Por Hernán Andrés Kruse.-
“Se sostiene a menudo que en esta primera estancia europea Sabato escribió su primera ficción. Cuenta con alrededor de 25 años, pero ya la experiencia recorrida apunta hacia un rumbo. Necesita escribir sobre él. Ya lo apunta Dostoievsky en Memorias del subsuelo: “¿De qué puede hablar un hombre honesto con la mayor satisfacción? Respuesta: de sí mismo”. La ficción llevó por título tentativo “La fuente muda”. Lector de Antonio Machado, poeta melancólico y trágico, tomó Sabato aquellos versos: “Está la fuente muda, está marchito el huerto”. La novela será abortada. Suena más creíble que tardó un tiempo, un par de años, en escribirla, cuando de nueva cuenta se halle en París en 1938 en condiciones más favorables y frecuente el último estertor del surrealismo.
Nunca se sabrá de ella como texto terminado, pero la revista Sur publicará un largo extracto en noviembre de 1947. En este valioso capítulo, poco conocido, se encuentran ya las preocupaciones fundamentales de lo que tratará toda la novelística posterior. Pero aquí no se trata de los mansos fantasmas del mal del pasado: la ignorancia a la que aludía Sócrates o la imperfección que señalaba Leibniz o la contradicción de Kant. “Desde los griegos —razona Sabato—, por lo menos, se sabe que las diosas de la noche no se pueden menospreciar, y mucho menos excluirlas, porque entonces reaccionan vengándose en fatídicas formas […]. Y lo grave, lo estúpido es que desde Sócrates se ha querido proscribir su lado oscuro. Esas potencias son invencibles. Y cuando se las ha querido destruir se han agazapado y finalmente se han rebelado con mayor violencia y perversidad”.
El interés de Sabato estará posicionado en la tierra oscura del daño y de sus extremos. El Sabato de Abaddón el exterminador, la “novela total” de 1974, tercera y última de su carrera, está expuesto como embrión en este capítulo. El argumento de “La fuente muda” ya lo ofrecía Gilbert Keith Chesterton en El hombre que fue jueves, mencionado en el inicio de aquel capítulo. Lo más natural, la conspiración más natural, pasa inadvertida. El escritor inglés no es una referencia azarosa, es una alusión clarísima a las preocupaciones metafísicas, que son eternas e inherentes a la condición humana. El hombre que fue jueves no sólo es una novela policial. Usa el artificio de la conspiración para dotar la trama de la novela.
Pero la ficción de Chesterton es una interrogación. Es distinguible que Sabato arroja una clave de lectura. Un ajuste de cuentas en el interior de una secreta organización revolucionaria da inicio a “La fuente muda”. Personaje principal del relato, Carlos, el hombre al que se le ha encomendado la ejecución y alrededor del cual gira en gran parte la historia, dice: “Es un simple acto de autodefensa proletaria”. Los motivos y los móviles de la ejecución son el pretexto para Sabato de su tratamiento novelístico de aquello que le preocupa. ¿Qué asunto en el límite, como sostiene Karl Jaspers, no es sino un ajuste de cuentas, un crimen? Aquellos personajes que se enfrentan a la muerte o están en el borde. ¿No es Carlos un fanático revolucionario? ¿No son todos los revolucionarios unos irremediables fanáticos?
Aquello que le preocupa a Sabato son los móviles y los rostros de las pasiones y sus extremos. ¿No son las pasiones, en la transgresión de los límites, sino un rostro claro del “demonio”? Sabato escribe: “Lo arrastraron hasta el charco, mientras gritaba y se agitaba como un loco. Con gran esfuerzo le hundieron la cabeza en el agua barrosa. El muchacho adquirió entonces una fuerza sobrehumana, se retorció furiosamente y logró todavía sacar la cabeza y gritar, con la boca llena de barro, con una voz que ya no era la de él: “¡Mamá! ¡Mamita mía!”. Con tremendo esfuerzo le hundieron nuevamente la cabeza en el barro y sus gritos se ahogaron. Sólo se oía una especie de gruñido sordo. El cuerpo se retorcía con una fuerza gigantesca. Pero poco a poco fue cediendo hasta que, finalmente, su cuerpo se aflojó y cayó sobre el charco, inerte. Esperaron un largo rato, sin decir nada. Cuando vieron que no se incorporaba más, aflojaron los brazos, se enderezaron y se miraron”.
¿No intentó Sabato ahogar a su hermano menor? ¿No huyó Sabato de la “fuerza gigantesca” con la que operaban los artífices del comunismo? En pleno ascenso de los procesos de Moscú, ¿no hubiera acabado Sabato en Siberia de haber pisado la urss? ¿No es el escritor un testimonio de su propia realidad? ¿No es éste el llamado “acto de compromiso”? ¿Aquel de hablar del mundo mediante lo que realmente conoce, vive y le atormenta? Como decía Søren Kierkegaard: “Se alcanza la universalidad indagando en nuestro propio yo. Entre más se hunde el sujeto en sus abismos, más se descubre al otro, es un movimiento de intersubjetividad”.
Reflexiones metafísicas aparecerán en la ficción sobre el mundo y sobre la vida. La ejecución no fue sino el enfrentamiento de la madre —la vida— contra la muerte. Observación metafísica que desarrolla Carlos, el asesino intelectual: Ese muchacho era un delator pero era también un ser indefenso en medio del barro, un ser necesitado de madre, de una madre que era indefensa, remota, ignorante de esos instantes preciosos en que el gran enemigo se llevaba a su hijo. En otro lugar, en su niñez, Carlos gustaba de estar en un cuarto donde veía imágenes de un general. Unas instantáneas de una historia que contaba su abuelo, descendiente del coronel Sullivan, compañero de armas de San Martín.
En ese cuarto Carlos observaba tres cuadros. En el primero estaba un hombre negro y feo pero bien vestido, en el interior de un salón. En otro estaba el mismo hombre besando la mano de una señorita muy hermosa y había un señor medio escondido detrás de una puerta que los espiaba. Un tercero, donde estaba el negro matando con un puñal a la señorita que estaba acostada en una gran cama que parecía una casita y el negro estaba como una fiera. Es la historia de una tragedia: “el hombre fue chantajeado. Creyó los rumores sobre que su mujer le engañaba con su mejor amigo y el hombre, dominado por los celos, resolvió matarla a puñaladas”. ¿No advierte ya este pasaje la composición del drama en el que estará envuelto Juan Pablo Castel, el personaje principal de El túnel? ¿No es el drama de este pintor cuyos celos e imposibilidad de comunicación lo carcomen y lo orillarán a hundir el cuchillo, una y otra vez, en el vientre de María Iribarne, su amante?
En la ficción, la madre de Carlos sufre por y con su hijo. La madre especula si el mismo nombre de Carlos, que le puso a otro hijo que murió, es el responsable de sus extraños comportamientos, como el sonambulismo, y de su extremada sensibilidad” (Sabato). En sus intentos de desciframiento, ¿no está Sabato novelando ese acto de nombrarse Ernesto tal cual lo resolvió su madre, el mismo nombre que su hermano inmediatamente mayor, “Ernestito”, muerto a los dos años de vida? En otro momento, Carlos niño quería saber cómo era Dios. Las preguntas de Carlos son tan graves como fundamentales: ¿Dios es como un hombre muy grande? ¿Y si uno piensa cosas malas, qué hace Dios? ¿Y cómo castiga Dios? ¿Y a los que hacen cosas buenas Dios los premia? ¿Y cómo los premia? ¿Es bueno ser pobre? ¿Prefiere Dios a los ricos? (Sabato). “La fuente muda” concluye con la narración simultánea de un sueño de Carlos cuando niño.
