Por Hernán Andrés Kruse.-
El 14 de mayo se cumplió el centésimo quincuagésimo aniversario del nacimiento de un brillante matemático. Beppo Levi nació en Turín el 14 de mayo de 1875. Con sólo 21 años obtuvo el doctorado en matemática por la Universidad de Turín. Fue profesor de las universidades de Turín, Piacenza, Cagliari y Parma. En 1951 la universidad de Bolonia lo designó profesor emérito. En 1939 la dictadura de Mussolini lo expulsó de la universidad por ser judío. Cortés Plá, en ese momento decano de la Facultad de Ciencias Matemáticas, Físico-Químicas y Naturales de Rosario, creó el Instituto de Matemática, ofreciéndole su dirección. Beppo Levi ejerció esa función entre 1939 y 1961, año en que partió de este mundo. Entre sus más destacados discípulos figuran Luis Santaló (matemático español que debió exiliarse en el país luego de la victoria del franquismo en la guerra civil), Simón Rubinstein, Juan Olguín, Enrique Ferrari, Fernando y Enrique Gaspar, y Mario Castagnino (fuente: Wikipedia, la Enciclopedia Libre).
Buceando en Google me encontré con dos esclarecedores ensayos sobre este excepcional matemático. Uno se titula “El exilio en la Argentina de matemáticos judíos italianos: Beppo Levi y Alessandro Terracini”. Su autor es Pablo Miguel Jacovkis-(Doctor en matemáticas, UBA. Profesor Emérito, UBA. Secretario de Investigación y Desarrollo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero). El otro se titula “La obra científica de Beppo Levi”. Su autor es el mencionado matemático Luis Antonio Santaló.
EL ENSAYO DE PABLO MIGUEL JACOVKIS
LAS LEYES RACIALES
“La Italia fascista de Mussolini se acercaba cada vez más a Hitler, que había tomado el poder en 1933, y se fue ‘mimetizando’ con el nazismo. Su consecuencia institucional fue el ‘pacto de acero’, firmado entre la Alemania nazi y la Italia fascista el 22 de mayo de 1939, que desembocó en la declaración de guerra de Italia a Gran Bretaña y Francia el 11 de junio de 1940. Con esta declaración Italia quedó definitivamente encadenada al destino de los nazis que, por supuesto, Mussolini pensaba que sería el de la victoria. De lo contrario, con su oportunismo –que se puede observar claramente en su súbito antisemitismo– nunca se habría comprometido tan irreversiblemente con Hitler.
Los judíos eran muy pocos en Italia (0,1 % de la población, más o menos), pero la proporción de intelectuales entre ellos era extraordinaria. Muchos lograron exiliarse, pero otros no quisieron. El precio que pagaron fue una fuerte discriminación, originada en las leyes raciales, pero hasta que los alemanes ocuparon buena parte de Italia después del armisticio entre Italia y los aliados, en 1943, no corrieron peligro de ser asesinados. En 1937 comenzó en la prensa italiana, controlada por el gobierno fascista, una campaña antisemita. El diario Giornale d’Italia publicó, el 14 de julio de 1938, el “Manifiesto de los científicos racistas” firmado por numerosos científicos y docentes universitarios. Allí se fundamentó la posición del fascismo respecto de la raza, con el mensaje, sobre todo, de que los judíos no pertenecían a la raza italiana. El manifiesto fue acompañado por una fuerte campaña de prensa. A eso siguieron la “Declaración acerca de la Raza”, aprobada por el Gran Consejo del Fascismo el 6 de octubre de 1938 y publicada el 26 de octubre; la institucionalización del antisemitismo a través del decreto-ley real del 5 de septiembre de 1938, y varios decretos más a lo largo de los siguientes meses y años.
Sintetizando, los judíos no podrían enseñar, o frecuentar la escuela pública y las bibliotecas públicas o la universidad; contraer matrimonio con ‘arios’, poseer terrenos que superaran determinado tamaño, prestar servicio en la administración pública. Todo basado en la herencia de sangre. Como mencioné para el caso de Gino Arias, e incluso de la amante de Mussolini Margherita Sarfatti, convertirse al catolicismo no era una solución. Todas estas normas legales fueron derogadas el 20 de enero de 1944, salvo en la República de Saló, el Estado títere de los nazis que Mussolini creó en la zona de Italia ocupada por los alemanes después del armisticio de Italia con los aliados.
Recordemos un poco la cronología de esa agitada época: el 25 de julio de 1943, después de múltiples derrotas italianas en la guerra mundial, Mussolini fue destituido y posteriormente detenido en el macizo del Gran Sasso; el 8 de septiembre se publicó el armisticio (firmado el 3) entre Italia y los aliados; el 12 de septiembre Mussolini fue liberado en una audaz operación liderada por el oficial nazi Otto Skorzeny y, poco después, en las áreas de Italia ocupadas por los alemanes, creó la llamada Republica de Saló. A raíz de la sanción de las leyes raciales fueron echados de sus puestos varios cientos de docentes universitarios. Todos esos cargos docentes, menos uno, fueron ocupados por flamantes docentes, que aceptaron las cátedras que les fueron regaladas gracias a la expulsión de los docentes judíos.
En 1938 solo un profesor se negó a ocupar el puesto de los judíos expulsados de sus cátedras: Massimo Bontempelli, el escritor y compositor, se negó a ocupar la cátedra del distinguido crítico literario Attilio Momigliano; de todos modos, la ocupó Giuseppe de Robertis. El destino es cruel en épocas tan trágicas: en 1948 Bontempelli no pudo asumir como senador… por haber sido fascista. El matemático Mauro Picone, quien creó el Instituto de Cálculo Aplicado, escribió en 1939: “Urge, por lo tanto, que los científicos de raza aria colaboren lo más activamente posible para mostrar cómo la ciencia puede progresar igualmente sin la intervención judía”. Tan solo siete años más tarde, con Italia liberada, y en conmemoración del matemático judío Guido Fubini, muerto en el exilio en 1943 en Nueva York, se manifestó contra los “insensatos, infames procedimientos raciales’ que antes había aplaudido, y los definió como ‘vergüenza eterna”.
Sin embargo, lo absolvieron de la depuración antifascista posterior a la guerra –era un fascista convencido– porque ayudó a varios matemáticos judíos, entre ellos a Guido Ascoli. Picone (1885-1977) fue el director del IAC desde su fundación en 1932, e influyó en Manuel Sadosky, que estuvo trabajando en dicho instituto en 1948 y 1949; el Instituto de Cálculo (IC) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, que Sadosky dirigió en sus comienzos y hasta el golpe militar de 1966 contra el presidente Arturo Illia, tuvo un enfoque imbuido por el IAC. De hecho, la computadora comprada en 1955 para el IAC –la segunda computadora universitaria de Italia– era del mismo proveedor, Ferranti, que la comprada posteriormente en el IC en 1958.
La lista de los emigrados, ocultos, capturados, asesinados por los nazis es numerosa, mucho más que la –desgraciadamente corta– lista de sobrevivientes de los campos de concentración y de exterminio, entre ellos el químico y escritor Primo Levi. Mencionaré sucintamente a algunos refugiados en la Argentina, no solamente matemáticos, y no solamente universitarios: César Civita, empresario, fundador de la Editorial Abril (previo paso por Nueva York, llegó en 1941); Rodolfo Mondolfo, filósofo, profesor en Tucumán; Alessandro Terracini y su hermano Benvenuto, este último lingüista; Beppo Levi; Aldo Mieli, historiador de la ciencia, originariamente en Santa Fe en la Universidad Nacional del Litoral; Eugenia Sacerdoti de Lustig, médica y científica; Renato Treves, abogado (también en Tucumán); Dino Jarach, especialista en derecho tributario, profesor en la Universidad Nacional de Córdoba, en la Universidad Nacional del Sur y, finalmente, en la Universidad de Buenos Aires; Andrea Levialdi, físico, y unos cuantos más”.
BEPPO LEVI
“Levi nació en Turín el 14 de mayo de 1875. Era uno de nueve hermanos, más uno que murió poco después de nacer. El padre era abogado. Estudió matemáticas en la Universidad de Turín. Ingresó a la carrera de matemáticas a los diecisiete años y se recibió en 1896, a los veintiuno (obtuvo la laurea, que en esa época era equivalente al doctorado). Se formó en la escuela italiana de geometría algebraica, con profesores como Corrado Segre, Enrico d’Ovidio, Giuseppe Peano, Vito Volterra (especializado en análisis funcional y biomatemáticas, sobre todo). Volterra y Segre eran judíos; Peano, en particular, fue un personaje particularmente importante: los axiomas de Peano sirvieron para una fundamental definición formal de los números naturales. Levi fue ayudante de cátedra en Turín, ayudó con su magro sueldo a la familia, que después de la muerte del padre en 1898 comenzó a tener dificultades económicas. Pasó a ser profesor secundario para ganar más dinero (y poder ayudar mejor a su familia) hasta 1906, en que fue nombrado profesor en la Universidad de Cagliari. Pese a su mucha carga de trabajo y a haber tenido que ‘pasearse’ por varias ciudades de Italia, pudo escribir numerosos artículos científicos, por los cuales finalmente obtuvo la cátedra en Cagliari.
