Por Hernán Andrés Kruse.-
Descartes o la razón de la “decadencia de nuestro tiempo”
“La principal figura contra y con la cual discute la obra de Vico es Descartes. Ciertamente el filósofo napolitano nace 18 años después de la muerte del filósofo francés, pero vive la expansión y creciente hegemonía del cartesianismo, al menos en el ambiente italiano. El método cartesiano —que Vico llama «crítica»— ha sido un camino invaluable para la obtención del conocimiento formal, del pensamiento lógico y del razonamiento matemático, caro al conocimiento del mundo natural; pero según Vico adolece de dejar fuera las realidades humanas, el pasado del hombre y sus formas de expresión. Es conocida la posición de Descartes respecto al conocimiento del pasado de la humanidad: no podemos tener ideas claras y distintas del pasado, podríamos saber tanto de la vida de Julio César como lo que podría contar su mucama; es decir, no hay ninguna certeza de aquello que podemos saber sobre la vida de algún personaje del pasado, todo estaría basado en rumores o meros anécdotas o, aún peor, en mitos. Desde la lógica cartesiana, es decir, desde la crítica, el único ámbito del cual podemos obtener verdadero conocimiento es del mundo natural, en tanto la naturaleza, al igual que nuestro pensamiento, está geométricamente estructurada.
Frente a tal perspectiva, Vico sostendrá una posición exactamente contraria: no es la naturaleza el ámbito propio del conocimiento humano, sino el mundo humano mismo; es decir, el pasado de la humanidad, sus manifestaciones artísticas y civiles, sus instituciones y creaciones de índole cultural. A ojos de Vico, lo que nos es verdaderamente extraño es la naturaleza, mientras que lo único que queda dentro de nuestra posibilidad de conocimiento es la historia. La razón de tal diferencia es que, atendiendo al principio de verum factum, en tanto nosotros no somos causa de la naturaleza nada podemos conocer de ella; por el contrario, en tanto nosotros somos la causa del mundo humano, de la historia y de la vida civil, ese es entonces nuestro único ámbito de verdadero conocimiento. Tal parece que Vico transmuta la lógica cartesiana, y en buena medida moderna, en tanto da lugar primordial al ámbito en el cual los hombres se han humanizado, al mundo civil y a la historia. Efectivamente, la excesiva preocupación de los modernos por conocer la naturaleza, a ojos de Vico sólo es índice del olvido del hombre mismo. Los modernos se han alienado en la naturaleza y con ello han renunciado al deber de conocerse a sí mismos, a la reflexión.
En este sentido, Vico no duda ver en la crítica —y por ende en el método cartesiano— el origen de la decadencia de su tiempo. A esta excesiva preocupación por la naturaleza y a este olvido de sí, hay que añadir que la crítica ha fomentado la pereza del pensamiento, ha creado la ilusión de que puede llegarse a la «verdad» con sólo seguir unos cuantos razonamientos que ocultan el hecho de que toda verdad sigue un proceso, un ritmo, un tiempo y una narrativa. La crítica nos ha hecho caer en el reino de los juicios inmediatos, olvidando el arte de «percibir»; es decir, de ver las cosas ligadas al todo, a un trasfondo, a un proceso de génesis y de expresión particular, algo que es propio de aquello que Vico llama «tópica».
En la perspectiva viquiana de su propio tiempo, hay dos grandes maneras de contemplar el mundo, que chocan tanto por sus medios como por sus fines: por un lado, el imperio de la crítica, es decir, del pensamiento lógico y silogístico, del razonamiento geométrico y matemático; por otro, el ámbito relegado de la tópica, de la narración, de la elocuencia. Ambos espacios no son exactamente contrarios, sino más bien complementarios, el problema según Vico es que en su tiempo la hegemonía de la crítica es total, al grado de casi borrar a la tópica del escenario, desequilibrio que sólo puede llevar a las naciones a una segura ruina.
El mundo humano es la verdadera conquista del género humano; es decir, el mundo civil, el de las instituciones políticas, del Estado y las leyes, no el mundo natural, el cual es obra de Dios, no del hombre. En este sentido, es en el ámbito de la tópica en donde se encuentra el verdadero porvenir de la humanidad, en tanto convencer a la multitud, aprobar una ley, contar el pasado de las instituciones actuales, no puede lograrse con argumentos silogísticos o a través de razonamientos matemáticos, sino solamente a través de lo que es propio de la tópica: la elocuencia, la narración, la oratoria. Aun un razonamiento matemático requerirá de la elocuencia para poder enseñarse.
“[…] el método geométrico prescribe enseñar las disertaciones físicas lo mismo que las disertaciones geométricas sólo de forma abreviada, prohíbe adornarlas. Adviértase que, por ello, todos los físicos adoptan un género de discusión conciso y austero; y puesto que esta física, cuando se enseña y cuando se aprende, infiere siempre las ideas de las inmediatamente anteriores, obstruye a los oyentes la facultad, que es propia de los filósofos, de ver relaciones de semejanza de cosas alejadas y diferentes, lo cual se juzga fuente y origen de toda forma de decir ingeniosa y florida”.
El diagnóstico que hace Vico de su época no es nada halagüeño, ve en su propio tiempo signos de la más variada decadencia producto del auge de la crítica; es decir, del método cartesiano. La crítica ha propiciado no solamente una idea falsa del conocimiento —como algo inmediato, que garantiza la posesión de ideas claras y distintas con sólo seguir puntualmente ciertas reglas de razonamiento—, también ha llevado al escepticismo generalizado —producto sobre todo de la duda metódica—, así como a tener una imagen simplificada y homogénea del mundo, cuando en realidad es plural y complejo; ya que si bien la razón es una, el mundo resulta múltiple. Es gracias a este exceso de confianza en el método cartesiano, principalmente, que los hombres han abandonado el pluralismo metodológico de los antiguos y se han encerrado en la perspectiva del método único, empobreciendo la capacidad creativa de los seres humanos.
Para Vico la crítica es el método propio de los modernos, que en una afán de refundarlo todo desde sí mismos, han hecho tabla rasa de la historia, han olvidado el pasado. Por el contrario, la tópica no es sólo conocimiento a través de la elocuencia, es también reconocimiento de la tradición, rememoración del pasado. Es gracias a este rescate del pasado que Vico antepone al saber de los modernos el saber de los antiguos, más capaces de reconocer las virtudes de la tópica, de la narración, de la elocuencia. El gran defecto de su tiempo es, a ojos de Vico, este olvido del pasado, de la tradición, lo que ha hecho caer a los hombres y a las naciones enteras en una forma excesiva de vanidad, perniciosa para el avance de la civilización.
