Por Carlos Tórtora.-

Ni siquiera Fernando de la Rúa en sus peores momentos se mostró tan alejado de la realidad como Javier Milei anoche. Se abrazó al superávit fiscal como la panacea universal pero con sus propias palabras se descalificó. Dijo que hoy sólo cuatro países en el mundo tienen equilibrio fiscal. ¿Entonces sólo hay cuatro países con desarrollo económico y altos niveles de inversión? ¿Son subdesarrollados entonces Alemania, Francia, Noruega y Australia, que no tienen superávit fiscal?

Pero tal vez el absurdo mayor del discurso fue plantear que el crecimiento económico depende sólo de mantener el equilibrio fiscal. La actual situación argentina demuestra que el problema es bastante más complejo.

De poco sirve el supuesto equilibrio fiscal si debe coexistir con altos niveles de corrupción y falta transparencia, con violaciones a la división de poderes, con intolerancia y violencia verbal contra los que disienten, con concentración de la suma del poder público en dos personas, etc. Ésta es la única explicación porque, después de dos años de desregular y achicar el Estado, las inversiones se alejan cada vez más en vez de acercarse.

Hoy la prensa internacional coloca en el mismo nivel de importancia la red de corrupción que dirige Karina Milei que el inminente colapso de la bicicleta de Luis Caputo.

Confirmando lo señalado, apenas horas antes de que Milei intentara convencer diciendo «lo peor ya pasó», dos nuevos escándalos de corrupción tomaban vuelo. El histórico cajero de Daniel Scioli, Luis Chiche Peluso, le está facturando a la ANSES sumas fabulosas por los servicios de limpieza Linser. Sin licitación alguna, la firma incrementó este año sus servicios en un 225%. Al mismo tiempo, crece el negociado de los rezagos de Aduana, miles de artículos y hasta repuestos de avión, que Karina Milei y Lule Menem le asignaron generosamente a, entre otros, fundaciones del diputado oficialista Lisandro Almirón, de amigos de Martín Menem y a la Asociación de Estudios Estratégicos de Seguridad, que responde a Patricia Bullrich. Es difícil imaginar qué relación tienen los estudios de seguridad con miles de artículos electrónicos.

La anemia política

El patético discurso presidencial también coincidió con el pobrísimo resultado de la operación oficial para captar gobernadores girándoles fondos. Sólo cuatro entraron en el juego. Uno de ellos, el radical chaqueño Leandro Zdero, aliado a LLA, se impuso en la última elección provincial. Pero en octubre caería ante Jorge Capitanich, en franca recuperación.

Si mañana la oposición en Diputados consigue rechazar el veto a las leyes de Financiamiento Universitario y Emergencia en Pediatría, Milei quedaría bastante más aislado. Quien fuera su principal aliado, Mauricio Macri, pasó estos días de buscar la forma de que Milei lo reciba a decirle a sus amigos que no tiene ninguna intención de verlo.

Un rayo de esperanza ilumina a la Casa Rosada, porque el presidente hablará el próximo 24 en la Asamblea General de la ONU y tiene agendada una cena con el Secretario del Tesoro de los EEUU, Scott Bessent. La esperanza libertaria es que haya aunque sea un fugaz encuentro en un pasillo con Donald Trump que permita la ansiada foto.

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