Cuando ya era profesor, su casamiento fue arreglado con una hermana… y terminó casándose con la otra. Su mujer fue Albina Bachi, quien nació en 1886. En Cagliari fue amigo del ya mencionado matemático Mauro Picone. En 1910 logró ser transferido a la Universidad de Padua (el sistema italiano permitía que, si un profesor estaba concursado en una universidad, podía transferirse a otra sin un nuevo concurso, siempre que la nueva universidad así lo quisiera, naturalmente). Allí nacieron sus tres hijos: Giulio en 1913, Laura en 1915 y Emilia en 1921. La universidad era menos importante que las de Roma, Turín o Bolonia, pero radicarse en Padua le significó estar mucho más cerca de su ciudad natal, donde todavía había parte de su familia. Levi estuvo como profesor en Padua durante toda la Primera Guerra Mundial (1914-1918) en la cual, a partir de 1915, Italia participó como aliada de Francia y Gran Bretaña, y que para él tuvo penosas consecuencias familiares: dos de sus hermanos murieron combatiendo en ella, lo cual le causó un dolor muy profundo.
En Padua fundó y dirigió el Instituto de Matemática, y fue preside (decano) de la Facultad de Ciencias. Allí, aparte de continuar con sus trabajos científicos, Levi escribió el Abbaco, dedicado a sus hijos (y destinado a niños) en 1922, con un enfoque de los números naturales pensado más en ordinalidad que en cardinalidad, es decir, pensado más en que, por ejemplo, el cuatro es el ‘sucesor’ (el siguiente) del tres, que en el concepto de cuatro como representante de los conjuntos que constan de cuatro individuos. En 1922 se produjo en Italia la marcha sobre Roma y la entronización del fascismo. Beppo Levi fue antifascista desde siempre, a diferencia de otros que fueron fascistas siempre y otros que al principio fueron fascistas y después, al ver el curso de los acontecimientos, se volvieron antifascistas; un ejemplo de estos últimos fue el distinguido filósofo, historiador y político Benedetto Croce, que después se hizo antifascista, pero votó, siendo senador, por Mussolini. En honor a Croce, él fue quien redactó el manifiesto antifascista de 1925 y se negó a completar el cuestionario, tras las leyes raciales, con la declaración jurada de que no era judío.
En la Universidad de Padua, entre tanto, se fueron produciendo algunos acontecimientos que incomodaron significativamente a Levi: la Facultad de Ciencias se transformó en (y quedó reducida a) Facultad de Ciencias Químicas, y en ella Beppo Levi quedó como único matemático; finalmente la facultad fue disuelta. Levi llegó a la conclusión de que su futuro no estaba más en Padua, y logró en 1928 (después de una gestión el año anterior, que había fracasado tal vez debido a su postura antifascista: había firmado el mencionado manifiesto antifascista redactado por Croce) ser transferido a Bolonia, que, además de ser la universidad más antigua de Italia y de Europa, era de las más prestigiosas. Bolonia tenía una fuerte tradición matemática en los años anteriores. Como miembro del consejo directivo de la Unión Matemática Italiana (UMI) Levi trabó contacto epistolar con el matemático argentino Juan Carlos Vignaud, quien había enviado un trabajo al boletín de la UMI.
Años después, e inesperadamente, esto resultó un contacto afortunado. Cuando se implementaron las leyes raciales y Levi evaluó la necesidad de abandonar Italia, contactó a Vignaud, quien a su vez lo contactó con el comité encargado de la creación del Instituto de Matemática de la Facultad de Ciencias Matemáticas, Físico-Químicas y Naturales aplicadas a la Industria de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), creada en 1919. Actualmente esta es la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario (la UNL tenía sedes en Santa Fe, Rosario, Paraná y Corrientes; las sedes fuera de Santa Fe se terminaron convirtiendo en universidades nacionales; la de Rosario se creó en 1968). Su decano entre 1934 y 1943 fue el ingeniero Cortés Pla, quien, antes de crear el Instituto de Matemática, había creado u organizado el de Investigaciones Microquímicas, el de Fisiografía, el de Estabilidad y el de Historia y Filosofía de la Ciencia (este último a cargo de Aldo Mieli, otro judío italiano exiliado, especialista en historia de la ciencia y valiente luchador por los derechos de los homosexuales; el Instituto fue cerrado después del golpe de Estado militar de 1943); Pla luego fue decano entre octubre de 1945 y abril de 1946 y entre 1957 y 1962, y rector de la UNL entre 1962 y 1966, cuando otro golpe de Estado provocó su renuncia.
El contacto con Vignaud condujo a que, felizmente, Levi fuera contratado para dirigir el Instituto de Matemática. Beppo Levi zarpó para la Argentina en un barco cargado de gente que huía de Europa (el italiano Oceanía) el 20 de octubre de 1939, a los sesenta y cuatro años, con su mujer y sus dos hijas, y llegó el 6 de noviembre a Buenos Aires. Ya había comenzado la Segunda Guerra Mundial, pero Italia todavía no se había unido bélicamente a Alemania, o sea, los barcos italianos podían surcar el Atlántico sin temor a ser hundidos (salvo, por supuesto, por algún error garrafal de las potencias combatientes). Su hijo varón emigró a Palestina, al futuro Estado de Israel, donde se radicó. (El libro de Laura Levi sobre su padre está dedicado a los dos sobrinos hijos de su hermana y los dos de su hermano.) En la Argentina estuvo en Rosario hasta su muerte en 1961. El Instituto fue inaugurado en mayo de 1940, pocos días después de que Beppo Levi cumpliera sesenta y cinco años. Es decir, un año antes de la edad en la cual usualmente un profesor de universidad argentina debe acogerse a los beneficios de la jubilación, Levi comenzó su odisea en un país desconocido del otro lado del océano Atlántico. Y al año siguiente, o sea a la edad tradicional de la jubilación, comenzó a dirigir un flamante instituto.
La familia Levi llegó con visa turística obtenida irregularmente (las palabras de Laura Levi en la biografía de su padre son muy elegantes: ‘No había sido obtenida, como en muchos otros casos, con un procedimiento totalmente regular’). De hecho, cabe mencionar que, más de medio siglo más tarde, la investigadora argentina Beatriz Gurevich encontró en la Embajada argentina en Suecia, cuando ya pensaba que todas las copias habían sido destruidas, la copia de la circular 11 del ministro de Relaciones Exteriores y Culto durante el gobierno del presidente Roberto Ortiz, José María Cantilo, fechada el 12 de julio de 1938, que, de forma implícita, negaba el acceso a judíos al país, ni siquiera con visa de turista. Levi y su familia estuvieron dos días en Buenos Aires y luego viajaron a Rosario en dos autos, acompañados por el joven matemático español Luis Santaló, que estaba hacía un mes, exiliado después de la derrota republicana en la guerra civil española, y había sido contratado como investigador principal del Instituto de Matemática (o sea, Santaló, que posteriormente se convirtió en un distinguidísimo matemático, fue su primer ‘subordinado’). En enero de 1940 obtuvieron sus permisos de residencia en regla.
La actividad de Levi en Rosario fue inmensa: creó la revista Mathematicae Notae, que se publicó entre 1941 y 2008, y también las Publicaciones del Instituto de Matemática, que después de un tiempo se subsumió en Mathematicae Notae. El propio Levi, incansablemente, publicó en ellas 11 y 42 artículos, respectivamente. También publicaron muchos artículos Luis Santaló y Mischa Cotlar, además de otros prestigiosos autores. Cotlar, proveniente de Rusia, también fue un brillante matemático aquerenciado en nuestro país. Levi tuvo muy buena relación con Enrique Gaviola y con Guido Beck, los dos físicos más importantes de la Argentina de la época; sus colaboradores inmediatos fueron el ya mencionado Santaló, Pedro Elías Zadunaisky (‘padre’ de la matemática aplicada en nuestro país) y Rafael Laguardia (el ‘padre’ de la matemática uruguaya). Estuvo un tiempo en “su” Instituto (1942-1943), también como contratado, el físico Andrea Levialdi, que había estado en el Observatorio Astronómico de Córdoba, que también había venido a la Argentina a causa de las leyes raciales, y que años después volvió a Italia.
Cuando terminó la guerra y se anularon las leyes raciales, prefirió quedarse: si retornaba podía “molestar intereses constituidos” (como lo expresó en alguna ocasión) y el Instituto podía morir, no tenía todavía suficiente envergadura para subsistir sin la dirección de una persona de su calibre. Su labor, entonces, se mantuvo unos cuantos años más; su esposa Albina murió en un viaje a Italia en 1951. En 1955, con motivo de sus ochenta años, la Revista de la Unión Matemática Argentina le dedicó un número (volumen XVII) entero, con contribuciones de distinguidos matemáticos internacionales como Guido Ascoli, Mischa Cotlar, Lucien Godeaux, Mauro Picone, Jacques-Louis Lions y otros.
Levi murió en Rosario el 28 de agosto de 1961, muy activo a los ochenta y seis años. En la Argentina fue fundamentalmente difusor del pensamiento matemático. Entre sus libros se puede mencionar Leyendo a Euclides (de 1947, reeditado en 2000), una amenísima introducción a la obra del gran matemático griego del período helenístico. Es considerado el creador de la escuela matemática de Rosario, ciudad que lo honró muy merecidamente ya que hoy el Instituto Superior Nº 25 de Rosario y el Instituto de Matemáticas de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario llevan su nombre”.
27/05/2025 a las 1:10 PM
INTERESANTE ENVIO DE KRUSE, DA COMO PARA ARCHIVARLO.
HECHOS DESCONOCIDOS POR LA MAYORIA, DE PERSONAJES TRASCENDENTES EN LA CIENCIA, DONDE ARGENTINA TUVO TAMBIEN PARTICIPACION.
LA CEGUERA IRRACIONAL DEL RACISMO, QUIZAS IMPIDIO LA LLEGADA DE OTROS CIENTIFICOS QUE HUBIERAN AYUDADO AL DESARROLLO DEL PAIS.
EN CAMBIO USA, TERMINADA LA SEGUNDA GUERRA OPTO POR ACOGER A LA MAYORIA DE CIENTIFICOS ALEMANES, NADA IMPORTO DE QUE BANDO ESTABAN.