“De la vanidad de las naciones ya oímos aquella máxima áurea de Diódoro de Sicilia: que las naciones, griegas o bárbaras, habían tenido esta vanidad, la de haber sido la primera de todas en hallar las comodidades de la vida humana y en conservar memoria de sus cosas desde el principio del mundo” (Vico).
Los modernos creen que lo han inventado todo, que todas sus obras e ideas son novedades, cuando en realidad son producto de un saber milenario, que hunde sus raíces en el pasado de la humanidad; creen ilusoriamente que son creadores de auténticas novedades, a la vez que se han convertido en voraces consumidores de cosas nuevas, en tanto están lejos de percatarse del largo proceso que implica la emergencia de cada creación humana (proceso a la vez histórico y social). De ahí que si bien por un lado Vico aplaude la emergencia de la imprenta, como fuente de educación y de civilización, a la vez hace una crítica ácida a la producción en serie de obras sin la mayor profundidad, en las cuales los autores sólo difunden conocimientos prontos que ofrecen «la sabiduría» sin esfuerzo ni retardo. Al final, ello ha venido a engrosar el carácter inmediato del conocimiento, así como el escepticismo y el olvido de la tradición.
Pero, como ya apuntábamos antes, quizás uno de los principales inconvenientes de la crítica es que ha contribuido al olvido de sí del propio hombre, en tanto se ha convertido en el método por antonomasia del conocimiento de la naturaleza; es precisamente el mundo natural lo que nos ha desviado del conocimiento del mundo humano; es decir, de la vida civil, de la elocuencia y del autoconocimiento.
“Pero el más grave inconveniente de nuestro método es que, mientras nos ocupamos muy asiduamente de las ciencias naturales, descuidamos la moral, especialmente aquella parte que se ocupa de la índole de nuestra alma y de sus tendencias a la vida civil y a la elocuencia” (Vico).
Efectivamente, para Vico el conocimiento de lo propiamente humano, es decir, de la historia, del mundo civil, de las leyes y las costumbres de los pueblos, es una forma de reflexividad, de conocimiento de sí mismo. En este punto Vico resuena extrañamente a Dilthey, para ambos el conocimiento de lo humano es un conocimiento desde la interioridad de quien conoce; al contrario, el conocimiento de la naturaleza implica un salir fuera de sí. El entendimiento humano es capaz de descubrir en él mismo los principios del mundo que ha sido hecho por los hombres. El espíritu humano, a través de un principio de inmanencia, recapitula en sí mismo el pasado de la humanidad. Desde este punto de vista, la naturaleza y la humanidad se encuentran separadas, de entrada, por el modo de acceso que el hombre posee para cada una de esas realidades.
Vico está tratando de poner en su lugar dos formas de conocimiento que no responden a los mismos objetos (naturaleza-humanidad) ni al mismo método (crítica-tópica). Mientras la primera subraya la necesidad de la cuantificación y de la aprehensión mecánica de la naturaleza y un salir fuera de sí del sujeto que conoce, la otra afirma la complejidad de la realidad humana, de sus pasiones y de su irreductibilidad a esquemas causales, así como la necesidad de un movimiento autorreflexivo que implica todo conocimiento de lo humano”.
El principio de verum factum
“Un antecedente del principio de verum factum, aunque en un sentido casi contrario, es posible ya encontrarlo en la escolástica medieval. Por ejemplo, para Santo Tomás de Aquino el hombre se asemeja más a Dios por el intelecto práctico, causa de las cosas que conoce, que por el intelecto especulativo, donde el conocimiento se adquiere directamente de las cosas; sin embargo, en el esquema tomista la acción es inferior a la contemplación, con lo cual el intelecto humano queda ubicado como imperfecto, ya que sólo puede conocer lo que crea, mientras que a Dios le pertenece el intelecto especulativo, perfecto, un conocimiento directo de las cosas por la sola contemplación.
En el siglo XVII tal tema será retomado con gran interés, aunque desde una perspectiva crítica, al menos por dos filósofos en cuyas obras es posible encontrar los trazos del principio de verum factum: Thomas Hobbes (1588-1679) y John Locke (1632-1704). En el caso de Hobbes es interesante rastrear el camino a través del cual el filósofo inglés llega a la conclusión de que existe una identidad entre el hacer y el conocer. Hobbes reacciona en particular contra Santo Tomás; si bien respeta la idea de que lo propio del intelecto humano es su carácter práctico, no está de acuerdo en aceptar que la práctica sea inferior a la contemplación. Para Philippe Raynaud tal reconsideración de la práctica responde, entre otras cosas, a la creciente valía que, sobre todo a partir del Renacimiento, se otorga a la actividad técnica humana y a su capacidad de crear artificios que asemejan las producciones de la naturaleza. Invirtiendo los términos, Hobbes postula la superioridad del intelecto práctico y, con ello, la certeza de que sólo es posible conocer por las causas, por ende, sólo podemos conocer aquello de lo que nosotros mismos somos la causa. Desde este punto de vista, el único conocimiento al que puede acceder el hombre es al de aquello que él mismo crea: el mundo político y moral; así, frente a las ciencias de la naturaleza, serán las ciencias morales y políticas las que gozarán de mayor valía epistemológica.
De manera semejante a la de Hobbes, en Locke el verum factum se ubica sobre todo en el ámbito de sus ideas políticas y morales. Es el mundo civil y de las leyes morales el ámbito más propicio para el conocimiento humano, porque a diferencia de las leyes naturales, a las cuales sólo podemos acceder a través de la experiencia sensible, aquéllas son producto de la actividad del espíritu humano, de la capacidad de acordar y convenir entre los hombres.
En este sentido, para Locke la superioridad de la ley civil sobre la ley natural radica en que aquella es producto del «hacer» de los hombres, del ponerse de acuerdo y llegar a consensos. Lo mismo ocurre en el ámbito del trabajo y la propiedad: los productos del trabajo son inalienables en tanto son producto de la propia actividad. Desde esta perspectiva, Locke vuelve a ubicar al conocimiento del mundo civil por encima del conocimiento del mundo natural, ya que el primero es producto de la actividad humana, del consenso y la intersubjetividad.
La concepción viquiana del verum Facttum hará eco en gran medida de estas perspectivas ligadas al mundo civil y político, pero dará un mayor acento al aspecto epistemológico de tal principio. Volviendo a la crítica hecha a Descartes, para Vico el «yo pienso» cartesiano es más «conciencia de que soy», que verdadero conocimiento, en tanto no soy yo mi propio creador; en este sentido, yo sólo puedo conocer mis producciones, sólo en lo que el hombre hace puede llegar a conocerse.