No es un error concebir esta última parte del relato como el primer intento del tratamiento de una tierra amorfa. Carlos es un sonámbulo. ¿No fue Sabato un niño sonámbulo? ¿No fue uno que sufría de noche y le aquejaban las pesadillas? Una primera narración describe, desde afuera, el periplo del sonambulismo. Aparecen unos diálogos sobre la Segunda Guerra y al final el encuentro con un personaje secundario que recuerda que Nina, la madre, tiene un hijo sonámbulo a quien, con los ojos alucinados, lleva de los brazos a su casa. La otra narración es surrealista. El periplo del sueño es una alucinación. No hay intención alguna de hacer pausas de escritura, sino una recreación vivencial a partir de un largo aliento. Esta última composición escritural del texto, el desprecio por la claridad y lo circunspecto, advierte que Sabato ha intimado con los surrealistas y abreva de sus formas. Sugiere que los años de escritura de “La fuente muda” fueron los últimos de la entreguerra, e incluso posteriores.
En atención a este texto, se puede advertir desde ya el tipo de preocupaciones filosóficas y espirituales que viven en su ficción. Si la atracción de Sabato hacia el último estertor del surrealismo fue casi de modo natural, y en consideración de que el interés del surrealismo recayó en lo feo y lo sádico, el suicidio y la soledad, lo misterioso y el remoto pasado, el surrealismo le encendió la flama, dramática y violenta, de su lado más oscuro y ambiguo. “En el periodo del Laboratorio coincidió con esa mitad de camino de la vida en que, según ciertos oscurantistas, se suele invertir el sentido de la existencia. Durante ese tiempo de antagonismos, por la mañana me sepultaba entre electrómetros y probetas, y anochecía en los bares, con los delirantes surrealistas. En el Dôme y en el Deux Magots, alcoholizados con aquellos heraldos del caos y la desmesura, pasábamos horas elaborando “cadáveres exquisitos” (Sabato).
En 1936 Sabato regresa de manera clandestina a Buenos Aires. Para él terminó la aventura revolucionaria. No fue un comunista de sala de lecturas o de café. Retoma los estudios de ciencia en la Universidad de La Plata. Jorge Federico, su primer hijo, nace el 25 de mayo de 1938. La Revista Astronómica, editada en la capital argentina, publica en 1937 una monografía suya titulada “Cómo construí un telescopio de ocho pulgadas de abertura”. Obtuvo el grado de doctor en ciencias físico-matemáticas por la misma universidad en 1938. Nadie sospechará que ese mismo año, cuando el profesor Houssay, premio Nobel de Fisiología en 1947, le otorgue una beca de todo un año para trabajar y estudiar en el Institut Curie en París, el contacto con el surrealismo precipitará su desencuentro con la ciencia.
Instalado con su mujer y su hijo en Francia, se dedica a las radiaciones atómicas. Renta un departamento en la Rue du Sommerard. Presencia la inmediatez de la fragmentación del átomo de uranio de 1938, acontecimiento que dividirá a la humanidad en dos a propósito de la bomba atómica. A la manera del doctor Jeckyll y míster Hyde, Sabato será un físico de día en París pero por las noches frecuentará a los surrealistas. Situado en las antípodas de la ciencia, el surrealismo, la patria de la sinrazón, de la noche y del inconsciente, de los mitos y de los símbolos, pondrá bombas definitivas a los cimientos de su relación con aquella límpida catedral. En París la vocación literaria de Sabato retoma sus fueros. No serán pocos los escritores latinoamericanos que la despierten o la cultiven en Europa. No son pocos los que sostienen que París fue la meca literaria del siglo xx.
Fue el pintor canario Óscar Domínguez, encarnación viva del surrealismo, alcohólico y generoso y con quien afianza una profunda amistad, quien le sugirió que abandonara “esas tonterías” —pruebas de radiación atómica— que estaba haciendo, para dedicarse a pintar. No cederá con respecto a la pintura, pues le gusta el dibujo, pero la lleva a cabo junto con la escritura de ficción. Nadie sabrá que el argentino se dedicará con furor a la pintura los últimos 20 años. Por otra parte, el affaire que sostuvo Sabato con una aristócrata rusa, por esos años, provocó el alejamiento de su mujer. “Recuerdo la tarde en que la dejé en París, para irme con una mujer que había sido condesa en los años previos a la Revolución Rusa. La agitación que vivía durante el periodo surrealista era tal que, finalmente, abandoné a Matilde en el puerto, con el pequeño Jorge en brazos, cometiendo un acto horrendo que jamás ha dejado de atormentarme” (Sabato).
Estallada la Segunda Guerra, alejado de París y tras una breve estancia en el Massachusetts Institute of Technology —donde publicó un trabajo sobre rayos cósmicos—, empujado por el surrealismo, le explotó aquella intuición de tiempo atrás de abandonar la ciencia. A su regreso a Argentina en 1941, se desempeña como astrofísico y en los cursos de doctorado en La Plata enseñará física de Einstein o teoría de la relatividad. Tocó la cima de esa impresionante torre llamada ciencia pura, ese recinto de la razón y del mundo diurno o de los conceptos puros. Abandonará la ciencia cuando se difunda su primer libro de ensayos, Uno y el universo (1945). Sumaba 33 años cuando, en un rancho en la provincia de Córdoba, al lado de su mujer y de su hijo, sin luz eléctrica y sin calefacción alguna ni agua potable, se refugió todo un año para sentarse a escribirlo. Primer ensayo publicado en la trayectoria, fragmentario y de aforismos.
Para ponderar sobre lo escrito, de algún modo le favorecerá que Perón en el poder hostigue y despida, si eran profesores, a la intelectualidad crítica y disidente de su gobierno. Sabato lo era. Perón los acosará durante sus dos periodos presidenciales consecutivos (1945-1951 y 1952-1955), hasta que el golpe de septiembre de 1955 lo derroque y el líder resuelva marchar al exilio en España. No es un misterio que la intelectualidad opositora haya apoyado el golpe, Sabato incluido. Uno y el universo no sólo le mereció el premio que otorga la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al mejor libro publicado ese año, sino también la crítica furiosa de sus pares. Houssay le retirará el saludo. Algunos tratarán de disuadirlo e irán a verlo a la sierra de Córdoba pero no abdicará de la decisión.
Le costó cerca de un lustro el arrojo del abandono. Renunció a la ciencia para dedicarse por entero a escribir. No fueron escasos ni ligeros los razonamientos que esgrimió Sabato para el incendio de sus barcos. De honda naturaleza filosófica y metafísica, las primeras páginas de Uno y el universo ofrecen una buena serie de ellos. ¿Podrían ser de otra índole? Este primer ensayo es un testimonio de un tránsito, no sólo de una renuncia. ¿Qué clase de significación social está contenida en esta decisión? La resolución está conectada con la principal crítica social que se ha hecho al capitalismo como sistema social desde el siglo xviii por lo menos. No es la decisión de Sabato la única en su especie ni pasa como original, pero se encuentra entre las radicales o las certeras en cuanto al ejercicio de la crítica. La renuncia semeja, si se mira de cerca, a un grito de horror frente a cómo la ciencia y sus aplicaciones técnicas destruyen sobre todo los lazos sociales (Durkheim).
El historiador húngaro Karl Polanyi dedicó todo un libro, La gran transformación, a demostrar que al capitalismo de libre mercado le interesa más bien poco la suerte de los humanos. Si Sabato encarnó una defensa de las bajas pasiones que habitan en el hombre cuando cinceló dos de sus personajes de ficción más conocidos, el pintor Castel y el asaltante de bancos, lector de Hegel, Vidal Olmos; si Sabato, además, postuló la ficción como medio por el cual el hombre de nuestro tiempo podía encontrar una suerte de salvaguarda frente a los “tiempos de crisis”, caracterizados por los efectos negativos y no previstos del industrialismo, la técnica y la adoración por la técnica en las relaciones sociales; si Sabato, asimismo, rechazó el género clásico policial por endiosar a la razón en el terreno literario; si Sabato, en resumen, concentra todo lo anterior, es porque fue un decidido exponente de las contradicciones del hombre en el género de la novela del siglo xx.
En Sabato hubo una reivindicación de la ensayística para encauzar, profundizar o contornear su obra, así como su crítica y pensamiento. Ya desde 1941, gracias al vínculo reactualizado con Henríquez Ureña, y a expresa invitación de José Bianco de publicar con regularidad, Sabato se desempeñó como colaborador de la prestigiosa revista Sur. Reseñó La invención de Morel de Bioy Casares y realizó un par de traducciones del francés al español. Prologada por Borges, La invención de Morel le sirvió a Sabato para polemizar con el género policial al ironizarla con la expresión “geometrización de la novela”. A diferencia de Borges y de muchos otros, Sabato reniega de los juegos de ingenio o, como decía Kant, del uso privado de la razón por medio de un detective. Hombres y engranajes (1951) abundará en los juicios críticos hacia la ciencia. Aunque separados por seis años en cuanto a la publicación se refiere, los dos ensayos confirman que Sabato es una expresión destacada en este género.