ESO HABLA DE LA CULTURA POLITICA UTILITARIA EN FAVOR DEL PAIS CONTRA LA IDEOLOGIA PARALIZANTE
DE LA IGNORANCIA SUPINA.
TAMBIEN DA PARA PREGUNTARSE, CUANTA GENTE MURIO EN LOS CAMPOS DE CONCENTRACION NAZI, QUE DE VIVIR HUBIERA DADO TANTO A LA HUMANIDAD.
MUY BUENO EL TRABAJO DE KRUSE !!
27/05/2025 a las 3:10 PM
Me alegro que le haya gustado el material que publicó el IP sobre el gran Beppo Levi.
27/05/2025 a las 6:02 PM
NOSOTROS TE HEMOS CRITICADO CUANDO NOS PARECIO,
Y A VECES LO HICIMOS DESPIADADAMENTE. PERDON.
PERO CUANDO LA NOTA NOS PARECIO BUENA, TAMBIEN
TE LO HEMOS AGRADECIDO.
TRATAMOS DE SER HONESTOS DEFENDIENDO IDEAS, NO
DEFENDEMOS INTERESES, ESTAMOS MAS ALLA DE ESAS
COSAS.
ABRAZO
PD:
NO TENEMOS MALA LECHE, SOLO QUE NO TENEMOS CULTURA, ESO ES TODO.
27/05/2025 a las 3:15 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Luis Alberto Romero: “Todavía no puedo entender muy bien cómo llegamos a Milei. A la oposición le ocurre algo parecido”
Damián Tosch
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
26/5/025
El historiador analiza el momento actual y señala que nos quedamos acostumbrados a la etapa de la grieta. Ahora queremos seguir en ella pero con los términos reformulados, sostiene en esta charla.
-Estamos en otro año electoral, ¿cómo ve al oficialismo y a la oposición atravesando estos comicios legislativos?
-No hay ninguna certeza, solo indicios, y estamos todos bastante sobre ascuas. Las encuestas no son concluyentes, y tampoco sé si les creería mucho. Sí creo que va a ser una elección importante para fijar una tendencia, es decir, la posibilidad de que el gobierno se afiance o se consolide una oposición con la base suficiente como para empezar a pensar a qué se opone exactamente. Por ahora, es una oposición que da manotazos en el aire. Posiblemente, las elecciones aclaren un poco el panorama, pero estoy muy desconcertado y sin respuestas.
-¿Su desconcierto es el mismo que tiene la oposición frente al gobierno nacional?
-Todavía no puedo entender muy bien cómo llegamos a Milei, y la oposición tampoco. Por eso mismo, no sabe hasta qué punto es oposición y a qué cosas de Milei tiene que oponerse. En mi caso, durante casi diez años escribí – casi monotemáticamente -, sobre la relación turbia entre el Estado, los grupos de interés y una suerte de mafia que los articula.
Creía que esa era mi contribución. Ahora me encuentro con que Federico Sturzenegger no sólo piensa de la misma manera, sino que ha hecho un estudio extraordinario sobre cómo ocurre tal cosa en cada uno de los rincones del Estado, cosa que yo sabía generalizar a partir de ejemplos sueltos. Sturzenegger, además, avanza con la liquidación de bastantes de esos núcleos donde se da esa articulación que ahora todo el mundo llama, de manera correcta, mafiosa.
Al mismo tiempo, sabiendo que dentro del gobierno hay otras ideas y prioridades, mi impresión es que Sturzenegger decide sobre cuestiones “fáciles”, como SADAIC o el INCAA. Pero en las verdaderamente difíciles, como lo es el Régimen de Promoción Industrial de Tierra del Fuego, le cuesta más.
-¿Qué otras cosas advierte en el oficialismo?
-El Gobierno hace y dice cosas que no me gustan para nada. En primer lugar, tengo la sospecha -y el temor- de que el Presidente emprenda el clásico camino de los gobiernos personalistas, autoritarios y no republicanos, creyendo que él representa al pueblo directamente. De esa idea vivió el kirchnerismo, el peronismo y el yrigoyenismo: el líder que encarna al pueblo y se desentiende de lo institucional que es propio del Estado. Cuando comenzó este gobierno eso me parecía algo lejano, ahora empiezo a alarmarme.
-¿Se está ante el riesgo de una deriva autoritaria?
-Sí, claro. A Milei, realmente, no lo entiendo. Si tuviera que definirlo diría que es un niño caprichoso con unos padres que lo malcrían y lo dejan avanzar. No sé si él sabe a dónde va. Sabe que quiere hacer cosas sin que nadie le discuta. Piensa las cosas en términos de “conmigo o contra mí”. Son todas acciones bastante desastrosas que hacen recordar mucho a la etapa más fea del kirchnerismo. Este es un problema serio.
-¿Cómo definiría el clima de época de la argentina actual?
-Intuitivamente, diría que estamos ante un cambio de época. Por eso mismo, no sabemos cuáles son las coordenadas del nuevo tiempo que se está gestando, vivimos en un estado de desconcierto. Ahora bien, mi subconsciente de historiador me dice que la gente, a lo largo de la historia, ha pensado infinidad de veces que estaba viviendo un gran cambio y luego el mismo no existió o no fue tal cosa. En este punto, el historiador debe tener la capacidad de ver las cosas por encima de la percepción de los actores momentáneos.
-¿Cómo se enlaza este escenario que describe con la idea de “batalla cultural” de la que tanto se habla hoy?
-Distinguiría dos cosas. Por un lado, las formas: nos quedamos acostumbrados a la etapa de la grieta. Ahora queremos seguir en ella pero con los términos reformulados. Lejos del consenso y la convivencia, parecería que hay acuerdo en que hay que estar en la batalla, entendida como una forma extrema y heroica de procesar las diferentes opiniones. A mí eso no me gusta. Una de las cosas que me molestan del gobierno nacional es que no haya salido de allí. Por el contrario, se siente muy cómodo.
Por otra parte, los términos de la batalla cultural son todavía muy imprecisos. Hay una batalla pero no sabemos dónde están parados y qué quieren el oficialismo y la oposición. Dicho esto, la batalla cultural del gobierno tiene un punto muy sólido, claro y positivo: el sentido común de que un Estado no puede ser permanentemente deficitario y debe alcanzar el equilibrio fiscal. Si la batalla cultural se limitara a esto, estoy de acuerdo. Pero no.
El gobierno divide a la argentina en “Nosotros” y “Ellos”, utilizando un lenguaje absolutamente descalificatorio. También enarbola las consignas de la extrema derecha actual (por ejemplo, el tema de la homosexualidad) de manera aterradora. Si esa es la batalla cultural estamos mal.
-A propósito, ¿cómo encuadra al gobierno argentino visto a escala de lo que está pasando en el mundo con la extrema derecha?
-Si pienso en la Argentina, no termino de convencerme de que el gobierno nacional tenga idea de lo que está hablando. Toca de oído, con la tranquilidad de desdecirse al día siguiente. Todo lo que sale de ese canal es espantoso, tanto en el fondo como en las formas. En el mundo, los movimientos de ultraderecha no tienen nada que ver con el liberalismo. Asimismo, la fuerza de Marine Le Pen en Francia o la derecha italiana de Meloni, por ejemplo, tienen una elaboración teórica y política más seria.
-¿Qué valoración se hace de la ideología cuando se utiliza la categoría “izquierda” como insulto?
-Ahí hay dos cosas combinadas. Por un lado, la política como combate final, cosa que ya se vivió en tiempos de “Al enemigo, ni justicia”. Y por el otro, considero que hoy las categorías no sirven para nada. ¿Qué es izquierda y qué derecha? Creo que cuando las categorías ideológicas entran en el debate político duro se desgastan. Eso es inevitable. En efecto, el término “populismo”, de tanto abarcar, no dice nada. Tampoco la palabra democracia tiene un sentido claro. El concepto “pueblo” nunca lo tuvo, ya que puede definirse de muchas maneras. Me parece que hemos heredado del kirchnerismo la licuación de las palabras, una de ellas es liberalismo.
Por lo demás, puedo sentirme cómodo con la versión clásica del liberalismo, esa que tiene que ver con la convivencia política. Respecto a la versión socialdemócrata del liberalismo, la idea de base es que el Estado tiene un trabajo que hacer frente a las desigualdades sociales. Pero en la Argentina tenemos un Estado degradado y licuado, al que se acusa de haber hecho demasiado en ese campo. Creo que esa acusación está mal. Lo que ocurrió fue que el Estado utilizó esa perspectiva de la mejora social para generar un sistema de prebendas.
27/05/2025 a las 3:34 PM
LA SEMANA POLÍTICA: ENFOQUES
Javier Milei, frente al espejo del matrimonio Kirchner
Claudio Jacquelin
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
26/5/025
No es el lugar en el que más le gusta estar, pero del que tampoco busca alejarse tanto, aunque unos y otros dicen repelerse. Este domingo, Javier Milei volvió a quedar en la galería presidencial al lado de Néstor y Cristina Kirchner.
El Arzobispado de Buenos Aires fue la institución que con más contundencia interpeló al matrimonio presidencial cuando no había voces con potencia para marcar excesos, para criticar formas y acciones, para demandar concordia.
La escena parece repetirse ahora. Un Jorge con sotana antes y otro ahora sacuden (e incomodan) con sus palabras al poder político, como no logran hacerlo sus opositores y otros sectores de la sociedad.
El Bergoglio de entonces se asemeja mucho al García Cuerva de hoy, que, en línea con aquel y con el nuevo Papa, León XIV, pone una nota disonante en los intolerantes y agresivos modos que impregnan la conversación pública y que ha potenciado el mileísmo.
