Por Carlos Tórtora.-

Mauricio Macri está en su punto más crítico con Javier Milei. Los obvios acuerdos del presidente con Cristina Kirchner por la eliminación de las PASO, la no sanción de la ley de Ficha Limpia y la integración de la Corte Suprema dejan al jefe del PRO totalmente descolocado.

Algo muy similar les ocurre a los radicales violetas. En una declaración insólita para alguien tan complaciente con la Casa Rosada, el presidente de la bancada radical Rodrigo de Loredo, afirmó que el gobierno está en una estrategia de hiperpolarizarse con Cristina. Y agregó: «la extremidad discursiva de Milei no hace más que engordar a Cristina en esta ultra polarización».

Macri y De Loredo se dan cuenta, aunque tarde, de que Milei ya los abandonó a su suerte y se prepara para restablecer el bipartidismo a través de la eliminación de las PASO. Si le va bien, quedarán entonces sólo dos fuerzas nacionales, el PJ y La Libertad Avanza, y desaparecerán las terceras fuerzas, empezando por el PRO y los radicales violetas. Los macristas no podrían negociar nada con Karina Milei y Santiago Caputo, porque ya no habría primarias. Sólo les quedaría incorporarse a las listas de candidatos de LLA en los lugares que sobran, si es que sobran.

Es también obvio que, con el futuro bipartidismo, Milei confía en que su partido sea el hegemónico y que sean muchos los gobernadores peronistas -hoy son 4- que se reporten a la Casa Rosada.

El PAC-MAN

Interpretando incorrectamente la personalidad de Milei, tanto Macri como De Loredo acariciaron el sueño de ser los grandes aliados de Milei y compartir así su triunfo. Macri y De Loredo acompañaron así a los libertarios en todos sus proyectos de ley y apoyaron la ratificación del veto presidencial a las leyes de movilidad jubilatoria y financiamiento universitario. Así perdieron a sus propias bases y el PRO mide hoy 6,6 puntos en la provincia de Buenos Aires, mientras que el radicalismo no pasa del 3%.

Voraz, Milei les pagó a ambos, dándoles la espalda para pactar con Cristina y dejándolos sin retorno a la oposición. Macri y De Loredo ya no tienen ninguna credibilidad como opositores.

El presidente obedece a una sola lógica, la acumulación de poder, y no se ata a ningún acuerdo político, porque desprecia a la dirigencia y pretende reemplazarla por una generación de CEOs.

Lo que está ocurriendo con Macri y De Loredo es toda una lección para los opositores que se arriman al gobierno pensando que harán carrera junto a los libertarios. Lo más probable es que Milei los use y después los deje en la calle, para llenar las listas de candidatos con las Fuerzas del Cielo y el gordo Dan.

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