De igual forma, Vico también es consciente de los antecedentes escolásticos del verum factum: «En latín los términos verum y factum se toman el uno por el otro o, como dicen los escolásticos, se convierten» (Vico). Pero a diferencia de Hobbes, Vico respeta la jerarquía de conocimientos: el intelecto divino es perfecto porque sólo él genera, el hombre tan sólo recombina, hace.
“La identidad de lo verdadero con lo hecho es el principio «formal» de todo el saber, puesto que Dios y el hombre, conociendo, operan, o sea Dios verdaderamente genera, el hombre hace […]” (Vitiello).
En palabras del propio Vico:“[…] la verdad divina es una imagen sólida de las cosas, en tres dimensiones, como una escultura; la verdad humana es un monograma, una imagen plana como una pintura […]”.
Retomando la concepción tomista, el hombre se asemeja a Dios por el intelecto práctico, sólo a Dios le corresponde el intelecto especulativo; pero en última instancia, el perfil práctico del intelecto humano es su único punto de contacto con la verdad, al menos esa es la mayor enseñanza que encuentra Vico en la sabiduría de los antiguos italianos, misma que puede escudriñarse en los orígenes de la lengua latina: «Los antiguos filósofos italianos estimaban que lo verdadero y lo falso eran convertibles», para ellos «el criterio y regla de lo verdadero es haberlo hecho» (Vico). La inmediata consecuencia de tal certeza es que el único mundo que le es lícito y posible conocer al hombre es aquel que él mismo crea: el mundo de la vida civil y política. Respecto al conocimiento de la naturaleza Vico es escéptico, en tanto nosotros no la hemos creado no podemos en realidad saber nada de ella, a lo sumo deja abierta la posibilidad de que algún día podríamos conocer la naturaleza sólo si podemos crear los fenómenos de la misma, es decir, experimentando: «las aspiraciones de la física serán para mí verdaderas cuando se las haga, de la misma manera que las de la geometría son verdaderas para los hombres porque las hacen» (Vico). La única ciencia del hombre es la que compete al mundo civil.
“[…] este mundo civil ha sido hecho ciertamente por los hombres, por lo cual se pueden, y se deben, hallar los principios en las modificaciones de nuestra propia mente humana. Por lo cual, a cualquiera que reflexione sobre ello, debe asombrar el que todos los filósofos intentaran seriamente conseguir la ciencia de este mundo natural, del cual, puesto que Dios lo hizo, Él solo tiene la ciencia; y, sin embargo, olvidarán meditar sobre este mundo de las naciones, o sea, mundo civil, del que, puesto que lo habían hecho los hombres, ellos mismos podían alcanzar la ciencia” (Vico).
En este pasaje tomado de la Ciencia nueva, Vico aborda un tema que volveremos a encontrar con particular fuerza en la obra de Wilhelm Dilthey; a saber, que si podemos conocer verdaderamente el mundo civil, porque nosotros lo hacemos, ello tiene como consecuencia que al ser el mundo civil producto de nuestra mente, de las creaciones de nuestro espíritu, entonces también podemos llegar a conocerlo a través del conocimiento de nuestra propia mente. En Dilthey tal idea se expresa bajo la fórmula de que «mientras el mundo de la naturaleza lo conocemos a partir de nuestro exterior, el mundo humano —la cultura, la historia, el Estado— pueden conocerse desde dentro, desde la vivencia interna». En ese sentido, en Vico a la convertibilidad entre la verdad y el hacer sigue una convertibilidad entre el mundo civil y nuestra mente, cuya profundidad no puede reducirse a esquemas geométricos ni lógicos, a la manera de la tópica cartesiana.
En muchos sentidos Vico adelantó tópicos que serán centrales más tarde, tanto en el ámbito del pensamiento ilustrado como romántico, pero sobre todo, en el desarrollo de las ideas del historicismo alemán, en donde también destaca un intento por poner las bases epistemológicas de las particularidades del conocimiento de la naturaleza y del conocimiento del mundo humano, ámbito de la vida práctica, mundo de sentimientos, estimaciones y emociones, mismos que son impenetrables desde el solo uso de la crítica cartesiana; tal mundo sólo puede comenzar a develar sus secretos a través de un acercamiento más empático, comprensivo, aquello que Vico liga a la tópica y a la elocuencia.
“La verdad es que si uno introduce el método geométrico en la vida práctica: no hace otra cosa que empeñarse en ser loco razonablemente” (Vico).
Conclusiones
“Hans-Georg Gadamer, en su obra Verdad y método, encuentra que en la obra de Vico pueden hallarse los primeros atisbos de un esfuerzo claro por tratar de aprehender la complejidad del mundo humano y social, frente al mundo mecánico y determinista de la naturaleza. Aún más, el filósofo alemán considera que después de Vico tal esfuerzo por dar un camino propio a las ciencias del espíritu se atrofió con la hegemonía del método de las ciencias modernas de la naturaleza. Para Gadamer la gran aportación del pensamiento viquiano consistió en dar un espacio central al concepto de sensus communis, mismo que hace referencia a la sabiduría propia de la vida civil.
“Vico retrocede más bien al concepto romano antiguo de sensus communis tal y como aparece sobre todo en los clásicos romanos que, frente a la formación griega, mantienen el valor y el sentido de las propias tradiciones de la vida estatal y social” (Gadamer).
Aquello que von Wright llama «tradición galileana» y que se liga a las ciencias que se interesan por los fenómenos que no pueden ser entendidos más que atribuyéndoles alguna finalidad o sentido, es un ámbito del conocimiento que —como el propio von Wright reconoce— ha venido a dar lugar a lo que hoy conocemos como ciencias hermenéuticas o comprensivas, para las que la realidad social y cultural —realidad ligada siempre a algún sentido, a alguna intención o finalidad— sólo puede conocerse haciendo uso de la comprensión y la interpretación de las creaciones humanas. Giambattista Vico supo reconocer tal diferencia, supo reconocer que el ámbito propio del conocimiento humano es el mundo civil, el mundo de la vida social y cultural. Es por ello también que la obra de Vico no puede dejar de formar parte de aquello que hoy podemos reconocer como los antecedentes del paradigma comprensivo”.
María Luisa Bacarlett Pérez (Universidad Autónoma del Estado de México): “Giambattista Vico y los antecedentes del paradigma comprensivo” (Convergencia-Volumen 15-Número 48-Toluca-2008).