“Hemos pasado todos los límites, la descalificación, la agresión constante, el destrato, la difamación, parecen moneda corriente”, leyó el arzobispo porteño.
Demasiadas consonancias con las actitudes que bajan desde lo más alto del poder. Sin embargo, en el entorno del prelado se preocuparon por destacar que nada de eso es algo nuevo que preocupe y manifieste la Iglesia. Además, subrayaron la aclaración hecha en el primer párrafo de la homilía.
Allí el arzobispo afirma que el objetivo es hacer “un aporte […] para la reflexión de todos los actores de la sociedad argentina […], más allá de saber que, luego, algunas frases puedan ser tomadas de manera aislada para querer alimentar la fragmentación”.
En el Gobierno encontraron en esa frase el punto de apoyo para decir que no se habían sentido particularmente aludidos por las referencias críticas contenidas en la homilía.
“A mí me pareció bien y marcó temas que todos los sectores de la sociedad vemos. Jorge es un tipo muy cuidadoso como para dar un mensaje directo en el sentido de una crítica al Presidente. Además, lo de las redes y sus distintos cuestionamientos al respecto son un tema mundial”, dijo uno de los principales funcionarios del Gobierno.
El colaborador presidencial evitó así caer en alguna otra semejanza con Néstor Kirchner, que se negó a ir al Tedeum solo dos años después de haber asumido y se enfrentó directamente con el entonces cardenal primado, al que llegó a acusar de ser el jefe de la oposición.
En este gobierno prefieren otros adversarios con menos poder y, sobre todo, con menos penetración entre los propios. La marcha atrás que debió dar Milei ante Bergoglio por sus insultos dejó huella.
La ocasión, el lugar y la presencia de la más alta autoridad de la República entre la audiencia, no obstante, reforzaron la interpretación mayoritaria sobre quién fue el destinatario principal de la homilía del Tedeum del 25 de Mayo, aunque la dirección no resultara excluyente y también tuviera por destino a muchos otros representantes de la clase dirigente nacional y a los argentinos de a pie.
La tradicional intención y pretensión de los representantes de la Iglesia de que sus mensajes tengan carácter urbi et orbi no excluye destinatarios más directos y eso no escapa a un consumado comunicador, como lo es el arzobispo García Cuerva. Sobre todo, cuando no caben a todos los posibles destinatarios las mismas responsabilidades en cuanto al humor social, la unidad nacional y la paz social, a los que apeló el sacerdote.
Es cierto que le sobran al arzobispo referencias a esos tópicos desde que fue designado, hace justo dos años, para asumir el mismo cargo en el que se destacó Bergoglio hasta que fue elegido Papa, como lo advierten sus colaboradores.
EN UNA SEMANA DE FURIA
Sin embargo, a nadie puede escapar tampoco que la gruesa artillería verbal que suele desplegar en los medios y en las redes el Presidente contra sus contradictores o críticos se intensificó después del triunfo electoral libertario en los últimos días. Nuevos días de furia.
Lo mismo ha ocurrido con el aval que Milei suele darles cada día a las agresiones verbales más extremas y hasta a las acciones de desinformación de sus seguidores, como fue el caso del video falso lanzado durante la jornada electoral porteña. La preocupación por la desinformación y las fake news también tuvieron su lugar en la homilía.
Asimismo, es un hecho que recrudeció la semana pasada el exceso de violencia ejercido por agentes de las fuerzas de seguridad nacional en las protestas públicas contra periodistas, reporteros gráficos y camarógrafos, que han sido golpeados y heridos sin miramiento, como sucedió en la última manifestación de los jubilados. Un sector de la sociedad, además, cuya situación también es motivo de preocupación y de reclamo de solución urgente por parte de la Iglesia argentina y del propio arzobispo.
“Nuestro país también sangra: tantos hermanos que sufren la marginalidad y la exclusión. Muchos podrán ser los responsables de esta triste situación, pero la oportunidad que tenemos nosotros de resolverla es hoy, ¿cuántas generaciones más y hasta cuándo deberán reclamar por jubilaciones dignas?”, dijo el arzobispo.
El uso verbal del presente en la homilía subrayó de forma constante la preocupación por la más candente actualidad, antes que ser un planteo atemporal. “Se está muriendo la fraternidad, se está muriendo la tolerancia, se está muriendo el respeto; y si se mueren esos valores, se muere un poco el futuro, las esperanzas de una Argentina unida”, leyó García Cuerva.
Una escena previa a las palabras del prelado, ocurrida en el ingreso a la Catedral, pareció darle más resonancia a ese dramático llamado a recuperar la fraternidad y la tolerancia “que se están muriendo”.
El Presidente ignoró a su vicepresidenta, Victoria Villarruel, para escenificar en público la distancia que los separa y, además, le negó el saludo al jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, a quien dejó con la mano extendida. La concordia estuvo lejos de practicarse por parte del jefe del Estado. Tras el Tedeum, Milei pareció confirmar que no se había sentido interpelado o aludido por las exhortaciones, críticas y advertencias episcopales.
“Roma no paga traidores”, se jactó el Presidente en una publicación en X en la que debajo de la frase se reproducía el posteo de un seguidor con las fotos del desplante a Jorge Macri, y la siguiente frase: “Nunca, pero nunca traiciones. Y si lo hacen, sepan que después de eso ya no hay vuelta atrás”. Ni olvido, ni perdón, ni tolerancia, ni unidad.
La ola de abstención electoral, que llegó a ser récord el domingo pasado en la ciudad de Buenos Aires, tampoco quedó afuera de la consideración eclesiástica, así como la responsabilidad asignada a la dirigencia política, en general, por esa realidad, que García Cuerva expuso en duros términos.
“Años de promesas incumplidas y estafas electorales que nos hicieron perder las ganas de participar, nos hicieron perder el entusiasmo de involucrarnos, hasta de cumplir con el deber ciudadano de ir a votar, porque pensamos: ‘otra vez lo mismo’, ‘nada va a cambiar’; sentimientos e ideas que afloran cuando se experimenta que nos mintieron muchas veces.”
García Cuerva hablaba de los gobernantes anteriores, pero también de los actuales. El gobierno de Milei, como el del alcalde porteño también, ya tienen su propio pasado.
Es cierto que el mensaje del arzobispo fue una advertencia, en algún punto dramática, a todos los actores sociales, como lo hizo al recordar una frase del papa Bergoglio: “El diálogo, y todo lo que este implica, nos recuerda que nadie puede limitarse a ser un espectador ni un mero observador. Todos, desde el más pequeño al más grande, tienen un papel activo en la construcción de una sociedad integrada y reconciliada”.
En el entorno del arzobispo y en el seno del Episcopado fue manifiesta la preocupación para que no se entendiera la homilía como una crítica solo hacia a este gobierno, aunque no dejaron de admitir que también era un llamado de atención. Como cuando dijo que “es hora de ponerse de pie, unidos, no a los empujones ‘en un sálvese quien pueda’, no a costa de los demás, o dejando a muchos al costado del camino de la vida”.
“Si alguien dice que ese discurso empezó ahora es porque no está escuchando todo lo que dice la iglesia desde hace años. Hoy lo que hizo Jorge fue sumar lo de las redes sociales y el peligro de los mensajes de odio, que lo ha sufrido la misma Iglesia también. Lo que él ve y lo ven muchos otros obispos es que hay un nivel de violencia que se subestima, que, con soberbia, se piensa que se puede quedar en las palabras y estamos viendo que pasa a los hechos. Además, esto muchas veces saca la mirada de los problemas reales, como es la pobreza o la situación de los jubilados, como también lo dijo Jorge”, destacó un prelado de estrecho vínculo con el arzobispo. No obstante, la misma fuente admitió: “Ahora, es cierto que con algunas expresiones en las redes y ciertos hechos de violencia ejercida por el mismo gobierno, se está pasando un límite”.
También en el episcopado destacaron la consonancia del mensaje no solo con el del papa Francisco, sino también con el de León XIV, que en dos ocasiones desde que asumió llamó a “desarmar las palabras”, y advirtió sobre el carácter letal que pueden tener y engendrar las agresiones verbales.
Las manifestaciones posteriores del Presidente en las redes sociales confirmaron que nada de eso fue considerado como un mensaje que lo tuviera por destinatario o que le importe que sus palabras y acciones se encuadran en tales descripciones y calificaciones.
Mientras tanto, la preocupación entre opositores, dirigentes sociales y asociaciones de la sociedad civil crece, como quedó expresado en el documento de un amplio arco de legisladores que expresan su preocupación por las agresiones a periodistas y otros ciudadanos que contradicen o cuestionan relatos y políticas oficiales.
En ese sentido, abrió una catarata de rechazo y pedidos de aclaración el nuevo plan de inteligencia nacional, revelado en LA NACION por Hugo Alconada Mon, ya que su redacción dejaría abierta la posibilidad de que la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) realice tareas de control o espionaje sobre periodistas, economistas y voces críticas.
La Oficina del Presidente rechazó que esa fuera la intención del proyecto, pero no negó el contenido revelado y se limitó a afirmar (y subrayar) que se trata de “un documento secreto (…) al que solo tienen acceso el Presidente, la SIDE y la Comisión Bicameral de fiscalización de los organismos de inteligencia”. El Presidente reprodujo en su cuenta ese comunicado bajo la frase: “EL PERIODISMO (90%). Los mayores creadores de noticias falsas en la historia de la humanidad. Fin (SIC)”.
El triunfo en las elecciones porteñas, la recuperación del predominio de la agenda pública, una nueva baja en la inflación, la sucesión de anuncios de impacto popular, sumado a las disputas internas que reinan entre los opositores más el aturdimiento y la disposición al sometimiento de los aliados que acaban de ser derrotados en la ciudad de Buenos Aires, parecen haber empoderado al Gobierno. Tanto como para sentirse inmune a cualquier crítica.