¿Es el ensayo un género literario? Fue Georgy Lukács quien en 1911 identificó y reivindicó la ciudadanía artística del ensayo. Un género que ha sido un verdadero campo de cultivo desde la Patagonia hasta el río Bravo durante los siglos xix y xx. En la ensayística de Sabato se reconoce de inmediato claridad argumentativa y potencia en la metáfora, brevedad y consistencia, crítica mordaz y vivencia intelectual. Un ars combinatoria, como decía Max Bense, entre la crisis de nuestro mundo y el arte de la crisis. Sabato observa rostros o movimientos de la ciencia pura que son objetos de su crítica punzante. No expresa la crítica como un improvisado ni como amateur de la ciencia. Tampoco como resentido. La sostiene un físico, quien fuera físico, que tocó las últimas fronteras del campo. Un ex físico que reconoce a la ciencia la capacidad de autocrítica y la rigurosidad, quizás imprescindibles motores de sus avances y de sus logros, acaso interiorizados en Sabato, lo que lo orillará a la renuencia de publicación.
Porque es abstracta, la ciencia pierde en contenido. Lo que gana de pureza conceptual extravía lo impuro. Procesa magnitudes de onda, por ejemplo, con el canto de un pájaro. Registra una variación en los grados de temperatura, pongamos, cuando dos cuerpos se aman. Mide la frecuencia de los decibeles, digamos, cuando el padre reprende a su hijo. Prohibido tiene la ciencia, en cambio, la digresión si era una melodía para lo primero. Poeta como era, Borges se preguntaba si el canto de unos pájaros lo interpretaban los sirios de siglos remotos de igual modo que nosotros ahora. Vedado lo tiene la ciencia si era una pasión para lo segundo o si era el aplastamiento de una suerte de rebelión en la mesa familiar para lo último.
No pese a que es abstracta, sino a causa precisamente de su abstracción, la ciencia busca sentencias cada vez más universales, cuya jurisdicción sea cada vez mayor, aquí en la tierra como en el cielo. Esta innegable virtud es al mismo tiempo su pecado. No tiene vínculos concretos con la carne y el hueso del hombre. El habla cotidiana, lo local, lo comunitario, los lazos inmediatos y las pasiones, las fantasías, la angustia y los instintos, la carne y el espíritu, la muerte o Dios. Todo lo fundamental que hace al hombre ser hombre. Su evidente abstracción, de geodésicas y algoritmos, no sólo la desconecta de lo humanamente concreto, sino que la ciencia pura se aparece frente al hombre de manera ininteligible. Sin duda, el hombre podrá usufructuar y al mismo tiempo padecer las aplicaciones técnicas, poderosas e imperiosas.
Pero el hombre ya no entiende todos sus misterios. Como los milagros, la ciencia es un misterio para él. Una sensación de abandono y de desconfianza, de incertidumbre y de desfallecimiento, de perplejidad o de orfandad y de destrucción. Pregúntenles, si no, a la bomba atómica y a los campos de concentración. La ciencia pura no le basta a Sabato. Es imposible que sea capaz de sumergirse en la condición humana, de ponderar un juicio: ni todo execrable ni todo admirable. La humana búsqueda del universo platónico se hace imposible para hablar del mundo de la condición del hombre. Contradictorio e impuro, las propiedades que ya Heráclito de Efeso le adjudicaba al movimiento. Aunque le aterra su poder, no es el de Sabato un desprecio de la ciencia.
El del escritor es un llamado a no buscar en ella lo que no puede ofrecer. Es una advertencia para no endiosar a la razón pura. A tasarla en su justa y adecuada dimensión. La razón pura sirve para la demostración de un teorema o para la construcción de un puente. No se sigue, sin embargo, que la condición humana opere con base en razones puras o que lo haga únicamente por medio de ellas, o de aquellas otras variantes que no dudan en postular que el alfabetismo o la electricidad ratifican la conducta inherentemente racional. Basta mencionar la Alemania de Hitler, país civilizado y culto, que desató el infierno. Lo ambiguo, lo terrible, lo metafísico, no sólo la razón, forman parte también del hombre. Con los grados de alfabetismo no se puede sustraer la sinrazón, los celos y la envidia, la ambición y los deseos, las pasiones y los símbolos, los mitos y las cavilaciones metafísicas.
Si bien Sabato cultiva el ensayo, es la ficción el terreno por excelencia donde habrá que encontrarlo. Habrá que descifrarlo en sus personajes de ficción, en esa tierra oscura y amorfa donde Sabato intentó desentrañar el asunto humano. Porque el ensayo se hace sólo con razones puras, aunque concienzudamente busca la frase bella o cultive la metáfora, la ficción da un paso más adelante. A manera de doble nacionalidad, la novela que hace Sabato tiene raíz en la razón y en la investigación de las bajas pasiones o las cavilaciones metafísicas. Buscó una suerte de síntesis de los dos opuestos. Los personajes de Sabato expresan ideas, dialogan, ensayan o filosofan. Casi todos son personajes intelectualizados y todos expresan sentimientos y tribulaciones, algunos con mayor claridad que otros. Los dilemas de Castel o Vidal Olmos son opacos e inmorales.
La ficción de Sabato busca la investigación de estos dos polos opuestos; por eso mismo sus novelas buscan la totalidad. No del todo El túnel, porque su incursión está cargada hacia el lado oscuro. Jaspers sostenía que los grandes dramaturgos de la antigüedad vertían en sus obras un saber trágico, que no sólo emocionaba a los espectadores, sino que los transformaba. De algún modo eran educadores de su pueblo. Pero, añade Jaspers, ese saber trágico se transmutó en fenómeno estético, y tanto el auditorio como el poeta abandonaron su grave seriedad primitiva, para proporcionar imágenes sin sangre. Con sus novelas, Sabato se ha propuesto la producción de ese saber. Es imposible leerlo sin advertir que estamos frente a la revelación de algo grave. Se lo propuso Sabato y quizá lo haya logrado. Sin duda depende también de los lectores, de ese auditorio que quiera volver, que esté preparado para descifrar lo grave, y para que el ejercicio de lectura le transforme la (visión de la) vida”.
(*) Fernando Rodrigo Beltrán Nieves (Universidad Nacional Autónoma de México): “Ernesto Sábato: un retrato biográfico (Revista Mexicana de Sociología-Volumen 79-Número 4-2017-Distrito Federal-México).
13/08/2025 a las 10:18 AM
KA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Secretos de la reunión Macri-Karina, el «plan platita» que evalúa el Gobierno y las picardías en la elección de candidatos
Luciana Geuna
Fuente: TN
(*) Notiar.com.ar
9/8/025
Desde hoy, con las alianzas inscriptas en la Justicia, queda diseñado el mapa de la oferta para las elecciones de octubre, cuando se resolverá el gran dilema político del momento: cuál es el caudal de apoyo de la sociedad al Gobierno, cuánto pesa el peronismo y si se abre o no alguna alternativa en la avenida del medio.
Son todas preguntas que pueden parecer respondidas por anticipado, pero que sólo tendrán validez cuando vote la gente, una sociedad que parece cada vez más ajena a la agenda de intereses de la política.
Por eso hay una desesperada carrera en “la casta” que permite acuerdos exóticos, alianzas inesperadas y rupturas difíciles de explicar. Es la pelea por la supervivencia. Las escenas del PRO en la definición de la alianza porteña dejaron anécdotas inolvidables, lo mismo que el encuentro de Karina con Macri en Olivos, y ni hablar del peronismo con las rebeldías de Grabois y algún operativo clamor por Máximo Kirchner. Si se observa el movimiento de las candidaturas que deberán definirse antes del 17 de agosto, la adrenalina es total. ¿Cuáles son las sorpresas y los pases inesperados?