11/08/2025 a las 12:04 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Guerra
Luis Bruschtein
Página/12
9 de agosto de 2025
Diputados rechazó cuatro decretos presidenciales, apresuró el tratamiento para rechazar tres vetos del Presidente, aprobó la emergencia en discapacidad, la emergencia en pediatría y el aumento del presupuesto universitario, encomendó la formación de la comisión investigadora de la estafa cripto con $Libra, y apresuró a las comisiones que deben dictaminar los ATN y el impuesto a las naftas. El gobierno se desinfló en un día, incapaz de negociar, desubicado y lo que es peor: sin reflejos. Y Javier Milei anunció en cadena nacional que estas medidas van contra un crecimiento de la economía, cuando la economía cayó en picada. Se opondrá a todo lo que votaron los representantes del pueblo.
Al mismo tiempo el peronismo consolidó su proceso de unidad, el PRO fue fagocitado por los libertarios en CABA y provincia de Buenos Aires, los radicales aparecen fragmentados en varias líneas pero una alianza de gobernadores surgió en un espacio donde es posible que se produzca un retroceso del gobierno.
La derrota del oficialismo puede ser sólo un traspié o la bisagra hacia una nueva reformulación de la derecha a través de los gobernadores Martín Llaryora, de Córdoba; Ignacio Torres, de Chubut; Maximiliano Pullaro, de Santa Fe; Carlos Sadir, de Jujuy; Claudio Vidal, de Santa Cruz; y Gustavo Valdés, de Corrientes.
Son tres radicales, un ex PRO, un ex aliado del oficialismo y un peronista cordobesista. El cordobesismo ha sido la expresión histórica de la Fundación Mediterránea, –la de Domingo Cavallo–, en esa provincia. El exgobernador Juan Schiaretti se configura como referente nacional con expectativa de ser el candidato 2027 de esa alianza. Ignacio Torres tomó distancia de un PRO en proceso de implosión y trata de organizar su armado provincial en Chubut.
Los radicales cordobeses aspiran a una alianza con los libertarios, como hizo Alfredo Cornejo en Mendoza. Provincias Unidas dio cobijo a los radicales referenciados en Facundo Manes y Martín Lousteau. Los demás buscan cerrar con Karina Milei. El entrerriano Rogelio Frigerio, del PRO, se hubiera sumado a Provincias Unidas, pero prefirió una alianza con los libertarios ante el temor de un triunfo del peronismo en esa provincia.
El peronismo superó su interna y se presenta unido, con algunos altibajos, como en Santa Fe con el sector del exgobernador Omar Perotti. Lo mismo la izquierda con el FIT, aunque en algunas provincias se presenta el Partido Obrero por separado.
En el centro del huracán que provocó la desaparición de Juntos por el Cambio, la absorción del PRO por la Libertad Avanza y los tropezones del gobierno, Mauricio Macri se mantuvo estático. No peleó mejores condiciones con el oficialismo en la provincia de Buenos Aires y en CABA, que fue el centro de poder del PRO. El maltrato de la Libertad Avanza con el PRO ha sido el mismo que tuvo el PRO con los radicales en Juntos por el Cambio. Macri soportó en silencio esas humillaciones. Los que lo conocen desconfían de esa quietud. Sin timón, el PRO no sobrevivirá.
Macri tiene el poder mediático y judicial. Es su capital político porque en las encuestas tiene imagen negativa muy alta. Si deja morir al PRO para diseñar otro armado no pierde nada y se abre un camino nuevo en la perspectiva de un desmoronamiento libertario. El anuncio de conversaciones entre el expresidente y la actual vicepresidenta, Victoria Villarruel, se produjo cuando el PRO todavía estaba negociando las listas en CABA y provincia de Buenos Aires. Funcionó como una advertencia y motivó inmediatamente una desmentida tajante.
La derrota legislativa del miércoles impactó en el gobierno y en sus principales negociadores. La aprobación de la emergencia pediátrica consiguió los dos tercios de los votos y el aumento del presupuesto universitario, un voto menos que los dos tercios. Si veta estos dos proyectos de ley que obtuvieron media sanción, es muy probable que no consiga el tercio para sostenerlo. Todas las votaciones de la oposición estuvieron cerca de los dos tercios.
Lo más que consiguieron con las históricas presiones a los gobernadores fue que la oposición consiguiera un quórum casi en el límite. Pero en la sesión, los votos en contra del gobierno volaron de todos lados.
Sólo con el respaldo del PRO pero sin la complicidad de muchos de los gobernadores, el oficialismo no hubiera podido aprobar ninguna ley desde que asumió. El miércoles negro para el gobierno lo demostró.
Supervisados directamente por Karina Milei, el armado territorial de la Libertad Avanza y la negociación con las otras fuerzas legislativas recayó en Lule y su primo Martín Menem, que delegaron en Sebastián Pareja, un tránsfuga del peronismo, la organización en la provincia de Buenos Aires.
El jefe de Gabinete Guillermo Francos quedó como un negociador sin respaldo. Santiago Caputo era otro interlocutor, pero quedó afuera con sus fuerzas del cielo. Y la responsabilidad por el miércoles negro recaerá sobre Martín Menem. El gobierno pierde espadas y no es un semillero, más bien todo lo contrario.
El horizonte que plantean estas elecciones de medio término tampoco aclaran el panorama brumoso que tiene el gobierno. A lo sumo ganará los legisladores que pierda el PRO. Tendría que arrasar en las urnas para que haya un cambio cuantitativo considerable.
El optimismo con el que los libertarios hablaban de estas elecciones de medio término ya no es tanto. Doblaron el brazo del PRO, pero perdieron por otro lado. Es difícil que en la provincia alcancen el 50 por ciento que tuvieron en la segunda vuelta. La esperanza ya no reside en aumentar el caudal de votos, sino en aumentar el ausentismo.
El inicio de la campaña fue el jueves con un Milei en puntas de pie para parecer alto, sin darse cuenta que se le veían las piernas porque el cartel no pasaba de la rodilla. El acto tuvo poco entusiasmo. El Presidente llegó a Villa Celina, donde la mayoría de los vecinos son bolivianos, en una caravana de camionetas negras con vidrios blindados, al estilo del FBI norteamericano. Estuvo diez minutos y se fue.