En la Casa Rosada dicen saber que tienen al menos casi dos meses más de gracia política para terminar de absorber al macrismo y hasta que la oposición peronista se ordene. O se termine de dividir. El calendario de tensiones tendrá un punto cúlmine entre el 9 y el de 16 agosto, cuando deberán presentarse alianzas y listas para las cruciales elecciones de la provincia de Buenos Aires.
En este escenario político, las palabras de García Cuerva cobran más relevancia. Para todos, pero, en especial, para el Gobierno. A pesar, de todas las aclaraciones sobre la universalidad del mensaje. Milei puede verse en el espejo de los Kirchner.
27/05/2025 a las 3:58 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
El silencio que debe escuchar Javier Milei y la mejor victoria del Gobierno en el Congreso
Ignacio Zuleta
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
26/5/025
El Gobierno nacional revisa los efectos del resultado de las elecciones porteñas. Su futuro inmediato depende de que entienda qué hubo detrás del escaso respaldo que logró su candidato Adorni -30% de los votantes, 15% de los empadronados-. Tiene que sacar otra pelota del arco: el fracaso de la teoría del podio después del resultado porteño.
La teoría del podio sostenía que el ganador de una elección legislativa era la lista o el candidato que sacaba más votos. Fue una manipulación publicitaria, como todo producto de la democracia popular de mercado, que asienta sus axiomas en las conclusiones siempre provisorias de gurúes, publicistas, campañólogos, encuestadores, asesores y asesoretes.
La derrumbó la abstención, que alcanzó al 47% de los habilitados a votar. En política hay que saber escuchar los sonidos del silencio. Lo dice la canción de la Sra. Robinson: «Mi manera de pensar/ La oigo hablar/La escucho en el silencio» (versión de Sergio Denis de «The Sounds of Silence, original de Paul Simon, el socio de Art Garfunkel).
HABLÓ LA MAYORÍA SILENCIOSA
La ausencia al voto es el fenómeno el más importante del año electoral. Este cisne negro que le apareció a Milei expresó el rechazo de una mayoría silenciosa, lema, que popularizó Richard Nixon en su campaña exitosa de 1969.
El 75% de los porteños esquivó el apoyo a Milei, el presidente que surgió de CABA, que concentra su proselitismo en el distrito y cuyos productos publicitarios están dirigidos deliberadamente a las vocerías del cable que le militan a repetición las 24 horas del día.
La diferencia de esta mayoría silenciosa y la de un país como Estados Unidos, donde el voto es voluntario, es que quienes no votaron el domingo en CABA han tenido en los últimos 20 años una identificación mayoritaria con la agenda de lo que fue Cambiemos.
En EE.UU. hay bolsones de votantes que se apartan en masa en algunas elecciones, pero que se movilizan en otras cuando la oferta se identifica con ellos. El peronismo mantuvo su electorado de siempre, entre 25% y 30%. El resto se abstuvo quizás al ver a sus potenciales representantes despedazándose entre las listas del PRO, el mileísmo, la Coalición, el radicalismo.
UNA MODESTA TORMENTA EN UN VASO
Este hecho pone en emergencia todas las estrategias del oficialismo. El recuento globular puso en el límite la capacidad de atracción de Milei y su vocero hacia los votantes más informados del país, que redujeron las consignas del cambio cultural a una modesta tormenta en un vaso.
En las anteriores elecciones este atractivo fue imperceptible, salvo en la capital de Salta, en donde el olmedismo se disfrazó con astucia de libertario (como antes lo había hecho con el PRO) y ganó las elecciones a convencionales municipales.
De todas las elecciones, la única marca la registraron en el Chaco, en donde el mileísmo se pegó a los radicales que gobiernan allí, con la condición de que la coalición del gobernador Zdero eliminase al PRO de las candidaturas.
EL DEMAGOGO ARRIESGA MUCHO
La apelación pública de Milei se inspira en la demagogia, descripta como un mal de la república desde la antigüedad. El demagogo emula el fanatismo de las multitudes en fondo y forma. Profiere argumentos que cree halagan a su militancia encendida. Agita los brazos desde el escenario buscando una identificación capciosa que amplíe los márgenes de la arbitrariedad.
El demagogo cree que esa identificación lo salvará del juicio. En su entusiasmo por el autobombo y el culto a su personalidad olvida de que es la multitud quien lo enterrará. Galdós, que lo sabía todo, describió el peligro que corre el político que imita a la multitud para manipularla. «Con este animal -escribió en «Napoleón en Chamartín» – no se juega. Es como el toro que tanto divierte, y de quien tantos se burlan; pero que cuando acierta a coger a uno, lo hace a las mil maravillas».
La cita llama a la reflexión sobre si el rechazo de los porteños a las consignas mileístas lo fue también a los modos herministas (quemar el cajón en el cierre de las elecciones de 1983, guglear), de subirse desencajado al escenario, el uso de palabrotas y grosería, el desprecio a las ñoñas formalidades republicanas y también al insulto a los medios de prensa. Esta forma de apelar al electorado tampoco recibió apoyo en estas elecciones.
FRACASÓ LA TEORÍA DEL PODIO
La fracasada teoría del podio ignora que la de CABA fue una elección legislativa: debe medirse por el producto final que justifica su existencia, es decir, la formación de mayorías en los cuerpos legislativos. En la Argentina semiparlamentaria que nació con la reforma constitucional de 1994, las elecciones de 2025 deben leerse como una elección parlamentaria al estilo europeo. Ganará quien logre integrar las colectividades -bloques, interbloques, entendimientos legislativos- que permitan asegurar el control de la legislatura.
EL PALO EN LA RUEDA
El golpe electoral del domingo logró mitigarlo el Gobierno el miércoles con el triunfo pasajero de dejar sin quórum la sesión de Diputados. La agenda de esa convocatoria fue enfrentada por el oficialismo como un intento de golpe de estado. Juntaba dinamita con veneno: mejora de jubilados, integración de comisión investigadora del gobierno por el CriptoGate y designación de nuevos auditores.
El Gobierno probó que lo que mejor le sale en el Congreso es meter palos en la rueda y volvió a salvar la ropa. Capturó la voluntad de los gobernadores amigos y la del PRO al que tienta con algún entendimiento electoral en Buenos Aires. Metió el cuchillo en internas ajenas.
En el peronismo despertó el rechazo de quienes no estaban de acuerdo en designar como auditores al cristinista Juan Forlón y a Emilio Monzó, de Encuentro Federal (a quien recelan por la cercanía improbable a Sergio Massa). El Gobierno aprovechó otra vez las inquinas del peronismo del interior hacia el peronismo del AMBA.
En el radicalismo explotó el apoyo del partido a Mario Negri para asumir en la auditoría. El jefe del bloque, Rodrigo De Loredo, justificó la negativa del bloque en la defensa de la chance de Negri, a quien reivindicó como uno de los legisladores más importante de su tiempo.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
El oficialismo de la cámara logró desbaratar la sesión con un misil de inteligencia artificial para que funcionase como tapón del debate sobre la auditoría. La iniciativa retrotrae la AGN a la letra del proyecto original que mandó Domingo Cavallo siendo ministro de Carlos Menem. Era un artículo de la ley de Administración Financiera de 1992. Como el proyecto que firma Martín Menem, el formato original preveía un solo Contralor General -hoy sería Auditor General- acompañado de un Contralor Adjunto.
Esta iniciativa de Menem crea un Auditor General con seis adjuntos loteados según la representación legislativa. Parece inviable, porque ignora la cláusula constitucional de la designación del presidente y le quita un representante al Senado. Nadie asume la autoría de este proyecto: Martín no es un experto en esas cuestiones. Tiene el título de abogado, pero ha preferido dedicar sus mejores años a la producción de pienso para patos vica, un arte que es también una ciencia diría su tío presidente.
DEL TAPÓN AL DNU
El proyecto tiene la intención de trabar la discusión de nombres, que está detrás de los debates sobre la AGN, la Corte, la procuración, las defensorías, etc. Los gobiernos se niegan a ceder poder en el debate de nombres y eligen estos meandros legales de reformar instituciones para para suplir los consensos que les pide la Constitución.
Este proyecto tapón, presumen algunos, es la antesala de un DNU del Gobierno para imponer la auditoría unipersonal que soñaron Menem y Cavallo, y saltarse lo que impusieron la ley (que fuera un organismo colegiado con representación política) y la Constitución (que el presidente perteneciese a la oposición). Hasta el 8 de julio el Gobierno tiene facultades delegadas para estas ocurrencias.
SE ACTIVA EL TRIÁNGULO
Por debajo de las rispideces de superficie, prosperan las charlas de alcoba que aseguran compromisos profundos. El triángulo de hierro del Congreso ya tramita anudamientos que van más allá del proselitismo que todo lo encubre. Ese triángulo, que integran Juan Carlos Romero, José Mayans y Miguel Pichetto, ha habilitado en las dos cámaras del Congreso el diálogo para ampliar la Corte de 5 a 7 miembros y a modificar la Auditoría General de la Nación para bajar los años de mandato y ampliar el número de los auditores.
Una prueba es la convocatoria para esta semana de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado, en donde se tratarán los proyectos de Romero y Mayans para esas dos cuestiones que, seguramente, otros tuneleros conversan con menos estridencia.
APRUEBAN GASTOS DE MACRI
Habrá otra prueba el jueves, cuando sesione la Comisión Bicameral Revisora de Cuentas, que tiene en consideración ejecuciones presupuestarias de anteriores gobiernos. La preside Miguel Pichetto, que ha asegurado una mayoría en esa comisión, que le aprobará la ejecución de 2018 a Mauricio Macri.
