Por Guillermo Cherashny.-

No hubo sorpresas en las dos grandes coaliciones que dominan el esquema político argentino. En efecto, sólo en Juntos -la nueva denominación de Cambiemos- hay PASO en casi todos los distritos, porque hay pocos cargos entrables al congreso y sólo quedan CABA, Mendoza, Corrientes y Jujuy para repartir cargos ejecutivos.

Juntos renueva 60 diputados nacionales y el gobierno 51 por las elecciones del 2019, donde Cambiemos ganó con el 42% en todo el país, y seguramente perderá legisladores, salvo que obtenga más del 50% de los votos, que es prácticamente imposible. Puede ocurrir sí que obtenga un porcentaje mayor a nivel nacional que el gobierno nacional pero nunca lo superaría en bancas en la cámara baja.

En la provincia de Buenos Aires, el oficialismo tiene que renovar 15 lugares, porque Unión Ciudadana obtuvo 15 y el Frente Renovador de Sergio Massa 4, pero uno de los suplentes, la «Oveja» Sarghini, integra el bloque de Lavagna, y José de Mendiguren no ocupa su lugar, porque está de licencia en el Bice. Entonces, con acercarse al 40% en la PBA, aseguran esas 15 bancas pero, si obtiene el 43/4%, sumaría 2, en tanto Juntos renueva 14, porque obtuvo 15 pero Ansaloni se pasó al FDT y, como se espera un 35/36%, obtendría 12 lugares.

En CABA renueva 10 y es casi imposible que recupere ese número y el FDT renueva 3, que los tiene asegurados. Es cierto que Juntos ganaría en Mendoza, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, pero ahí el frente ya hizo mala elección en el 2017 y, por tanto, es posible que sume legisladores como puede ser uno por Santa Fe.

En el resto del país, Juntos va dividido y ni siquiera tienen PASO como San Luis y Salta y no tiene chances en Río Negro. En conclusión, Juntos puede obtener el 38% a nivel nacional y el FDT el 37% paro sumar más bancas que la coalición opositora.

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