MACRI Y KARINA
Fue la primera vez que Mauricio Macri y Karina Milei compartieron una reunión a solas. Y la segunda que se encontraron en la quinta de Olivos, en la zona que se conoce como Jefatura de Gabinete, donde el Presidente tiene un despacho que casi no usa y su hermana habita el que está a una puerta de separación. Ahí, Karina recibió a Macri el miércoles a las diez de la noche con una sonrisa. Estuvieron una hora y media conversando.
Para el ex presidente, fue un revival y una reparación: la última vez que había visitado esa oficina se había ido agotado y confundido, después de una reunión de tres horas con Karina y Santiago Caputo, a la hora de la cena, donde no le ofrecieron ni un café ni un tostado, pero sobre todo no le ofrecieron una propuesta de colaboración más presente en los “cargos técnicos” que Macri decía proponer para ayudar en la gestión del Gobierno.
Eran los principios de la gestión Milei, un momento en que el ex presidente daba por obvio que su injerencia sería mayor y donde, por el contrario, empezó a crecer entre la hermana y el asesor una desconfianza contra el titular del PRO que sólo aumentó hasta producir la batalla de las elecciones porteñas, que dañó al partido amarillo de un modo que cambió completamente la modalidad de la conversación. Quedó a la vista.
El miércoles, Karina fue mucho más amable y Macri salió contento. Ella le explicó “por qué hace lo que hace”. “Es porque es necesario fortalecer la marca del Presidente”, dijo la hermana presidencial. Él sostuvo que el país está en zona de riesgo y que, por eso, insiste en aliarse. En diez días partirá al Mundial de Bridge en Dinamarca y se desentenderá por un tiempo de la competencia electoral, pero en su interior está convencido de que fue el comienzo de una conversación que puede darle réditos.
NO MORIR
“No voy a ir a una competencia para morir”, le dijo el lunes a la mesa chica del PRO para explicar su posición firme de acordar con LLA. El Consejo Directivo y los gobernadores amarillos se juntaban para definir una posición frente al veto presidencial de la ley de actualización jubilatoria y de emergencia en discapacidad, pero era obvio que la única definición del día iba a estar en acordar o no con La Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires, en una mesa reducida de cuatro personas: Jorge Macri, María Eugenia Vidal, Fernando de Andreis y el ex presidente.
Y, a pesar de que el titular del PRO había entrado al encuentro quejándose frente a los móviles de televisión del “exceso de posición dominante” de los libertarios, lo concreto es lo que se vio rápidamente: venía buscando un acuerdo y ya estaba decidido a sostenerlo. “No quería otra pelea salvaje como la de mayo”, dicen a su alrededor. Es una encrucijada curiosa: firmó el acuerdo por la supervivencia del PRO, pero en su partido muchos dirigentes creen que acaba de matarlo.
Frente a Vidal, que no estaba de acuerdo con la alianza, le propuso ser ella una de las candidatas. La exgobernadora respondió que no iba a participar, pero nadie habló de algo todavía más enroscado en la dinámica de la negociación que se venía dando con Pilar Ramírez, jefa de LLA y mano derecha de Karina. La hermana del Presidente vetó a Vidal como opción.
Es decir, en el acuerdo no se pactó sólo que el nombre y el color serán libertarios, sino que además LLA tiene poder de veto en el quinto y sexto puesto de la lista que ocuparán los postulantes del PRO. Frente a esa negativa, Macri ya tenía las alternativas: De Andreis, Hernán Iglesias Illia y Jimena de la Torre, los dos últimos autores de los discursos cuando él ocupaba la presidencia.
Durante el lunes, primero sucedieron horas de discusión en una mesa grande donde no todos se escuchaban bien, y donde, en un momento, Jorge Macri se levantó como para no volver, pero después volvió y Cristian Ritondo se despabiló con una supuesta frase de Mauricio: “¿Qué más les podemos pedir?”, escuchó el jefe del PRO bonaerense y respondió rápidamente: “Nosotros no vamos a extorsionar”. Fue apenas tres días antes de reaparecer con un canguro violeta agarrando la bandera de “kirchnerismo nunca más”, que imprimieron los libertarios como lanzamiento de campaña en un barrio de Villa Adelina, La Matanza, en la tercera sección electoral.
Ayer estallaron los chats amarillos con los comentarios sobre la participación de Ritondo y Montenegro en esa imagen. A pesar de que estaba José Luis Espert, a Diego Santilli no lo invitaron a participar. “Un tipo con suerte”, decían.
El PRO sobrevive una convivencia delirante: Ritondo cuida su acuerdo en Provincia, Vidal —que era la principal candidata porteña— se aleja de las políticas del Gobierno y se baja de la competencia, Macri (Mauricio) decide por sobre la voluntad de Jorge Macri (a quien no le dieron espacio para opinar sobre los candidatos y se convierte en el único gobernador que no presenta listas), y el intermediario de toda esa negociación entre el PRO porteño y Karina y Santiago Caputo fue el “Tano” Angelici, binguero y dirigente radical, que ayer se seguía mostrando desorientado por la definición porteña. Así están las cosas.
Hacia adentro del razonamiento de Macri, entienden que ir por fuera los dejaba expuestos a una segunda paliza mucho más dañina y definitoria que la de mayo. En rigor, el miedo desde entonces es la gobernabilidad en la Ciudad. El resultado de la elección desdoblada a legisladores dejó al oficialismo porteño como tercera minoría: primero el peronismo, segundo los libertarios y cuarto Horacio, que está aglutinando los restos de lo que fueron los partidos de Juntos por el Cambio.
Si hace fuerza, hasta podría convertirse Larreta en la tercera minoría. Hay que reconocer que otra batalla con los libertarios dejaba al Gobierno porteño en estado de vulnerabilidad total. Karina prometió el fin de los ataques de su bloque en la Legislatura. No tanto una colaboración, pero por lo menos un cese de hostilidades.
La reunión con Karina llegó después de 24 horas de cruces de versiones y miedo a la indefinición. Hay que prestar atención a otras zonas más ocultas de las negociaciones. La Procuración del Tesoro (los abogados del Estado nacional) tiene hace mucho rato pendiente de firma un dictamen sobre el tema Correo, el asunto que más preocupa al ex presidente en sus frentes judiciales. En medio de las peleas de mayo, hubo intenciones en la Rosada de resolver ese pendiente. Ahora, fuentes de acceso directo a ese expediente aseguran que está dormido.
DANZA DE NOMBRES
El cierre de alianzas dejó un mapa bastante claro de una batalla entre dos fuerzas en pugna, que se relaciona con el concepto que buscó ayer el Gobierno cuando provocó usando el “Nunca Más” en un cartel de campaña en un barrio de La Matanza. Se trata de un enfrentamiento —que el macrismo conoce bien— entre kirchnerismo y, en este caso, libertad.
Se abrió en el medio una oferta de un grupo de gobernadores que lanzó “Gobernadores Unidos”, una movida que ayer tuvo su derivación en la Ciudad con la inscripción de una alianza que se llama “Ciudadanos Unidos”, nucleando a la UCR, al GEN y a Unión Federal. Facundo Manes probablemente sea candidato en Ciudad (saltando desde Buenos Aires) junto a Martín Lousteau en este conglomerado. Son zonas que exploran el medio. No como Juan Grabois, que no se sumó a la alianza del PJ porque cree que el medio no existe y que sólo sobrevivirán las figuras exóticas que se opongan a Milei. Él se considera una gema en ese fondo, más allá del disgusto que dice provocarle Sergio Massa. ¿Tendrá razón?
Los próximos nueve días terminarán de definir quiénes encabezan las listas para la renovación del Congreso de la Nación. Es inquietante preguntarse cómo reaccionará la sociedad frente a las picardías que empiezan a verse en la definición de las candidaturas.
Algunos ejemplos: Romina Diez, diputada nacional por LLA Santa Fe, se va a postular como primera candidata a diputada nacional por LLA Santa Fe otra vez. Solo van dos años de su banca, pero lo hará igual y el Código Electoral se lo permite. Una actitud que quiere imitar Gabriel Bornoroni, el libertario de Córdoba, que está en la misma condición.