Fue el año de la economía horrible de Juntos por el Cambio, con el acuerdo con el FMI y la gestión que llevó en 2019 a una virtual declaración de default -encubierto entonces con el eufemismo de “reperfilamiento” de la deuda-. Esa rendición de cuentas de Macri llega con dos dictámenes contrarios. Uno, del peronismo, que rechaza la rendición. Otro, del sector no peronista de la AGN que lo aprobó «con observaciones» cuando estaba en la plenitud de su integración.
Como ocurrió con la rendición de 2017, este jueves esa aprobación se ratificará con los votos de la mayoría con la que cuenta en la Bicameral la bancada no pejotista. Más allá de los revoleos verbales que se cruzaron macristas y mileístas en las elecciones porteñas, sonríen con tranquilidad no sólo Macri sino sus exfuncionarios, que lo son de este gobierno -Caputo, Bausili, Sturzenegger-. También los exfuncionarios como Hernán Lacunza y Nicolás Dujovne, que animan la corte del expresidente en el llano, que es como un exilio.
UNA FLOJA SUSTENTABILIDAD
El ciclo de los dos primeros años del actual gobierno fuerza a un replanteo que asegure sustentabilidad. El Ejecutivo de Javier Milei nació del balotaje, que resolvió en su favor una mayoría ajustada de 56% de los votos contra el 44% del peronismo de Sergio Massa. Los votos de Milei no surgieron de los propios obtenidos en primera vuelta (29%), sino del 90% de los votos que había sacado Juntos por el Cambio (que quedó fuera del balotaje) y de un alto porcentaje de los sufragios obtenidos por Juan Schiaretti.
La debilidad del Ejecutivo que nació allí -sin partido, sin territorio, sin plataforma, sin funcionarios, sin legisladores- evidenció aún más la debilidad legislativa. En el primer año de su gestión, el gobierno de Milei ha podido subsistir por el apoyo de los bloques de la UCR, el PRO, y los propios que pudo crear La Libertad Avanza. La lección porteña del domingo lo obliga, si quiere futuro, a construir una nueva plataforma de sustentabilidad.
27/05/2025 a las 4:17 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Javier Milei y un liberalismo asimétrico
Carlos Pagni
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
27/5/025
Estamos ante un gobierno que va definiendo su perfil. Es una novedad porque, como todos sabemos, una parte muy importante de la sociedad argentina —podríamos decir el 30% en las primarias de 2023 y el 56% en la segunda vuelta— optó por un equipo político, por un liderazgo y por un partido desconocidos.
Lo que sucede siempre que hay un cambio de administración es que se va perfilando de a poco la identidad de esa experiencia. En el caso del gobierno de Javier Milei, en el caso del oficialismo de La Libertad Avanza, es algo que todavía exige una atención mayor, algo que uno espera más: ir definiendo de qué se trata.
Tanto el Gobierno como La Libertad Avanza antes de llegar al poder se han movido con una consigna, que el Presidente repite cada vez que habla: define lo que él pretende como el ejercicio de “abrazar las ideas de la libertad”. Este es un concepto clarísimo desde el comienzo, pero que, a medida que va avanzando la experiencia, se va volviendo problemático. No es lo que uno tal vez esperaba desde un principio, en el sentido de un liberalismo de manual.
Hay que mirar bien para entender qué es lo que pretende Milei y su grupo político cuando habla de “abrazar las ideas de la libertad”. Es más que evidente que hablan de libertad económica, que está ligada siempre a una defensa —en el caso de Milei prácticamente irrestricta, sin limitaciones– de la propiedad privada. Es algo que se está viendo por estos días en el intento de liberalizar las operaciones comerciales a través de una iniciativa que impulsó el Ministerio de Economía. ¿Podría ser un blanqueo? Hasta donde sabemos, no.
En principio, lo que pretende la administración Milei—y que va de la mano de todas las iniciativas que llevan adelante funcionarios como Federico Sturzenegger— es una liberalización de las operaciones burocráticas que están ligadas o asociadas a operaciones bancarias.
El mundo del comercio, en un sentido amplio el de las finanzas, está muy enredado por una cantidad de informes que tenían que dar —o que tienen que dar y ahora se suspenden— los organismos ligados a realizar o intermediar en esas operaciones. Tarjetas de crédito, escribanos, bancos o vendedores de autos estaban obligados a reportar operaciones, se trate del monto que se trate. Inclusive las expensas de un departamento. Se trata de un tsunami de información que recibía el Estado y que muy probablemente ni era capaz de procesar por el volumen.
Ahora ARCA —que es la antigua AFIP— le pide al Banco Central y a la UIF (Unidad de Información Financiera) que dejen de demandar esa información y que, hasta determinado monto, no haya necesidad de confeccionar reportes. Esto está cifrado en cuatro resoluciones que emitió ARCA para desregular. En el caso de la UIF —y esto es muy importante— no ordena que no se haga sino que “insta” a no hacerlo. Esto se debe a que ARCA no tiene competencia sobre la UIF. Y en la misma línea, el Gobierno pretende detenerse ante las regulaciones que tienden a preservar a la economía del lavado de dinero. Por lo tanto, todo ese universo de controles sigue vigente.
Hay un punto central que hay que aclarar. Esta iniciativa del Ministerio de Economía libera a estos organismos de reportar las operaciones, pero no exime al contribuyente de informar sus movimientos y tampoco supone que el dinero negro que pueda tener un contribuyente, al utilizarlo en una operación comercial, no merezca alguna penalidad. Lo único que sucede es que, en operaciones de determinado monto menor, no van a ser reportadas por terceros.
Quiere decir que, hasta ahora, no se trata de un blanqueo. Lo que se está sugiriendo es que políticamente —y acá entramos en una zona gris— el Estado miraría para otro lado en determinadas operaciones, pero legalmente el esquema tributario sigue como venía hasta los días previos al anuncio: el contribuyente sigue siendo pasible de ser sancionado si hay una operación con plata negra.
Hay un artículo octavo en el decreto del Ministerio de Economía que remarca que ninguna de las disposiciones de este decreto exonera a los sujetos mencionados en la Ley 25.246 (lavado de dinero) de informar operaciones sospechosas. Es importante mencionarlo ya que hubo todo un revuelo respecto de si esta desregulación burocrática favorecía el narcotráfico. Lo que está claro es que no, que todas las entidades que están obligadas a reportar operaciones sospechosas al Estado —sobre todo a la UIF— deben seguir haciéndolo.
Esto debe tranquilizar, no alarmar. Es de trascendencia para la inserción internacional de la Argentina. Si alguien remite dinero al exterior desde un país que no tiene controles de lavado de dinero, muy probablemente en un banco internacional le cierren la cuenta o le sea más engorroso realizar esa transferencia. Ni que hablar de ingresar a clubes más o menos sofisticados como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): la Argentina tendría enormes dificultades si suspende los controles sobre el lavado de dinero.
Esto significa que la iniciativa que lleva adelante el Palacio de Hacienda es mucho más segura desde el punto de vista penal tributario, así como mucho más modesta desde el punto de vista del blanqueo, ya que no lo es.
Mucha gente muy entendida en este tema, que está muy cercana al Gobierno, dice que, en realidad, hubo una iniciativa por parte del Ministerio de Economía de liberalizar los fondos del colchón. Se la llevaron al Presidente. Y él se entusiasmó. Se entusiasmó también porque, en alguna medida, se aproxima a la idea de dolarización, que fue la promesa inicial de Milei en su campaña y que finalmente tiene muchas dificultades para cumplir.
Esto parecía ser justamente una especie de dolarización. Pero cuando fueron a la UIF y empezaron a analizar el entramado legal que implicaba hacer todo esto, se dieron cuenta de la complejidad que revestía. Por lo tanto, para un blanqueo habrá que seguir esperando, si es que tiene sentido hacerlo. ¿Por qué razón? Porque ya hubo un blanqueo, y muchos economistas dicen: “Bueno, los que tenían que entrar en el blanqueo ya entraron”.
En el fondo hay otro problema. Se pueden impulsar todos los blanqueos del mundo, pero ¿alguien está dispuesto a blanquear con esta presión impositiva? El que tiene US$10.000 guardados y están en negro, ¿los va a blanquear para comprarse, supongamos, una moto y empezar a pagar impuestos por la moto?
¿Qué pretende el Gobierno si no se trata de un blanqueo? ¿Dónde está el propósito de la idea si esto tampoco es una dolarización? Está muy claro: busca incentivar el consumo; porque hay hoy un problema con el consumo.
El Presidente se dio cuenta temprano de que la cuestión central que había que atacar era la inflación. Gran mérito de Milei y probablemente lo que constituye la base sobre la que se sostiene su liderazgo y el activo que permita que La Libertad Avanza haga una elección muy competitiva en octubre.
Este oficialismo hace todo con ese objetivo. Inclusive la política cambiaria ya que, en la Argentina, el movimiento de los precios está muy ligado en la cabeza de la gente al tipo de cambio. Mantener un dólar barato entonces implica no solamente mejorar los ingresos, sino tener a raya la inflación. Esto es lo que explica que el ministro Luis Caputo insista en que el precio del dólar tenga que estar en el piso de la banda y diga abiertamente “queremos que esté en $1000”, como si fuera una nueva convertibilidad, simbólicamente hablando. No uno a uno, sino uno a 1000.
Un reciente trabajo elaborado por Fernando Marull permite visualizar el número de ventas de dólar futuro. Se trata de operaciones con las que se pretende que baje el precio del dólar. Como se exhibe a través de un gráfico de barras, fueron de US$375 millones en el mes de marzo y US$409 millones en el mes de abril. Sin embargo, a Marull le llamó la atención el mes de mayo: se supone que ya ha habido operaciones por US$1400 millones. ¿Quién está en condiciones de operar en el mercado de futuros con US$1400 millones? El Banco Central probablemente.
