Por Otto Schmucler.-
Sí, es el mismo que otrora, cuando abrazaba los ideales de justicia como lucha inclaudicable desde la vereda de los fiscales, que un día se dio cuenta de que los corruptos pagaban mejor que nadie para que los defendieran, casi sin avisar se cruzó de vereda en busca del dinero groso.
Allí lo estaban esperando, con los brazos abiertos un selecto grupo de korruptos dispuestos a llenar su billetera (y tal vez algo más) a cambio de las jugarretas que don Maximiliano conocía al dedillo de sus años como fiscal. Y se fundieron en un abrazo solidario, porque él, como hombre de la justicia no podía soportar el lawfare al cual se estaba sometiendo a la ex Presidenta de nos los argentinos (decía, mientras se acomodaba la lujosa corbata de seda italiana entre su prominente abdomen y el cinturón XXXXL).
Así expresaba su posición en todos los programas y canales de TV a los cuales se lo invitaba (para que dijera esto del lawfare).
Después, perdió algo de protagonismo ante la llegada de otro que no toleraba el lawfare, Carlos Beraldi, que seguramente le hizo mejor precio por sus servicios o le dio facilidades de pago, vaya uno a saber (eso sí, los honorarios en verdes, eh).
Por suerte para Rusconi, son muchos los tramposos que necesitan ser defendidos y entonces se puso del lado del exministro de Planificación, Julio De Vido, que hubo sido echado del Congreso por inhabilidad moral. Pobre Don Julio (no la parrilla) y hoy, intentó embarrar la cancha (para eso lo contrataron) pidiendo la recusación del tribunal en pleno por temor de prejuzgamiento dado que los mismos jueces lo condenaron en otro caso, la importación de GNL habiendo realizado allí una valoración negativa de su defendido al haberle atribuido responsabilidad penal en aquella causa.
El tribunal, después de haberse tomado todo el día para rechazar in limine el planteo, pudo entonces continuar con la lectura del requerimiento de elevación a juicio sólo por unos pocos minutos hasta la finalización de la audiencia del día (buena jugada, Maximiliano).
Seguramente, en las charlas de sobremesa, dirá que este país tiene pocas chances de salir adelante debido (no De Vido) a la corrupción existente.
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