Un salto particular quiere hacer también el socialista Esteban Paulón, que es diputado santafesino pero quiere candidatearse a senador por la Ciudad de Buenos Aires. O, bueno, las listas testimoniales del peronismo bonaerense que obligaron a opinar a la Junta Electoral de la PBA. No están de acuerdo, pero no las van a anular.
Son provocaciones en el medio de un país que está cada día más disociado de sus representantes y que tiene en su agenda preocupaciones más concretas como el empleo, la educación y la seguridad.
El Gobierno lo sabe y, en medio de las negociaciones para evitar el rechazo al veto, hay algunos despachos de alto nivel que se preguntan, en caso de que les volteen el decreto que frena la ley de compensación a los jubilados y actualización del bono, si no les convendrá un “plan platita a los jubilados” que habilite ese aumento en estos meses de campaña, mientras discuten en la Justicia si logran voltear la ley o no. Pragmatismo, le dicen.
13/08/2025 a las 10:22 AM
LA ARGENTINA POLÍTICAS: ENFOQUES
El autoblindaje de Milei, puesto a prueba
Claudio Jacquelin
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
11/8/025
Tiene razón Javier Milei. Emitir dinero no crea riqueza. Aunque varios se hayan hecho ricos gracias a la emisión monetaria. Tampoco emitir leyes y decretos es condición suficiente para cambiar la realidad. Y eso vale tanto para oficialistas como opositores. A la Argentina y a los argentinos les sobra experiencia en acumular normas que no se cumplen o se violan. Hasta las mejores.
Así, la decisión del Gobierno de comunicar una serie de medidas y proyectos para blindar el superávit fiscal, “piedra angular” del plan económico, es más una construcción narrativa de prevención, con varios destinatarios, antes que un seguro eficiente para su proyecto económico. Un nuevo gesto decisionista del Presidente, cuya efectividad va a depender de varios factores y circunstancias. En los próximos días varios se pondrán en juego.
Eso explica que hayan sido anunciadas por cadena nacional (la séptima desde que asumió Milei) en la noche del viernes por el Presidente, rodeado de las cabezas de su equipo económico y del titular del Banco Central. Los grandes tomadores de decisiones económicas, en primer lugar, los legisladores nacionales, luego, y, finalmente, la opinión pública fueron los tres destinatarios del anuncio del autoblindaje oficialista. Una acción multipropósito,
Después de varias semanas agitadas en el frente financiero, cambiario y bursátil, así como adversas en el Congreso, y a menos de 24 horas de haber cerrado con cierto éxito las alianzas para competir en las elecciones legislativas nacionales de octubre, el Gobierno buscó demostrar que retomaba la iniciativa. En las tres dimensiones había estado sometido a un testeo exigente en el que había mostrado fisuras y errores y recibido algunos aplazos dolorosos.
El mensaje, al igual que la forma en lo que se lo representó, fue una contraofensiva para tratar de disipar sombras que alteraban a los mercados, para neutralizar y descalificar a una lábil y efímera, pero creciente, confluencia opositora (peligrosa a los ojos y los fines del Gobierno), y para aglutinar el agitado frente interno. Antes de que fuera tarde.
La reafirmación de la reconocida determinación presidencial para sostener los ejes de su proyecto económico en lo fiscal y monetario apuntó a ese primer destinatario, que se conoce como “los mercados”. Se lo reconoció con elogios un considerable número de economistas y consultores, entre los cuales no faltaron varios que en otras ocasiones han sido críticos de medidas oficiales. No es poco. Más cuando el rating de la cadena nacional llegó a 28 puntos de rating en la televisión. Pero la primera gran respuesta la darán hoy las operaciones financieras.
Para los legisladores díscolos el mensaje tuvo el propósito de transferirles el costo político que estaba pagando el Gobierno por la decisión de vetar proyectos sensibles para la opinión pública (como el aumento a los jubilados o e las prestaciones para las personas con discapacidad).
Los destinatarios fueron los que se enrolan en el universo moderado, a los que se acusó de desestabilizadores, funcionales al kirchnerismo.
En ese descalificante sustantivo colectivo concentran ahora los libertarios el concepto de casta, que tan exitoso les fue en el ascenso al poder y que a lo largos de estos primeros 19 meses ha ido desdibujándose a partir de algunas sociedades e incorporaciones hechas y medidas tomadas. También, a raíz de algunos sonoros y no resueltos escándalos, entre los que sobresalen el caso $Libra o el del avión negro del polémico proveedor del Estado Leonardo Scaturicce.
El argumento tiene por objetivo romper coincidencias circunstanciales en el ámbito legislativo y mucho más: estructurar el andamiaje narrativo para construir una campaña electoral hiperpolarizada, reducida a la antinomia kirchnerismo-antikirchnerismo (antes que mileísmo-antimileísmo). Es lógico. El fanatismo (o voto duro) no suma más del 30% o 35%. El rechazo es más fuerte y es más fácil unir por la negativa, antes que ser víctima de esta.
Sin embargo, no será tan fácil que las meras palabras tengan suficiente poder disuasivo, aun cuando puedan tener impacto en la opinión pública y penetren en los votantes blandos. Al menos, durante el período crítico que va desde ahora hasta el 10 de diciembre, cuando se renovará la composición del Congreso.
Entre los impulsores y votantes de las iniciativas que rechaza el Gobierno y ha decidido vetar se cuentan legisladores cuyos mandatos vencerán este año y que no tienen posibilidades de renovarlos, con el agravante de que algunos hoy sienten más desafección hacia el oficialismo que hace unos días, tras los cierres de alianzas impuestos por la armadora libertaria Karina Milei.
También están los que responden a gobernadores que fueron amigables durante más de un año y medio y que ahora dicen padecer la falta de gratitud del Gobierno, lo que los afecta en su gestión y en sus perspectivas político-electorales.
Se suman a ellos los que por convicción y contrato electoral no tienen ningún incentivo para acompañar ciertas políticas oficiales (aun cuando apoyen muchas otras) y menos si afectan a sectores vulnerables y tienen repercusión social. Entre ellos está el bloque de la Coalición Cívica, parte del radicalismo y el heterogéneo espacio federal, donde diputados como Margarita Stolbizer y Nicolás Massot han argumentado con números que no se trata de superávit fiscal sí o no, sino de la asignación de prioridades del gasto.
En ese terreno le enrostran al Gobierno la decisión de que no haya presupuesto para este año y que se hubiera prorrogado por segundo período consecutivo el elaborado en 2022 por Alberto Fernández y Sergio Massa, que contó con el voto de los entonces únicos dos diputados de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei y Victoria Villarruel.
De todas maneras, en la opinión pública el mensaje presidencial y la discusión abierta no parecen ir más allá del universo de las minorías intensas. Hasta acá en ese segmento se ha venido imponiendo el Gobierno.
Sin embargo, como la pretensión oficialista es obtener en octubre el favor de un 45% del electorado, según han instalado los responsables de la campaña electoral libertaria, alcanzar esa cota requiere sumar a casi 15 puntos de votantes blandos.
Muchos de ellos rechazan formas presidenciales, algunas de sus políticas públicas o los efectos de otras y no les resulta incentivo suficiente la baja de la inflación o el “pilar” del superávit fiscal para votar candidatos ultravioletas. Muchas veces, ultraviolentos (discursivamente).
Por eso, a la reciente demonización kirchnerista (casi una originalidad en el discurso mileísta) y la instalación de que es una batalla decisiva para terminar con el kirchnerismo y con los que le son funcionales se han incorporado otras novedades en la narrativa oficialista.
Entre ellas resalta (y se explica) la reciente promesa de morigerar el lenguaje presidencial, al menos en lo que a insultos verbales se refiere. Aunque no abandonar la simbología o las metáforas estigmatizantes hacia los enemigos. El Presidente reposteó tras su cadena nacional mensajes en los que, por ejemplo, adversarios y críticos estaban representados con la imagen de una manada de mandriles. Al menos, en las palabras no se ha contradicho.