Pero el corolario de ese circo fue el cartel miserable que sostuvieron los candidatos. Todas sus propuestas se reducen al antikirchnerismo. En el cartel estaba la burla a los derechos humanos arrasados en la dictadura. Los representantes de este gobierno que respalda a los genocidas usaron el logo del Nunca Más que denuncia las aberraciones cometidas por la dictadura.
El discurso por cadena de ayer fue otro despropósito. Con una escenografía infantil, con un león sobre su cabeza y cuatro burócratas de escolta, duros como estatuas, hizo un trabalenguas con A y B para explicar la inflación y mintió en todas las estadísticas que ofreció. Dijo que sacó a doce millones de argentinos de la pobreza y a siete millones de la indigencia. No hace falta decir que es mentira porque cualquiera puede dar testimonio con su propia experiencia.
Y engañó al decir que no emite. Hay mucha plata en el aire como señaló el último informe del Banco Central que denunció que la base monetaria se duplicó. De lo contrario, que explique con qué se pagan las altísimas tasas de interés, la deuda flotante y la especulación con dólar a futuro. Todo ese desastre después de un tremendo sacrificio impuesto a la sociedad.
11/08/2025 a las 12:07 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Sueños y pesadillas mileístas
Claudio Jacquelin
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
8/8/025
Ni en sus mejores sueños Javier Milei hubiera imaginado el 7 de agosto de 2021, en su lanzamiento formal a la arena política, que solo cuatro años después iba a celebrar el aniversario con la foto que le regaló este jueves Pro, en la que varios de sus más conspicuos dirigentes escenificaron, vestidos de violeta, su rendición incondicional. Un verdadero traspaso de mando del cuadrante que va de la centroderecha a la derecha de la política nacional.
El viaje sin escalas de aquel acto casi marginal al centro del escenario no tiene precedentes en los últimos 42 años de historia política nacional. Del llano (o los estudios de TV y las redes sociales) a dos bancas de diputados, de un bloque hiperminoritario a la Casa Rosada y de ahí a la hegemonía de uno de los dos hemisferios político-ideológicos, en solo 48 meses. Nada que pueda explicarse sin los fracasos que llevaron al fin de ciclo de las dos fuerzas emergentes de la crisis de 2001, el hartazgo de una parte mayoritaria de la sociedad, tras más de una década de inflación y estancamiento, y una formidable capacidad para capturar y alimentar el descontento y la rabia.
Aunque tampoco ha sido ni es el del mileísmo un trayecto lineal y menos aún apacible o exento de riesgos y sobresaltos, sobre todo desde que llegó al poder hace ya 19 meses.
El sueño tiene su contracara en muchas pesadillas que sobresaltan al presidente libertario y los suyos a diario. Como sucedió anteayer en la Cámara de Diputados y como es altamente probable que le ocurra en los próximos meses y años. Tanto por demérito propio, por excesos y errores, como por acción de sus viejos rivales, que aún debilitados conservan poder de daño. También de nuevos adversarios que empiezan a emerger y a los que se busca anular antes de que puedan crecer.
La sesión de la Cámara baja de anteayer implicó en términos futbolísticos una inapelable goleada por 5 a 0 sufrida por el equipo oficialista. El abultado score se alcanzó con los goles opositores concretados al lograr, primero, el quorum para sesionar. Y, luego, con los dos proyectos aprobados que de sancionarse obligarán a Milei a vetarlos para evitar que afecten la joya del superávit fiscal, así como con la imposición del tratamiento de asuntos destinados a hacerle pagar costos en el proceso electoral y espantan a la Casa Rosada.
En este último punto se destaca la reactivación de la investigación parlamentaria del escándalo $LIBRA, del que no dejan de surgir novedades que salpican a los hermanos Milei.
Hasta ahora, el Gobierno había conseguido encapsular el caso en el Congreso y no había sufrido contratiempos en la “investigación” que la jueza federal María Servini delegó en el fiscal Eduardo Taiano, de coherente parsimonia en los casos que tocan a quienes tienen poder. Aunque eso marca un fuerte contraste con la causa que avanza en Estados Unidos y con las revelaciones periodísticas, entre las que sobresalen las expuestas por Hugo Alconada Mon.
Ahora eso podría tener una fuerte amplificación en el Congreso, en medio de la campaña electoral nacional que acaba de lanzarse de hecho.
Por eso, cobró más relevancia la concreción de la imagen proselitista para contrarrestar estas novedades, que ayer el equipo de prensa y propaganda mileístas compuso con candidatos y dirigentes libertarios y exmacristas bonaerenses vestidos y travestidos de furioso violeta.
El valor de la foto no radica solo en quienes la encarnan, en lo que representan ni en su uniformización, sino también en el mensaje que subraya la bandera que portan, destinada a clausurar toda disputa política en la antinomia kirchnerismo-antikirchnerismo.
“Kirchnerismo Nunca más”, reza la consigna graficada nada menos que con idéntica tipografía a la utilizada para titular el fundamental informe sobre el terrorismo de Estado de la última dictadura militar. En épocas de política explícita nada debe sugerirse. La representación llevada a cabo en el bastión kirchnerista de La Matanza fue un ejercicio de demonización del adversario, convertido en enemigo, aún a costa de banalizar la más grande de las tragedias de la historia política contemporánea argentina.
El acto de presentación del nuevo oficialismo ampliado apuntó, así, a restaurar la polarización extrema, obturar cualquier emergente que pueda surgir en el espacio centrista y confinar en el bando de los réprobos a aquellos que no adhieren irrestrictamente a todo lo que emane del liderazgo mileísta. Raúl Apold y Ernesto Laclau no habrían imaginado ese homenaje.
La formulación había sido explicitada la noche anterior, ante la derrota inexorable, por los diputados libertarios y por exmacristas ya convertidos en oficialistas sin remilgos. En la performance sobresalieron el titular del bloque Pro, Cristian Ritondo, convertido en albacea testamentario de Mauricio Macri, y la bullrichista Silvana Giudici, quienes adornaron con su expertise parlamentario y la fe de los conversos los discursos más rústicos de sus ahora socios libertarios.
El rechazo a los proyectos que aumentan asignaciones para atender casos de discapacidad y dan más recursos a las universidades nacionales fue sostenido con el argumento de la defensa del cuidado de las cuentas públicas y reforzado con la descalificación de kirchneristas o funcionales al kirchnerismo a todos los que votaron a favor de esas iniciativas. No importó que con varios de ellos hubieran compartido hasta hace menos de dos años la trinchera en la batalla contra el kirchnerismo, cuando el espacio creado por Néstor y Cristina Kirchner tenía mucho más poder que el que ahora a duras penas conserva. La dinámica de la historia y el poder tiene esas cosas.
