Por Carlos Tórtora.-

Esta semana Javier Milei se enfrenta tal vez a la prueba más difícil desde que se hizo cargo del gobierno. En su inminente viaje a La Florida, debe conseguir no sólo que Donald Trump lo reciba sino que emita alguna señal de apoyo a su gestión.

En los últimos días, la negativa del presidente electoral de EEUU a atender los numerosos llamados telefónicos del líder libertario dejó un rastro de sospechas en la dirigencia política y empresaria argentina. La sospecha que se comenta es que el líder republicano habría sido asesorado acerca de que la economía argentina navega con rumbo incierto pero muy cerca de una gran crisis y que a él no le convendría entonces aparecer abrazado a un gobierno que puede encaminarse a un doble fracaso, económico y electoral.

El círculo rojo mira ahora a Milei de reojo y está pendiente de saber cuál es el verdadero apoyo que Trump le daría. Esto es si EEUU jugará seriamente en el FMI para el refinanciamiento de la deuda argentina.

El tema está envuelto en una nube de versiones y contra versiones. Las usinas oficiales trabajan a full e inflan la versión de que Trump se haría presente en Buenos Aires el mes próximo, para asistir a la Conferencia de la Acción Política Conservadora (CPAC) lo que sería un gran éxito para los libertarios.

Todos se reprograman

Mientras tanto, todos los actores de la política se resetean y especulan ante las dos eventualidades: qué este por emerger un súper Milei aliado regional de Washington o que el apoyo americano sea tibio e intrascendente.

Como ocurre sistemáticamente cada vez que el gobierno está en problemas, Mauricio Macri está presionando nuevamente por más espacios de poder y ahora amenazaría con restarle apoyo a La Libertad Avanza en el tratamiento que Diputados hará el martes del proyecto de ley que limita los DNU. Aparte, el PRO quiere formalizar su matrimonio electoral con La Libertad Avanza a través de un pacto formal, al cual Santiago Caputo se negaría.

Por su parte, el peronismo está pendiente de dos cosas: cómo funcionará la relación entre Trump y Milei y si Cristina Kirchner logrará movilizar la dirigencia justicialista para que se solidarice con ella luego de que el jueves que viene la Cámara Nacional de Casación ratifique su condena por administración fraudulenta en la causa Vialidad.

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