A esa promesa sumará ahora el envío de las normas destinadas a sostener el blindaje fiscal anunciado. Al margen de las decisiones administrativas que no tendrían reparos legales, el proyecto de ley para impedir que el Congreso vote iniciativas que puedan reinstalar el déficit fiscal abrirá nuevas discusiones y no tiene garantizada su sanción.
En primer lugar, porque, como se dijo, sobran desincentivados para complacer al Gobierno. Además, repondrá la discusión sobre el Presupuesto, en lo que el Gobierno está en mora. Y para ser consecuente, también, debería enviar al Parlamento el cálculo de gastos y recursos para el año que viene el 15 de septiembre, como máximo. Justo en la recta final de la campaña electoral. En la Casa Rosada dicen que lo hará. Habrá que ver si muestra esa carta.
DOS GRANDES INCÓGNITAS
Pero antes el escenario político develará dos grandes incógnitas. La más inmediata es si el panperonismo tendrá una sola lista de candidatos a diputados nacionales en la decisiva provincia de Buenos Aires, y, si logra armar esa oferta única (no de unidad), quién la encabezará.
En el Gobierno rezan para que Máximo Kirchner termine siendo el designado. Su proyecto hiperpolarizador no podría recibir mejor regalo. Por ahora, todas las noticias que surgen de ese espacio alimentan ese sueño libertario. A todo o nada.
“Hay una fuerte intención de su espacio para que vaya Máximo y Axel [Kicillof] no lo va vetar. Aunque preferiría que no fuera porque su candidatura va a arruinar los últimos días de la campaña provincial. De lo único que se va a hablar es de él”, se lamentan en el entorno del gobernador, en una nueva demostración de que si algo no hay en Fuerza Patria es unidad ni afecto societario.
La mención a la elección bonaerense el 7 de septiembre es un dato crucial. Aunque las cada vez menos predictivas encuestas le adjudican al perokirchnerismo buenas chances de salir airoso, el “factor Máximo” así como otras dos variables abren un enorme signo de interrogación.
La definición de esos comicios, que tendría fuerte impacto en la campaña nacional y en la marcha del Gobierno, al menos, hasta que se devele la incógnita de octubre, estará condicionada por la participación. También, por la normalidad con la que se desarrolle la jornada electoral provincial, la primera que no dependerá de la logística nacional.
En ese terreno juega un papel relevante la organización y ahí es motivo de preocupación la reasignación de los lugares de votación de un alto porcentaje de electores, que podría agravar la fuerte tendencia abstencionista, que viene registrándose este año en los comicios provinciales.
De allí los inesperados cuestionamientos del oficialismo bonaerense al juez federal con competencia electoral Alejo Ramos Padilla, a quien en el ámbito político-judicial se le adjudica afinidad con el kirchnerismo, a lo que han dado verosimilitud algunas de sus decisiones judiciales.
“Con el cambio en los padrones se hizo una complicada ingeniería electoral mandando gente a votar a barrios a los que muchos no irían porque son sinónimo de inseguridad o porque ni saben cómo llegar”, dice un importante asesor del gobierno provincial, que pone en la mira al juzgado de la decana de los jueces electorales, María Servini, donde se habría ideado la reorganización.
“Todo esto tiende a que la gente no vaya a votar. Y si la gente no va a votar le va a ir mejor al mileísmo, aunque ellos digan que el aparto peronista se beneficia. Todos sabemos que las minorías intensas se imponen cuando la gente se desmotiva y no va a votar. Con muchos más norteamericanos votando, Trump no ganaba. Entonces está clarito lo que está pasando”, agregan desde La Plata.
En el oficialismo nacional, piensan todo lo contrario y desconfían, con los mismos argumentos, de lo hecho por Ramos Padilla. Guerra de versiones (¿y excusas?).
Pocas veces como en esta ocasión, durante un año electoral, la atención estará puesta en más canchas que las de la campaña nacional y los indicadores económicos. La inusitada hiperactividad del Congreso, la desdoblada elección bonaerense y los mercados tendrán un rol protagónico. El blindaje que anunció el Gobierno será puesto a prueba en todos estos escenarios.
13/08/2025 a las 10:28 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
El “sueño del pibe” de Milei, la novela de los cambios de piel en la Ciudad y Macri cree que salió casi hecho
Ignacio Zuleta
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
11/8/025
VETOS: OTRA DERROTA CULTURAL DE MILEI
El peronismo cree tener asegurado el quórum para una sesión el jueves de esta semana para terminar de abolir los cinco decretos desreguladores que ya fueron rechazados en Diputados. El viernes Cristina de Kirchner conversó con el jefe de la bancada y vicepresidente a cargo del PJ Nacional, José Mayans, sobre el triunfo cultural que significaron los vetos de Javier Milei al aumento de jubilaciones, la moratoria y la emergencia de discapacidad.
Con la firma de esos rechazos, de final incierto, el Gobierno admitió la legalidad de la sesión en la que el Senado perfeccionó la sanción de los diputados. Se quedó sin el argumento esgrimido por el bloque oficialista en aquel momento, que sostenía que se trataba de una autoconvocatoria ilegal. La cúpula del bloque oficialista en la Cámara -Victoria Villarruel, Bartolomé Abdala y Ezequiel Atauche- no resistió con fe el argumento de la autoconvocatoria y dejó la presidencia de la sesión a Silvia Sapag, de Unión por la Patria.
Los negociadores con el FMI lograron que el informe de revisión incluyera un expreso apoyo a la promesa del presidente de que vetaría y, subsidiariamente, llevaría esa sanción a los tribunales. «Si se anula el veto con una mayoría de dos tercios en ambas cámaras», dice el informe, «la administración planea impugnar las iniciativas a través de litigios judiciales». Cualquier reclamo en tribunales eludirá meterse en cuestiones de otro poder, y menos si el gobierno legalizó la sanción cuando Milei firmó el veto.
SUPREMA CORTE: LA MESA ESTÁ SERVIDA
Los faroles se centrarán en el Senado porque la presidenta de la comisión de Asuntos Constitucionales, Alejandra Vigo, dijo que entre esta semana y la que viene habrá dictamen con firmas de todos los bloques para enviar al recinto el proyecto de ampliación de la Suprema Corte de Justicia. El peronismo está dispuesto a firmar la ampliación a 7 o 9 miembros. Oficialismo y oposición acordarán que el proyecto se trate antes de las elecciones, con la proporcionalidad actual de las dos cámaras. Admiten que la discusión sobre los nombres ocurrirá con el nuevo Congreso que surja de las elecciones del 26 de octubre, pero quieren dejar marcada la cancha para ese segundo debate.
El oficialismo viene de una derrota ignominiosa después de la caída de los pliegos de Ariel Lijo y de Manuel García Mansilla. Nunca se sabrá cómo se animaron a hacerlo sin antes contar con los apoyos legislativos, que existían pero que no alcanzaron para habilitar la aprobación. Menos se entiende aún cuáles fueron las razones del peronismo para no apoyar por lo menos a Lijo, que era un candidato del espectro del peronismo y que promovía Ricardo Lorenzetti, también ligado a ese sector.
SIN SENADO NO HAY PARAÍSO
Si el Senado peronista hubiera aprobado esas designaciones, la Corte de 5 nunca hubiera precipitado el fallo que condenó a Cristina Kirchner. La causa habría entrado en la dimensión desconocida por varios años -la misma de la gozó el condenado Carlos Menem hasta el fin de sus días-. Desde diciembre de 2023, el peronismo ha dejado de conducir el Senado, que administraba desde hacía medio siglo. Era el organismo que controlaba el sistema judicial. Perdido este poder, era cuestión de tiempo que Cristina se viera perjudicada.
El peronismo escuchó en estos dos años la propuesta del Gobierno de ampliar y negociar nombres. Llegaron a admitir, cuando asumió Milei, que ingresasen al tribunal Miguel Pichetto y Juan Carlos Romero. Los dos resignaron la propuesta que les acercó Santiago Caputo por razones de edad. Estaban ya sobre el filo del límite de edad para ser designados y prefirieron convertirse en los árbitros políticos de las dos cámaras, Romero en el Senado y Pichetto en Diputados. Romero, que la semana pasada anunció que no competirá por la reelección como senador en Salta, también recibió en su momento la oferta de Lule Menem de asumir como Auditor General de la Nación, como prenda para destrabar la negociación de las designaciones en los cargos vacantes. Hoy la AGN no tiene a ninguno de los representantes del Congreso designados y ha dejado al sistema sin mecanismos de control del gasto. El sueño del pibe: gobernar sin controles. Hoy están libres de revisión algunos años de Alberto Fernández y pronto lo estará el primer tramo del mandato de Milei.