Esta es la especulación del mercado: que el Gobierno, a través del Banco Central, está llevando también en la política de intervenciones en el mercado de futuros esta estrategia general de mantener el dólar barato. Para eso no compra dólares, y por ello tiene una discusión con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que le dice algo así como: “Está bien toda la política de baja inflación, pero acordate de acumular reservas”.
Con respecto a acumular reservas, este lunes hubo una novedad importante que festejaron el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y Luis Caputo: la colocación de un bono en pesos, susceptible de ser vendido a no residentes que lo podrían pagar en dólares y mediante el cuál el Gobierno podría hacerse de US$1000 millones de dólares. ¿Para qué? Para cumplir con la meta de reservas. Cuando Caputo presenta esta medida, dice: “¿Qué estamos haciendo? Estamos empezando a aproximarnos a colocar deuda en el mercado internacional, que sería un gran salto hacia adelante de la economía argentina y para lo cual hace falta bajar el riesgo país”.
Todo esto ha sido analizado en una entrevista publicada este domingo en LA NACION, que Esteban Lafuente realiza al economista Matías Rajnerman, que es el jefe de macroeconomía del Banco Provincia, es decir, alguien de la administración Kicillof. Rajnerman hace un largo análisis respecto de lo que sucede en la economía argentina y pone el dedo en esa llaga. Dice: “Hoy el límite del tipo de cambio está en los vencimientos de deuda externa del 2026 y 2027”.
El Gobierno está en un dilema: tiene que juntar dólares para tener reservas. La percepción de que tiene muchas reservas baja el riesgo país. La posibilidad de que baje el riesgo país acelera la posibilidad de ir al mercado voluntario de deuda. Y eso le va a permitir al Ejecutivo hacer el rollover de una deuda muy exigente que tiene entre 2026 y 2027. Eso entra en contradicción con mantener un dólar muy barato. Si compro dólares para aumentar las reservas del Banco Central, el precio del dólar sube y probablemente ello resulte en un mayor número de inflación.
Hay un debate que alcanza al equipo económico y que gira en torno a dos interrogantes: hasta dónde conviene sacrificar la posibilidad de aumentar las reservas para mantener baja la inflación, y hasta dónde conviene admitir un poco de inflación a cambio de tener más reservas y acelerar la ida hacia el mercado de deuda.
El otro problema es recuperar el consumo. Rajnerman plantea algo interesante: el consumo se apalanca en la minería, en Vaca Muerta, en el campo, y hay una crisis de consumo en la industria. No hay un factor de crecimiento importante de la economía por el lado de la construcción, y tampoco por el lado del comercio. Y si uno quiere dinamizar en serio la economía, tiene que pensar en la actividad industrial, en el comercio y en la construcción.
Acá nos encontramos con el gran dilema de este momento histórico. El Gobierno va a las elecciones habiendo bajado la inflación. Caputo promete colapsarla, ponerla antes de las elecciones por debajo del 2% mensual. Eso muy probablemente le va a ser premiado por el mercado electoral, por los votantes. Pero después vendrá el problema de la reactivación, de la preservación del tejido productivo, el problema del empleo. Es lo que está viendo el oficialismo cuando quiere reanimar las operaciones comerciales con esta desregulación burocrática, y es lo que están viendo economistas como Rajnerman.
Entonces, lo que uno se pregunta es si la dinámica general no se parece mucho a aquella de Menem, quien llegó a las elecciones del 14 de mayo de 1995 habiendo derrotado la inflación con el Plan de Convertibilidad, lo que la gente premia. Consiguió la reelección con más votos que cuando llegó por primera vez al poder en 1989. En esa campaña, José Octavio Bordón, que era el gran contrincante de Menem, hablaba del problema del empleo, de las pymes, del deterioro productivo. Y mucha gente lo escuchaba como diciendo: “¿Qué diarios lee?”. Al mes siguiente de la elección, en junio, la tapa de los diarios fue: “18,6% de desocupación”. Ahí empezó otra agenda.
¿Le va a pasar esto al Gobierno? Hay que mirar un discurso que dio Ricardo Arriazu en la Cámara Argentino-Americana de Comercio. Probablemente el economista que más ha convalidado, explicado y bendecido esta política económica, quien, además, citó Cristina Kirchner en el discurso que dio cerca de la Villa 31. “Esta economía está muy bien. Yo daba una chance del 30% de que esto funcione. Ahora le doy 50%”, dijo Arriazu, que está más optimista que antes. Se preguntó qué tiene que pasar para que esto funcione y revisó todo el panorama: el campo, la minería, las posibilidades de Vaca Muerta, la economía del conocimiento.
Tiene una mirada optimista y habla de la falta de dólares, que es lo que le interesa a Cristina, que lo rescata por ese párrafo, donde dice: “Entonces, no todo es un problema fiscal. Hay un problema de falta de dólares que tiene que ver con la cuenta corriente, que tiene que ver con la balanza de pagos”. Arriazu termina con algo que es muy importante desde el punto de vista del mediano y largo plazo, que es el costo de una reconversión económica como la que quiere llevar adelante Milei.
Es muy interesante que Arriazu diga esto porque recuerda a Néstor Kirchner, cuando dijo que “es con la gente adentro”. Lo que Arriazu -de quien no se puede sospechar que sea un crítico de esta política económica- pide es cuidado, porque todo programa de estabilización termina siendo, en gran medida, destructivo, y toda reconversión económica deteriora el tejido productivo, y afecta al tejido social.
Lo que tiene que hacer el Gobierno es pensar en la política, no solo en la economía, y reflexionar sobre la posibilidad de un equilibrio general. Porque gobernar no es aplicar una receta matemática sobre la realidad, sino algo mucho más complejo: conseguir el consenso político y social para esa receta, que puede ser correcta. Lo advirtió Ricardo Arriazu, no Axel Kicillof. Por eso lo retomó también Cristina Kirchner en su discurso.
Todo esto tiene que ver con una visión de la libertad: la libertad económica, la ida hacia el mercado, la desregulación, el ajuste, la consagración en el centro de la economía de la iniciativa privada y de la propiedad privada. Ese es el liberalismo de Milei.
Paralelamente a esta desregulación, regulan otras dimensiones de la vida pública, como las conferencias de prensa en la Casa Rosada. Entonces, ¿cuál es la libertad? ¿La libertad avanza en lo económico y retrocede en lo político? ¿Retrocede en la atmósfera que va envolviendo a la democracia desde el punto de vista político?
Nos encontramos con que ahora el Gobierno -que desprecia al Estado y sostiene, según una idea central de Milei, que donde hay Estado hay perversión- usa los recursos y mecanismos del Estado para que, por ejemplo, los periodistas tengan más restricciones para moverse dentro de la Casa de Gobierno, tengan más dificultades para repreguntar o enfrenten limitaciones que antes no tenían para participar en esas conferencias de prensa. Ahora se les va a exigir una cantidad de datos respecto de qué medio representan, niveles de audiencia, etcétera. Una vocación regulatoria que contrasta enormemente con la vocación desregulatoria que tienen en el plano del comercio y la economía.
Esto nos obliga a hacernos otra pregunta. Siguiendo lo que dijo hace unos días Luis Caputo, el ministro de Economía: si el periodismo está en vías de extinción por sus propios méritos y se comporta tan mal que está destruyendo su profesión, ¿para qué les interesa tanto regularlo? ¿Por qué tanta obsesión con el periodismo si no sirve para nada? Nadie los lee, nadie los mira, nadie los escucha. ¿No habría que dejarlos vivir en paz? Es una broma.
Al mismo tiempo, Hugo Alconada Mon revela que hay un Plan de Inteligencia Nacional, que la SIDE está siempre obligada a hacer, donde se plantean algunos objetivos muy imprecisos y raros por parte de los servicios de espionaje. Por ejemplo, empezarían a ser objeto de investigación, de espionaje, de persecución, aquellos que manipulen la opinión pública en las campañas electorales.
¿Qué es manipular? ¿Qué diferencia hay entre manipulación y persuasión? Porque una campaña electoral es un esfuerzo de persuasión de los partidos políticos para conseguir el voto. ¿Hasta dónde esa persuasión? ¿Cuándo se transforma en manipulación? ¿Quién lo decide? No sabemos. ¿Incluye esa forma de manipulación elaborar videos falsos con inteligencia artificial para hacerle creer a la gente cosas que no suceden, como, por ejemplo, que Macri bajaba la candidatura de Silvia Lospennato?
El Gobierno dice que no tuvo nada que ver con el video, mientras que desde el macrismo lo acusan a Santiago Caputo de haber hecho esa operación. En realidad desde Pro tendrían pocas acusaciones para Caputo porque la consultora de Caputo y Rodrigo Lugones hacía ese tipo de picardías para Macri en su momento, en contra de Daniel Filmus. Por eso son reproches un poco cínicos.
El informe sobre el que nos da la primicia Hugo Alconada Mon habla de otra cosa: poner en la mira a los que generan desconfianza en los funcionarios del Gobierno o desconfianza en la economía. Muy resbaladizo. Si alguien cree que la economía no está funcionando como corresponde, lo dice, y modifica por eso las expectativas respecto de la economía, ¿debe ser perseguido por el espionaje oficial? ¿Es parte de un complot? ¿Está desestabilizando?
Son ideas conocidas en la Argentina, ideas tradicionales. Lo que es curioso es que las cultive un gobierno que dice ser anarcocapitalista y liberal. Hay una asimetría en este concepto de la libertad.