Igual de enfático, pero más elocuente, fue el discurso contra los proyectos que rechazaban el uso de facultades delegadas al Poder Ejecutivo en la Ley Bases, de Ritondo. El diputado no desaprovecha oportunidades de demostrar que es un agradecido, como lo hace con Milei, quien, a diferencia de Macri, salió en su defensa apenas se publicó su vinculación con propiedades y cuentas en el exterior no declaradas.
Su llamado a la coherencia a quienes habían votado a favor de la Ley Bases fue tanto un señalamiento a quienes cambiaran de posición como una admisión de que sus propias filas están en proceso de desarme. Ya lo había comprobado con los votos de media docena de diputados a favor de los proyectos que el oficialismo rechaza, al igual que con las abstenciones y ausencias que elevan el número de los disconformes a más de un tercio de la bancada.
El cierre de la alianza porteña con los libertarios alcanzado el día anterior había terminado por implosionar el partido que fundó Macri. Las voces de María Eugenia Vidal, Silvia Lospennato y Waldo Wolff fueron las más resonantes, pero no las únicas que escuchó el ingeniero, sin poder convencerlos de que se trataba de un repliegue estratégico y no de una claudicación poco honrosa.
Macri sabe, además, que las dos fieles diputadas expresan a muchas otras expresiones de su partido, con el agravante de que él mismo comparte en buena medida argumentos de quienes se resistieron al acuerdo. Tanto que no ha logrado en las últimas 48 horas articular una explicación sólida para saldar el bache lógico que media entre la aceptación de las condiciones impuestas por Karina Milei y su queja de pocas horas antes, porque LLA pretendía “una posición totalmente dominante”, que relegaba a Pro.
“En Capital ni foto pudieron hacer. Y en varias provincias, como Santa Fe, San Juan, Chubut y Neuquén, Pro va a enfrentar a LLA. Para peor, en la Legislatura porteña no tienen asegurado el respaldo a Jorge”, señaló uno de los referentes golpeados por la conversión al violeta. El dirigente ponía así un dedo en la herida más abierta del macrismo, que es la gobernabilidad porteña, uno de los argumentos con lo que se buscó justificar el cierre.
La elección de postulantes amigables al paladar de Karina Milei, como catadora de candidatos confiables, para ocupar los puestos quinto y sexto de la boleta de la ciudad de Buenos Aires, es la tarea en la que se encuentran. Dejar trascender los nombres de Jimena de la Torre, Fernando de Andreis y de Hernán Iglesias Illia se asemejó a una prueba de tolerancia.
En ese contexto, cobra significación el interrogante abierto a futuro por los heridos que quedaron en lo que fue el universo cambiemita. Las dudas remiten menos a la próxima elección que a los últimos dos años de mandato. El triunfo nacional que descuenta el oficialismo y con el que alimentan sus sueños las encuestas les permite imaginar un horizonte más despejado para la etapa decisiva de su gobierno. Tanto por los legisladores que sumará (aunque seguirá siendo minoría), como por el efecto que podrá tener el resultado sobre el resto.
El fin del macrismo y el ocaso kirchnerista, aun cuando pueda salir airoso de los comicios bonaerenses, sumado a la recuperación del pragmatismo por parte de los gobernadores tras las elecciones, ilusionan al Gobierno.
Sin embargo, la reconfiguración del mapa político, que profundizó la absorción del macrismo, no ofrece tantas certezas. Lo ocurrido en Diputados lleva a revisar números. No todos los que hoy integran los bloques de Pro y seguirán en sus bancas han hecho votos de fidelidad al flamante enlace. Los propios primos Macri nunca han sido afectos a compromisos tan rígidos.
A eso se suma que algunos conspicuos integrantes de la exalianza cambiemita, como los gobernadores de Santa Fe, Maximiliano Pullaro (UCR), y de Chubut, Ignacio Pullaro (Pro), ya iniciaron su propio emprendimiento, con sus pares de Córdoba, Martín Llaryora, de Jujuy, Carlos Sadir (UCR) y de Santa Cruz, Claudio Vidal.
A pesar de que el quinteto fundador insiste en acotar la formación a un armado interprovincial, la elección del nombre revela ambiciones más amplias. La integración de un interbloque en el Congreso asoma como un objetivo para hacer valer su posiciones ante al Gobierno.
“Provincias Unidas nos representa y está menos gastado que cualquier nombre que lleve por el adjetivo federal. Además, tiene historia: de las Provincias Unidas nació la Argentina”, señala uno de los mandatarios para darle épica a la iniciativas, mientras intenta no sacar la cabeza de sus provincias antes de tiempo. Lo que no aclara es si los impulsores tienen en cuenta que la organización nacional a la que remiten demoró medio siglo.
Los sueños que lo alimentan así como las pesadillas que lo asaltan a cada paso son una dualidad a la que está atado el oficialismo. Pero no solo él.
11/08/2025 a las 12:09 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Kicillof necesita el triunfo para demostrar que se opone a Milei y no a Cristina
Daniel Bilotta
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
8/8/025
Axel Kicillof precisa de una victoria de Fuerza Patria para demostrarle al kirchnerismo que si desdobló las elecciones fue para evitar que Javier Milei se atribuya la victoria de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires. Pero no con la intención de perjudicar el liderazgo de Cristina. De la obtención de ese resultado depende, además, mantener vigente su proyecto presidencial. No solo para fortalecerlo asociándolo a una victoria. También para librar a su estrategia de ascenso al poder de las dudas que persisten sobre su eficacia.
Un cursus honorum acelerado para ser reconocido como dirigente, que transitaría con lógica inquietud, según quienes lo frecuentan en una campaña que lo tiene de protagonista absoluto, pero en la que no está exento de sobresaltos. El gobernador exhibió los reflejos que sus aliados le critican no haber tenido en el cierre de listas para abortar un pronunciamiento sobre los salarios de la policía que pretendía llevar adelante un grupo de uniformados.
La Justicia no tendría elementos suficientes para enjuiciarlos penalmente en la denuncia presentada en su contra por el Ministerio de Seguridad, en la que involucró a Maximiliano Bondarenko. El excomisario de Florencio Varela encabeza la lista de candidatos en la tercera sección por La Libertad Avanza. A los policías se les podría imputar la malversación de bienes públicos, el delito excarcelable en el que habrían incurrido por valerse de patrimonio del Estado para el fallido alzamiento.