NEPOTISMO Y DEDAZOS
Hasta el próximo domingo la colectividad política estará agazapada cambiando de piel. La suspensión de las PASO sumió al sistema en el paraíso del dedazo y el nepotismo. El cierre de candidaturas es el domingo a medianoche, o sea el lunes 18 antes de las 9 AM. La zaranda de nombres deja heridos en todos los partidos y el primer ajuste de cuentas ocurrirá con la sucesión de impugnaciones que recibirán las juntas electorales, que es donde se anotan los candidatos a senadores y diputados nacionales.
El argumento recurrente será el reproche a las autoridades partidarias por no haber respetado el art. 38º de la Constitución, que establece que “Los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema democrático. Su creación y el ejercicio de sus actividades son libres dentro del respeto a esta Constitución, la que garantiza su organización y funcionamiento democráticos, la representación de las minorías, la competencia para la postulación de candidatos a cargos públicos electivos, el acceso a la información pública y la difusión de sus ideas”. (Art. 38º).
CATARATA DE IMPUGNACIONES
Cuando se suspendieron las PASO, la Cámara Nacional Electoral ofició a los partidos de todo el país, a través de los jueces electorales, para que informen cómo resguardarán, sin el mecanismo de las primarias, la representación de las minorías y la competencia para la postulación de candidatos a cargos públicos electivos. Una vez que se haya cerrado la inscripción, aquellos que se quedaron afuera reclamarán en cumplimiento del artículo 38º.
Ya existen antecedentes, incluso antes de la fecha de cierre. En Chubut, un militante del mileísmo, Ricardo Bustos, reclamó judicialmente su afiliación a La Libertad Avanza de esa provincia después de que las autoridades se la negaran. Denunció discriminación y el juez electoral de Chubut le dio la razón, lo que representa un revés para la conducción de César Treffinger. Se esperan muchos «casos Bustos» en todo el país, que le pondrán al período preelectoral más «rock and roll» del que ya tiene.
EL DESPROLIJO NECESARIO
La CABA aportó a la novela de los cambios de piel el sinceramiento de las relaciones entre el PRO y La Libertad Avanza, que son caras del mismo proyecto. El PRO, además, comparte el consenso del establishment de que Milei es el desprolijo que necesitan los prolijos para alcanzar sus objetivos. La barbarie sin la cual no hay civilización. Esta conexión no es una simple coincidencia, sino un factor determinante en la configuración del poder.
La mitad del gabinete, los planes de gobierno y la fórmula presidencial en la gestión provienen de este sector. La política, en este contexto, no debe ser analizada por la afiliación partidaria de un individuo, sino por el espectro político que representa. Los funcionarios actuales, en su mayoría de la derecha del PRO y algunos radicales, se han incorporado para ejecutar los planes que Sturzenegger y otros expertos diseñaron originalmente para la coalición Cambiemos en 2023. La vigencia del DNU 70 y la Ley de Bases son, de hecho, proyectos que nacieron en esa órbita.
EL COBIJO DE LA ABSTENCIÓN EN CABA
El resto, las “camisetas cambiantes” son irrelevantes. Lo que subyace es el mismo espectro que gobernó con Macri entre 2015 y 2019. No debe sorprender que busquen ir juntos en las elecciones; ya lo hicieron en la primera vuelta y en el balotaje. Detrás de esto está la intención de seguir representando a un electorado que creen les responde.
Es una apuesta riesgosa, que en 2023 no le funcionó a la fórmula presidencial que se quedó afuera del balotaje. Tampoco a La Libertad Avanza (LLA) y al PRO en las elecciones del 18 de mayo en la CABA, ante las que fueron indiferentes las tribus que alimentaron desde 2005 al espectro de lo que fue Juntos por el Cambio y que buscaron cobijo en la abstención. La historia política de Mauricio Macri demuestra que la marca partidaria nunca ha sido su principal preocupación. En 2003, compitió como jefe de gobierno con la boleta del Partido Justicialista. En 2013, sus candidatos en la provincia de Buenos Aires se sumaron a la lista de Sergio Massa, lo que provocó que el PRO perdiera su personería partidaria, una situación que no se revirtió hasta 2015. El “estallido” de Juntos por el Cambio en 2023 se produjo cuando Macri impulsó al actual presidente, argumentando que representaba “mejor que nadie” sus ideas. Este hecho fracturó la coalición, disipando el voto e impidió a Patricia Bullrich entrar en el balotaje.
DEMOCRACIA A LA CARTA
En esta oportunidad, Macri pondera el significado de un triunfo y una derrota. Cree más en la chance electoral del mileísmo que en la suerte final del programa de gobierno. Ante eso, no quiere figurar en la lista de los perdedores de octubre. Esta intención le hace jugar a dos puntas: habló con el presidente antes de peregrinar a Olivos a una cita con la hermana presidencial. También alienta al arco de los gobernadores de Provincias Unidas -sello formal del «Grito Federal»- para construir un bloque legislativo después de diciembre.
De los 22 diputados nacionales que renuevan, acordó con el oficialismo asegurarse la reelección de entre 8 y 10 «macristas puros». A esa estrategia sirve la orden que dio de defender a los propios y hacer lo que más conviniese a cada distrito. El modelo es lo que logró en Mendoza su enviado y estratega principal, Jorge Triaca. En Mendoza quedaron afuera del arreglo con el radical Alfredo Cornejo y LLA. En San Luis, admiten que Claudio Poggi, arrinconado por los Rodríguez Saá (tiene a Adolfo adentro, pero a Alberto lo tiene con el kirchnerismo), no juegue en la elección nacional y se recluya en la disputa local. En San Juan, acompañan la alianza de Marcelo Orrego que enfrenta al peronismo y LLA.
MAURICIO SALE HECHO
Con este acuerdo Macri se asegura, y le asegura al oficialismo, que los conduce él y no Ritondo, ni Patricia ni nadie. En CABA, que es donde más aprieta el zapato, el PRO entrega tres diputados que vencen. Una es María Eugenia Vidal, que es un punto de Mauricio y solo existe si él le da una misión. Avisó que algo huele mal y que se baja. Los otros dos son Fernando Iglesias y Sabrina Ajmechet, dos “bullrichistas” a quienes el oficialismo recompensará por la transfugueada con cargos en el Ejecutivo. De esos tres, dos se los queda Mauricio. A su vez, ninguno de los dos senadores que le vencen a Juntos por el Cambio son de Mauricio: Guadalupe Tagliaferri es de Horacio Larreta y Martín Lousteau es radical. En el balance, Mauricio sale casi hecho. ¿Por qué no arreglar? El viaje a Olivos estuvo amparado en una conversación de él con Milei. En cuanto a lo meramente anecdótico, Mauricio se preciaba de saber manejar bien a las mujeres. Creyó que lo podía hacer con Patricia y ahora debe creer lo mismo cuando habla con la hermana, extraño objeto de deseo.
LA FÓRMULA QUE NO FUE
El jueves pasado se cumplieron 10 años de la muerte de Juan Carlos Mazzón, el operador más importante del peronismo de la transición. Fue clave en el peronismo de Mendoza: junto a la generación de José Luis Manzano, trabajó como asesor de Domingo Cavallo y después de los Kirchner. Fue secretario de la presidencia con Néstor y Cristina, quien lo despidió en marzo de 2015. Mazzón fue el responsable de la derrota de los peronistas de La Cámpora que el kirchnerismo desplazó a Mendoza, para participar en las elecciones de autoridades partidarias del PJ de ese distrito. Viajaron hasta 300 militantes que se alojaron en unidades militares de Campo de los Andes para intervenir en esos comicios. La lista del peronismo ortodoxo les ganó las elecciones y Cristina responsabilizó a Mazzón. En el momento de la renuncia, el «Chueco» trabajaba finamente en una alianza de Daniel Scioli con José Manuel de la Sota para integrar una fórmula presidencial ese año. Ese pergeño fue seguramente el otro motivo de su renuncia, porque Cristina pensaba en otro cordobés para esa fórmula, Carlos Zannini. Si la fórmula Scioli-De la Sota hubiera prosperado, otro habría sido el curso de los hechos. Con Zannini en la fórmula, Córdoba aportó los votos para que Macri le ganase al peronismo el ballotage por apenas dos puntos. Fue otro desacierto estratégico de Cristina, que arrastró a la derrota a un peronismo que no pudo superar la muerte del “Chueco”.