La Oficina del Presidente emitió un comunicado y Milei lo hizo suyo, obviamente, en un tuit. El Presidente, que antes había convocado a odiar a todo el periodismo, ahora tuvo un gesto y limitó la crítica al 90%. Afirmó que son “los mayores creadores de noticias falsas en la historia de la humanidad”. Por su parte, el comunicado dijo que se desmienten las versiones periodísticas publicadas en medios sobre supuestos objetivos del Plan de Inteligencia Nacional. Reivindicó que este es el primer gobierno que no usa la SIDE para ese tipo de persecuciones y que el plan es secreto: solo lo ven el Presidente, la Secretaría de Inteligencia y la Comisión Bicameral.
En cualquier país del mundo, pero sobre todo en la Argentina, que lo vea tanta gente lo convierte en algo que no es secreto. Alconada contestó a este comunicado diciendo que él se ratifica en todo. Ahora Sergio Neiffert, el jefe de la SIDE, tiene que dar explicaciones en la Comisión Bicameral de Inteligencia, que preside Martín Lousteau. Según esta información, Lousteau ya tendría en su poder el Plan de Inteligencia Nacional y probablemente tendrá que hacer preguntas con independencia de Alconada.
Esta es una historia que se abre a partir de esta información de Alconada, que ocasionó que le quisieran hackear la cuenta de WhatsApp en 10 oportunidades. Le quisieron entrar a la cuenta de X, seguramente para ver qué intercambios en privado tiene a través de esa cuenta, y recibió amenazas por medio de WhatsApp, por haber publicado esta información. No sabemos si hay una relación causal o si es una mera correlación; ojalá sea solo una correlación de dos hechos que ocurren en simultáneo. Es decir, mal clima, que probablemente tenga que ver con el periodismo y los creadores de noticias falsas. Se va creando un clima de hostilidad desde el poder.
Es importante lo que publicó Alconada porque si uno mira esa serie tan interesante, que está en Netflix, que se llama Mossad, que es una historia y una descripción de uno de los mejores servicios de inteligencia del mundo, se inicia con una cita de John Le Carré, novelista muy abocado a narrar historias de espionaje, que sostiene: “Los servicios secretos miden la salud política de una nación y son la expresión real de su inconsciente”. Lo que dice Le Carré es: “¿Usted quiere saber qué calidad tiene una democracia? Mire cómo se manejan los servicios de inteligencia. ¿Hasta dónde tienen una limitación política o hasta dónde están desbocados?”.
Aparece con claridad el centro de interés de todo esto. Un gobierno que tiene un enorme aprecio por la libertad de mercado y económica, pero que no considera que sea tan importante la libertad política. Ya lo advirtió el Presidente expresamente una semana antes de las elecciones de la Capital en un discurso público. “La casta son los periodistas ensobrados, los econochantas, los sindicalistas corruptos, los empresarios prebendarios y los ñoños republicanos”. También va contra esos “ñoños”: los que piden moderación, respeto a la libertad de prensa, división de poderes, cuidados con los procedimientos y consenso sobre las reglas de juego. Para Milei esos también son casta.
Esto no es novedoso, no es un invento de Milei. Este no es un liberalismo de tipo clásico. No es que se equivocan en el manual que leyeron, sino que quieren otra cosa. Creen que, para llevar adelante una política de liberalización de la economía, hace falta una política autoritaria desde el punto de vista institucional.
Esto ha sido descrito mucho antes de que llegue Milei al poder en un libro publicado en Inglaterra en agosto de 2023. El gran analista del Financial Times, Martin Wolf, publicó este libro muy recomendable: “La crisis del capitalismo democrático: por qué el matrimonio entre democracia y capitalismo se está diluyendo y qué debemos hacer para solucionarlo”.
Allí hay una historia del concepto de democracia, un análisis fantástico sobre el estado actual del capitalismo, y dice algo muy interesante: hay una crisis de la idea según la cual la libertad republicana permite mejorar la vida de la gente, porque hay un impacto imaginario muy poderoso de China sobre Occidente. Mucha gente se pregunta si no será mejor el régimen chino. Acumulación de poder, unicato y autoritarismo político para que funcione la economía.
La experiencia que estamos empezando a vivir en la Argentina tiene que ver con esto, y con la crisis de determinados valores. El primer valor es la tolerancia, el pluralismo. Esa es la crisis del capitalismo democrático. Es lo que se manifiesta en distintas expresiones públicas, que alertan: “Cuidado, porque se está generando un clima de odio que pone en crisis este matrimonio entre capitalismo y democracia”. Esto es un capitalismo que afecta los valores republicanos, o que por lo menos los está poniendo en duda.
En la estela de lo que dijo el Papa León XIV respecto a la libertad de prensa y de la tarea del periodismo en una presentación magistral frente a los periodistas que habían cubierto su coronación en Roma, el primero en repetir esas ideas y ponerlas en funcionamiento en la Argentina, en el ámbito de la Iglesia, fue el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva.
Este es un clima cultural que no es solo de la Argentina. Esta estrategia política para acumular poder, juntar votos, consolidar a un gobierno o a un grupo político, que consiste en promover el odio, ya que es un sentimiento que moviliza mucho más que la adhesión a algo. De eso está hablando García Cuerva.
En las últimas horas se produjo un caso concreto: a Ricardo Darín se le ocurrió hablar del precio de las empanadas. Dijo que la docena de empanadas cuesta $48.000. Obviamente, ahora nos hemos vuelto todos expertos en el precio de las empanadas: hay de $96.000 y de $16.000. Lo interesante es que sale a contestarle peyorativamente el ministro de Economía, Luis Caputo, el mismo que dice que se muere el periodismo. Darín contesta y refleja muy bien la forma en que él recibió esas críticas y el clima político que está viendo, y va de la mano con lo que dijo García Cuerva.
La tercera expresión en ese sentido provino del gran cientista político Natalio Botana, que dio una entrevista a Astrid Pikielny para LA NACION y dijo: “Estamos viviendo una etapa de violencia verbal, lo que yo llamo la tormenta reaccionaria. Y esa violencia verbal está marcada por otro concepto que estoy usando mucho, que es la barbarie de la palabra. Y me ha satisfecho bastante haber escuchado al Papa, recientemente a León XIV, que habla de la guerra de las palabras. Esto significa que esta violencia verbal, esta tormenta reaccionaria, no sólo está en la Argentina: está en el mundo occidental”.
Conforme va pasando el tiempo, vamos adquiriendo con mayor nitidez una caracterización de este oficialismo que se ha ido constituyendo desde el 10 de diciembre de 2023 en adelante, bajo el liderazgo de Javier Milei. Todo esto contorna ese episodio que ocurrió en el Tedeum, donde Milei no solo no saludó a Victoria Villarruel —no sabemos si cuando habla de “Roma no paga traidores” se refiere a ella- ni a Jorge Macri, a quien venció en la elección porteña, con un triunfo muy contundente de Manuel Adorni sobre Lospennato.
Esta elección de la Capital Federal fue también una interna de lo que sería la derecha o el centro-derecha. Y hay que detenerse en el por qué. Estos comicios dejaron una lección, un mensaje que está siendo incorporado por la política en otras zonas, en otros campos, en otras escenas.
“Cuidado con adelantar las elecciones. Si lo que pretendés es adelantar la elección local, desdoblarla para municipalizarla o provincializarla, tené cuidado, porque a lo mejor no lo lográs. Y lo que hacés es nacionalizarla. Y tenés dos derrotas: la de la elección local y después la de la elección nacional de diputados, o de diputados y senadores en octubre”.
Le pasó al jefe de Gobierno porteño. Quiso municipalizar la elección, se la nacionalizaron, y le ganaron igual. Esta experiencia fue incorporada ya por Gerardo Zamora en Santiago del Estero: no desdobla, unifica, una sola elección en octubre.
Este sigue siendo el gran dilema de la gran batalla, que es la batalla bonaerense. ¿Qué va a hacer Kicillof frente a lo que pasó con Jorge Macri en la Ciudad? ¿También va a desdoblar? Cristina Kirchner le está diciendo a sus amigos —y el mensaje tal vez le llegó a Kicillof—: “No busques encuestadores, buscate meteorólogos, porque ojo que si desdoblás, aislás la elección bonaerense para que juzguen tu gobierno y, si tenés cinco días de lluvia antes, puede ser Waterloo para el peronismo. Con la provincia bajo el agua, no sé qué hacemos”. Es una preocupación de la exvicepresidenta, que viene recomendando desde el comienzo no desdoblar porque la gestión provincial no está en condiciones de ser exhibida como una gestión independiente de lo nacional.
Este mensaje del riesgo peronista en la provincia de Buenos Aires, con un Milei que logra bajar la inflación y que probablemente reciba el premio por ese éxito, es aún más inquietante si se produce lo que se está produciendo: una alianza entre el PRO y La Libertad Avanza. Prácticamente lo insultan a Jorge Macri en el Tedeum y el PRO no contesta. ¿Por qué? Porque hay una orden de no contestar. ¿Quién la emite? Mauricio Macri, que está como Alfonsín en el ‘97.
En aquel entonces, Alfonsín iba como candidato a diputado en la provincia de Buenos Aires, pero empezó a ver que Graciela Fernández Meijide le ganaba tanto a él como a “Chiche” Duhalde, dejándolo tercero. ¿Qué hizo? Disimuló su derrota formando una alianza. Y así creó la alianza entre el Frepaso y la UCR. Fue una forma de que el radicalismo disimule que el Frepaso se quedaba con su electorado.
La historia no se repite, pero rima. Hoy el PRO está buscando disimular que Milei se queda con su electorado. Por eso Macri no reacciona a los insultos. Por eso puede que vayan juntos a la Provincia. Y por eso, la situación del peronismo está todavía más amenazada.