La relación de Bondarenko con los hechos, en cambio, debe ser probada. Los rumores que circulan sobre él no guardan relación con esta causa. El más notable de ellos lo postula como un nexo entre la policía bonaerense y sus proveedores oficiales de armamento. Una afición que habría desarrollado por su camarada Diego Pérez, hijo de un comerciante de Florencio Varela dedicado a esa actividad. Pero que con el paso de los años le habría facilitado entrar en contacto con Mario Montoto, un reputado empresario del área de defensa.
De buen diálogo con todo el espectro político, a Montoto suele atribuírsele un trato preferencial con Patricia Bullrich. La ministra de Seguridad defendió con vehemencia a Bondarenko tras la denuncia. ¿Sabía el Gobierno de los antecedentes de Bondarenko? ¿Es otro de los supuestos deslices en el reclutamiento de candidatos que Karina Milei consiente a su delegado Sebastián Pareja? Todas especulaciones sobre una campaña extraña.
En especial porque Milei pareció prestarle más atención a Cristina que a Kicillof sobre el efecto que tendría el desdoblamiento. El salario inicial de un policía supera los $800.000. El rango más alto del escalafón lo triplica con dificultad. El oficialismo nacional tiene, sin embargo, poco de lo que jactarse en materia de rarezas. Sobre todo por la difusión pública de informes de la SIDE.
La incontenible ansiedad que le achacan en ese organismo a Diego Kravetz estaría detrás de esa filtración. Resignado, en apariencias, a que no se formalice su designación como “señor 8”, Kravetz habría apelado a esta extravagancia para exigir la Secretaría de Seguridad que ocupa Alejandra Monteoliva. Bullrich negociaría con los hermanos Milei conservar a Monteoliva en su cargo si abandona el ministerio para ser candidata a senadora por la ciudad.
Desde sus vacaciones en Punta Cana, Kravetz promovería su traslado a un espacio de mayor visibilidad que la SIDE para postularse a intendente en Lanús en 2027. Antes debería superar otro test involuntario. La causa donde se investiga a Elías Piccirillo por forzar la detención del empresario Francisco Hauque, en complicidad con efectivos de Hurtos y Delitos de la policía metropolitana.
El vuelco en la investigación de la jueza María Eugenia Capucetti no tranquilizaría a Kravetz, secretario de Seguridad porteño cuando Picirillo le tendió una celada a Hauque. Capucetti intenta establecer cuál es el origen de los seis millones de dólares prestados a Piccirillo por Hauque, detenido irregularmente por exigir su devolución. La jueza aguarda que la Unidad de Información Financiera (UIF) le responda el pedido de informes sobre Hauque que le cursó en diciembre de 2024.
Hauque había conseguido que Javier Milei promocionara criptomonedas distribuidas con su firma Coinx mientras era diputado. El juez federal Ariel Lijo cerró sin investigar la causa en la que los dos estaban denunciados por presuntos damnificados en esa operación. El caso de Coinx podría ser un antecedente para la comisión rehabilitada esta semana en el Congreso para investigar el de $LIBRA.
Servicial como no podría ser de otra forma, Kravetz le habría ofrecido a Capucetti colaboración para abrir el teléfono de Gerardo Milman en la causa por el atentado contra Cristina. Una tarea cumplida finalmente por peritos de la Gendarmería.
Murmuraciones infundadas, seguramente. Pero que vuelven seductora la teoría de la expresidenta: todo tiene que ver con todo. El inicio poco prometedor de una campaña en que la mayoría de las fuerzas que compiten parecen conjuradas en justificar la poca disposición a votar de los electores.
Pero también la queja que Santiago Caputo traslada al Presidente y su hermana. La falta de atractivo electoral de los candidatos seleccionados por Pareja para la elección del 7 de septiembre. Una categoría en la que incluye a José Luis Espert, el candidato elegido por Milei para encabezar la lista el 26 de octubre. A menos que sea una excusa del asesor para ser compensado con lugares en esa lista que se oficializará el 17 de agosto.
Kicillof negocia con Cristina que Jorge Taiana y Mariel Fernández sean los dos primeros en la lista de diputados nacionales. La idea de contener con el excanciller y la intendenta de Moreno a quienes pretendan hacer de ese lugar un trampolín a 2027 tal vez sea la más convincente para la intención de los dos: detener esa carrera antes de que comience. Kicillof precisa que ese lugar no sea ocupado por Juan Grabois y Sergio Massa, dos eventuales competidores.
Massa habría recurrido al oficio de Juan Manuel Olmos para instar a Facundo Manes a que se postule en la ciudad y no en la provincia de Buenos Aires. Autorrotulado “el loco sano”, Manes habría rechazado la propuesta del apoderado del PJ. A Massa le preocupa que fuguen a Somos Buenos Aires los pocos votos ajenos a una polarización extrema entre Fuerza Patria y la alianza libertaria. Cristinistas que lo quieren poco bromean con que no desea repetir la experiencia que vivió con Milei en las elecciones de 2023.
Kicillof confía en superar airoso el cierre de listas del 26 de octubre sin conocer el resultado de las del 7 de septiembre. Será inevitable que las campañas para ambas se superpongan, una de las recriminaciones por adelantado de Cristina, a la que podrían sumarse otras por la intransigencia del gobernador en imponer a Verónica Magario y Gabriel Katopodis como candidatos testimoniales en la tercera y en la primera sección.
Fernando Espinoza se propone obtener más votos que Magario con la misma fórmula que ella. El intendente es candidato testimonial a concejal en La Matanza. Para hacer realidad ese deseo, debería cortar boleta contra ella y en perjuicio del camporista Facundo Tignanelli, segundo en la lista. Lo que obligará al ministro de Infraestructura a asumir su cargo y que no lo haga en su lugar Fernando Coronel, delegado de Mario Secco, el intendente de Ensenada que se alió con Kicillof por despecho con Cristina.
11/08/2025 a las 12:11 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Alarmarse… ¿de qué?
Vicente Massot
Fuente: INC
(*) Notiar.com.ar
6/8/025
No deja de resultar curioso o representa una demostración clara de la falta de rigor de los opugnadores del gobierno —o, quizás, prueba la mala fe de los críticos del oficialismo— el hecho de que, cuando el dólar orillaba la cota inferior de la banda y se movía entre los $1.150 y los $1.200, todos se rasgaban las vestiduras aduciendo que así la Argentina era poco competitiva y que el tipo de cambio estaba claramente atrasado.
Pero, a poco de que pasara los $1300 y, por espacio de algunas horas, trepara hasta acercarse a la cota superior de aquella banda, buena parte de esos mismos políticos, economistas y opinadores del montón argumentaron que era una muestra palpable del fracaso del plan económico.
