Por Carlos Tórtora.-

Si el miércoles hay en Diputados sesión para tratar el rechazo al veto presidencial a la ley de financiamiento universitario, Javier Milei se enfrentará al riesgo de la mayor derrota política de su gestión.

Si la oposición reúne dos tercios de los presentes, semejante victoria del Congreso sobre el Ejecutivo dejaría a Milei debilitado nacional e internacionalmente. Quedaría como el presidente que intentó doblegar al Congreso y no pudo.

Sin duda que los mercados serían sensibles a esta pérdida de gobernabilidad de los libertarios. Que la Casa Rosada intente luego judicializar el tema o no dar cumplimiento a la ley, sólo conseguiría magnificar aún más su derrota.

Pero habría distintas secuelas de lo que puede pasar en Diputados.

Por ejemplo, si el PRO vota dividido, como todo parece indicar, las relaciones entre el partido amarillo y La Libertad Avanza quedarían muy lesionadas. Aunque en privado, Mauricio Macri estaría diciendo que hay que apoyar el veto, en público evita definirse y es consciente de que una parte de sus seguidores se le dio vuelta al gobierno.

Por otra parte, en el bloque de diputados de la UCR crece hoy la postura contra el veto, porque los radicales acaban de ganar en la UBA la mayor parte de las elecciones de los centros de estudiantes y tienen entonces un mandato de ellos.

La Caja de Pandora

Pero si el veto es rechazado, se abre otro capítulo en la lucha por el poder y la pregunta que puede instalarse es si los dos tercios serían la antesala del inicio del juicio político a Milei.

El artículo 53 de la Constitución Nacional establece que la formación de la acusación por juicio político exige los dos tercios de los votos de los presentes.

Hay cinco pedidos de juicio político presentados en la Cámara de Diputados, entre los cuales se destaca el que firman, entre otros, Atilio Borón, Adolfo Pérez Esquivel, Taty Almeida y Eduardo Barcesat.

La presidenta de la Comisión de Juicio Político, Marcela Pagano, hasta ahora no habilitó el tratamiento de ningún pedido.

A todo esto, Milei sigue acumulando causales de mal desempeño y de manifiesta inhabilidad moral para ejercer su cargo.

Si se reúnen dos tercios para rechazar el veto, el precedente sería entonces bastante peligroso para el presidente, que no está dispuesto a ceder ni un milímetro ante el creciente rechazo social a su política económica.

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