Por Jorge Augusto Cardoso.-

Fue más que lamentable, triste, ver a Milei, en un día patrio, ingresando al Tedeum sin los atributos presidenciales, ignorando el saludo ofrecido por Jorge Macri y sin detenerse a saludar a la Vicepresidente. El culto a la democracia tiene sus símbolos, y entre otras cosas, su ritual público consiguiente; éste incluye el respeto a los otros aun en las diferencias. El presidente ha demostrado, una vez más, su desprecio por las debidas gentilezas e imprescindibles obligaciones para la cordial y humana convivencia. Sería deseable que revea su actitud y finalmente comprenda que no se vive sólo desde la economía.

Share