No faltaron —claro— los que en su desesperación para que a los libertarios les vaya mal, predijeron una corrida hacia la divisa norteamericana, y el inevitable estallido de una crisis cambiaria similar a las muchas que hemos visto en el curso del último medio siglo.
Por supuesto, no había razones para alarmarse. En un mercado de divisas libre, el que en determinados momentos el dólar suba no tiene nada de extraño. Ni la gestión económica implementada por el dúo Milei-Caputo entró en una zona de turbulencias, ni existen motivos para echar mano a los salvavidas. Lo cual no quita que hayan sido perceptibles ciertos desajustes en el equipo de Toto ni que era previsible que algunas expresiones del titular de la cartera de Economía pudieran volverse en su contra.
Si el presidente y algunos de sus colaboradores más estrechos tomaran nota que la incontinencia verbal es mala consejera, correrían menos riesgos. No obstante, pretender que, a esta altura de su vida, Javier Milei cambie su personalidad es algo así como soñar despierto.
Como quiera que sea, sucedió cuanto se había anticipado. El dueño temporal de la Casa Rosada cumplió la promesa hecha pública semanas atrás y vetó, sin demasiados miramientos, las leyes que consagran el aumento de las jubilaciones, la moratoria previsional y la referida a la emergencia en discapacidad. No existía ninguna posibilidad de que el primer magistrado obrara de manera diferente.
Considerando cuál es la piedra angular de su estrategia gubernamental y en atención a las elecciones que se hallan a la vuelta de la esquina, nada que pusiera en tela de juicio el superávit fiscal iba a ser negociado. Respecto del tema, la consigna mileísta es tolerancia cero.
En esto lleva razón. Los diputados y senadores que le confirieron categoría de ley a aquellas iniciativas son —salvando a unos pocos, que se cuentan con los dedos de una mano—un conjunto de ignorantes o de irresponsables, o las dos a cosas a la vez. De lo contrario, no se entiende cómo pueden haber votado semejantes leyes que —claramente— horadan el enorme esfuerzo hecho por la administración libertaria en punto a reordenar las cuentas públicas y consolidar el superávit fiscal, de manera ininterrumpida y por espacio de diecinueve meses.
Quien con un mínimo de honestidad intelectual, pase revista a los números en cuestión se dará cuenta, más temprano que tarde, que si acaso el veto fracasase, el año próximo el oficialismo o bien debería crear nuevos impuestos o bien tendría que desempolvar la máquina de hacer billetes. No contentos en su afán de poner un palo detrás de otro a las ruedas libertarias, han redoblado su esfuerzo y están a punto de presentar nuevos proyectos de financiación genuina imposible.
Todo hace suponer que las voluntades que necesita el gobierno a los efectos de blindar los vetos fulminados por el presidente se harán presentes el día de la votación. Lo que resulta imprescindible tener en cuenta en una circunstancia como la presente —donde está en juego la clave de bóveda de la arquitectura política gubernamental— es la composición de lugar que se hacen todos aquellos gobernadores, senadores y diputados que no militan en el kirchnerismo furioso.
Si se les preguntase en petit comité, asegurándoles que su opinión no sería ventilada a los cuatro vientos, quién creen ellos que ganará en los comicios que se substanciarán en octubre, la totalidad diría que el ganador será La Libertad Avanza. Por lo tanto, la lógica indica que tenderán a alinearse de manera explícita —como lo acaban de hacer los seis diputados radicales que harán causa común con la bancada gubernamental— o implícita con aquellos que tienen las mayores posibilidades de salir airosos en las elecciones venideras. En buen romance, nadie que no sea un político testimonial desea quedar del lado de los perdedores.
Hay dos ejemplos que vale la pena traer a comento, demostrativos de lo expresado más arriba. Tras muchas idas y venidas y en medio de un mar de conjeturas, chimentos y especulaciones poco afinadas, el Pro y La Libertad Avanza terminaron de ponerse de acuerdo en la capital federal y marcharán juntos en pos de las urnas. En realidad, los amarillos no tenían otra opción que no los dejara marginados a perpetuidad de las grandes ligas.
Después de la estruendosa derrota que sufrió en el pasado mes de junio en su baluarte por excelencia, el partido liderado por Mauricio Macri sabía que, en caso de ir en soledad al acto comicial de octubre, lo más seguro es que saliese tercero, detrás del peronismo kirchnerista. Luego de un primer revés había quedado maltrecho. Si sumaba —en menos de medio año— otro golpe de knock out, desaparecería de la escena. Conclusión, primó el sentido común y va como furgón de cola en una alianza ganadora.
Las declaraciones del gobernador de Salta conocidas ayer —que tácitamente han hecho suyas sus pares de Jujuy, Entre Ríos, Catamarca y Mendoza— representan un indicio indisimulable de que su intención es también cerrar filas con el oficialismo nacional. Claro que, como lo hacen desde una posición de fuerza distinta de la del Pro, lo que aquellos mandatarios provinciales han expresado es que “la lealtad es una avenida de ida y vuelta”. Esto supone recordarle a Milei que lo han acompañado hasta aquí en todas las paradas difíciles que debió sortear y que están dispuestos a seguir el mismo camino, a condición de recibir algo a cambio del Tesoro nacional.
Lo que falta por ver es cuán generosos serán en la secretaría de Hacienda a la hora de abrir la billetera.
Conocidos los partidos que dirimirán supremacía en septiembre en el ámbito bonaerense y los candidatos que los representaran en cada una de las ocho secciones electorales en las que se divide la provincia más poblada del país, la pulseada que asoma en el horizonte tiene características únicas por su valor mostrativo.
En una situación diferente de la que atravesamos, unos comicios legislativos de carácter local en Buenos Aires hubieran pasado desapercibidos o —en su defecto— poca incidencia habrían tenido sobre la política nacional. Pero en este caso, en el inconsciente colectivo late la sensación de que aquel que se lleve la victoria dentro de treinta días,
también resultará triunfador en octubre. El razonamiento no es necesariamente exacto porque bien podría ocurrir que, de las dos fuerzas excluyentes — La Libertad Avanza y el kirchnerismo—, una ganase en septiembre y la otra lo hiciese un mes y medio más tarde. Sin embargo, la vox populi se hace escuchar fuerte en todos lados y es menester tenerla en cuenta. Por eso, en las tiendas de campaña de los dos frentes enemigos se preparan como si estuviesen a punto de jugarse la vida.