13/08/2025 a las 10:32 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
LLA-PRO: aliados hoy, enemigos mañana
Gustavo González
Fuente: Perfil
(*) Notiar.com.ar
11/8/025
La historia está repleta de aliados tácticos convertidos en enemigos estratégicos. La alianza Estados Unidos-Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial es el caso más emblemático. De aliados a grandes antagonistas de la Guerra Fría. Igual que la alianza que finalizó con el enfrentamiento sangriento entre la Alemania de Hitler y la URSS de Stalin. O la de EE.UU. con los muyahidines afganos, que alimentó el terrorismo que destruyó las Torres Gemelas.
MILEI-MASSA
La idea de aliados tácticos convertidos en enemigos estratégicos es atribuida a Perón, probablemente a partir de su experiencia con Montoneros que concluyó con un conflicto armado dentro del peronismo. De aliados a enemigos es un concepto redundante en ese partido: Menem con Duhalde o Kirchner con el mismo Duhalde. El último es Sergio Massa con Javier Milei.
En 2023, el peronismo se asoció con el libertario aportándole dinero y estructura política para que creciera electoralmente y les sacara votos a los candidatos del PRO, Larreta y Bullrich. El resultado ya se conoce: gracias a su aliado peronista, Milei no sólo le restó votos al macrismo sino que le ganó al propio Massa.
Después de triunfar, Milei y Mauricio Macri constituyeron una alianza táctica que se reflejó en un apoyo del PRO a la mayoría de las iniciativas del oficialismo. Sin embargo, desde la asunción del libertario, esa alianza siempre amenazó con convertirse en una enemistad estratégica.
Es lo que suele pasar con estas asociaciones de conveniencias coyunturales. Cuando una de las partes empieza a creer que es el principio de una larga amistad, la otra parte ya la está traicionando.
Una amenaza que en este caso sigue latente y que no terminan de saldar los acuerdos alcanzados para competir en las próximas elecciones.
De hecho, quienes en estas semanas pudieron escuchar de cerca las opiniones del expresidente y de los hermanos Milei, solo oyeron desconfianzas y reproches mutuos. Dicen que están unidos por el espanto al kirchnerismo, pero no parece ser tanto mayor que el espanto que cada uno siente por su aliado.
MILEI-MACRI
Aún es un enigma cómo llevarán adelante la campaña electoral en la Ciudad de Buenos Aires, teniendo en cuenta que en las recientes elecciones de mayo los candidatos del PRO criticaron con dureza al Gobierno nacional y, con la misma dureza, recibieron las réplicas de LLA. Eran las mismas críticas que, al cierre de esta edición, ambos sectores continuaban transmitiendo en privado.
Los unos, señalando el extremismo ideológico, el antirrepublicanismo y el desequilibrio emocional de Milei. Los otros, sosteniendo que del macrismo no se puede esperar más “que los pocos votos que nos vayan a sumar en octubre antes de desaparecer de la Ciudad”.
Tan incómodos se sienten ambos aliados que, en su cuenta de X, Karina Milei escribió que la base del acuerdo era “el compromiso innegociable de defender el plan económico y dar la batalla cultural cada vez que la historia lo requiera, hasta el 2027”. Al parecer, la historia tendría oportunidad de requerirlo sólo durante los próximos dos años.
María Eugenia Vidal, quizá la mayor referente del PRO en la Ciudad después de los Macri, ya avisó que no cuenten con ella (“No estoy dispuesta a ceder mis convicciones por una elección o un cargo”). Se supone que quienes integraron la lista encabezada por Silvia Lospennato, quien en mayo obtuvo el 16% de los votos defendiendo la gestión macrista en la Ciudad, tan criticada desde el Gobierno, deben compartir el mismo sentimiento. Sería razonable que tampoco Jorge Macri fuera un efusivo defensor de quienes quieren derrotarlo en 2027.
El pacto en CABA está explícitamente limitado a un objetivo tan frío y puntual como que LLA obtenga dos senadores y cuatro diputados, y el PRO otros dos diputados. Todo empieza y termina ahí.
La apuesta libertaria es alcanzar el 50% de los votos que el actual jefe de Gobierno porteño obtuvo en 2023. Esto implicaría sumarle al 30% que Adorni sacó en mayo, la totalidad del 16% de quienes se le opusieron votando al PRO. Más otros cuatro puntos. ¿Lo logrará?En todo caso, se trata de un acuerdo tan pragmático que prepara las mejores condiciones para las traiciones por venir después de octubre.
En los demás distritos en donde hubo alianzas similares, surge el mismo interrogante. ¿Hasta cuándo la vocación hegemónica del mileísmo puede contar con la colaboración del macrismo y de otras fuerzas provinciales? La primera respuesta podría ser: hasta que los sectores socioeconómicos que sustentan esa pretensión hegemónica se sientan beneficiados por este modelo.
Será el día en que eso cambie cuando los incómodos aliados de hoy se transformarán en feroces enemigos estratégicos.
MILEI-MEDIOS
También hay riesgosas alianzas tácticas entre los poderes de turno y el periodismo. Hay carreras políticas, empresas y periodistas que se construyeron a partir de ellas.
Pero, como las anteriores, son alianzas peligrosas y pasajeras. Los beneficios mutuos duran hasta que el poder se diluye y ya no hay intercambio posible de favores. Entonces todos pierden.
Hay notorios ejemplos en el pasado reciente, como la obsecuencia mediática generalizado durante gran parte del menemismo y del kirchnerismo, y el posterior “sálvese quien pueda” que degradó a unos y otros.
Habrá que ver cómo se termina resolviendo el actual acuerdo táctico de Milei con medios y comunicadores cuando estos se conviertan en enemigos estratégicos. Hoy, tras 20 meses de gestión, ya hubo importantes deserciones en el oficialismo mediático, pero con otros la sociedad sigue intacta.
La genial entrevista del periodista Mehdi Hasan, de Al Jazeera, a Diana Mondino, justifica de alguna forma la necesidad presidencial de mantener viva la protección de dicha alianza. Sin ella, habría muchos Mehdi Hasan ejerciendo el periodismo en la Argentina.
Lo que esta semana hizo el periodista de la cadena internacional con Mondino fue hacer lo que los colegas locales no pueden ejercitar con el jefe de Estado ni con sus funcionarios. Hasan se informó para preguntar, prestó atención a las respuestas para repreguntar y no se hizo el distraído cuando su entrevistada intentó eludir las respuestas.
Se las recomiendo, es una clase tanto para periodistas como para ciudadanos incómodos con los simulacros de reportajes que se publican a diario.
Alianzas riesgosas. Ajeno a cualquier alianza táctica, Hasan obtuvo la verdadera voz de una exfuncionaria que pretendía no quedar mal con Milei pero, instada con profesionalismo para que respondiera, tampoco quería mentir y terminó poniendo en duda el equilibrio mental del Presidente y su responsabilidad en la estafa $Libra: “O no es inteligente o es una suerte de corrupto”.
Es cierto que difícilmente los Milei y sus funcionarios fueran capaces de salir airosos si se expusieran a entrevistas similares.
Pero insistir con el pacto de no-entrevistas también los deja expuestos al papelón. A ellos y a quienes hacen las veces de periodistas.
Funcionarios, políticos de distintos partidos, periodistas, empresas de medios: hay que tener cuidado con las alianzas tácticas.
Suelen ser como frágiles puentes colgantes. Un día sirven para avanzar, pero no soportan demasiado tiempo el peso de la realidad.