Por Guillermo Cherashny.-

Ya dijimos que el PRO es una estructura de negocios que tiene una rama política que es el partido PRO, que preside Patricia Bullrich, pero esa estructura de negocios -principalmente en el maxikiosco de CABA- se molestó mucho con la declaración de Juntos por el Cambio de ayer, donde criticaron el endeudamiento en pesos del gobierno, porque en realidad ese exabrupto tenía por objetivo provocar un derrumbe del mercado de pesos para provocar una explosión económica donde volara todo por el aire como quiere Macri para lanzar su candidatura. Pero la plata de la campaña presidencial 2023, que se calcula en 200 millones de dólares, no está toda en esa moneda sino que más de la mitad está colocada en pesos, en bonos del gobierno y también en bonos en dólares, más acciones en el Merval y en Wall Street, que subieron mucho desde que Sergio Massa asumió el ministerio de economía. Es decir, economistas de Juntos por el Cambio que no manejan fondos de campaña ni tienen inversiones en los mercados armaron ese disparate económico que provocó una baja generalizada de bonos y acciones pero que se recuperó cuando Economía anunció una recompra de bonos de la deuda por 200 millones de dólares.

Políticamente también fue un disparate, porque hizo recordar cuando Lacunza referfiló la deuda en pesos originada por Dujovne y Sandleris al generar una emisión de letes en dólares al 7% anual que llegó al 8% del PBI y que obligó a su sucesor Hernán Lacunza a reperfilar, lo que causó estragos en el mercado y demostró que Juntos por el Cambio tiene en la cabeza hacerlo de nuevo y dejar colgados a los depositantes en pesos, es decir, al ciudadano común al que dicen defender.

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