadera alquimia: romper sin romper. Esto es, mostrarse todo lo distante que pueda de la Casa Rosada pero sin pasar a la oposición. El inminente colapso del esquema cambiario ideado por Luis Caputo tal vez lo obligue a dar más señales públicas de que ya no respalda a Milei.

Su posicionamiento en la era pos Milei, que ya está comenzando, depende de explotar el hecho de que fue uno de los primeros en enfrentar a Karina y de que no avaló la alianza con LLA en Buenos Aires que sí empujaron Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro, hoy blancos de casi todas las críticas.

Para Milei, en su actual estado de debilidad, el portazo de Macri sería muy grave. Días atrás Guillermo Francos y Patricia Bullrich dijeron, cada uno por su lado, que convendría hablar con Macri. Pero el deshielo no se produjo y cada vez será más difícil.

En medio de estas idas y venidas, Francos habría conseguido que el PRO apoye el proyecto de Presupuesto presentado por Milei.

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