Por Hernán Andrés Kruse.-
El 28 de junio se cumplió el tricentésimo décimo tercer aniversario del nacimiento de uno de los filósofos más relevantes del siglo XVIII. Juan Jacobo Rousseau nació en Ginebra el 28 de junio de 1712. De joven leyó a Bossuet, Fontenelle, La Bruyère, Molière y Plutarco. Entre 1722 y 1724 fue pupilo en la casa del calvinista Lambercier. En 1725, ya de regreso a su ciudad natal, trabajó como aprendiz de relojero y luego con un maestro grabador. Luego de desempeñar todo tipo de oficios, abjuró del calvinismo y abrazó el catolicismo. Se estableció en Annecy y recibió la protección (tutelaje) de Madame de Warens. En 1737 su protectora lo ayudó para que consiguiera un puesto de receptor en Lyon de los hijos de Gabriel Bonnot de Mably y el filósofo Condillac. En ese entonces entabló amistad con Fontenelle, Diderot y Marivaux. En 1743 publicó su “Disertación sobre la música moderna”. En 1745 retornó a París y se contactó con Voltaire, D´Alambert, Rameau y nuevamente con Diderot. En 1754 publicó su “Discurso sobre economía política” y abjuró de la religión católica. Un año más tarde, publicó uno de sus libros más relevantes: “Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres”, provocando el disgusto de Voltaire y de la Iglesia Católica.
En 1762 publicó sus obras más relevantes: “Emilio, o De la educación”” y “El contrato social o Principios del derecho político”. Estos escritos provocaron una feroz reacción del establishment de la época, lo que obligó a don Juan Jacobo a refugiarse en Môtiers-Travers bajo la protección de Julie Emélie Willading. En 1763 escribió “Carta a Christophe de Beaumont” para defenderse de la persecución del arzobispo católico y luego renunció a la ciudadanía ginebrina. Al año siguiente, el eminente Voltaire, enemistado con don Juan Jacobo, publicó un panfleto sin firma contra el ginebrino titulado “El sentimiento de los ciudadanos”, en el que lo critica con extrema dureza por su decisión de entregar sus cinco hijos al cuidado de orfanatos porque pensaba que, dada su precaria situación económica, no estaba en condiciones de mantenerlos. En 1765 su casa en Môtiers fue atacada por una turba carcomida por el fanatismo, lo que lo obligó a refugiarse en la isla de San Pedro, en el lago de Bienne, en casa de un síndico de Berna. En enero de 1766, en compañía de Hume y Jean-Jacques de Luze, se dirigió a Londres. Durante esos años (1764-1767) fue permanentemente hostigado por la mayoría de los ingleses, quienes lo consideraban un hombre malo y peligroso. En 1767 retornó a Francia. En 1772 comenzó a redactar sus “Diálogos”. Lamentablemente, los constantes ataques propinados por Voltaire y otros intelectuales de renombre de entonces, lo obligaron a alejarse de la vida pública. Murió de un paro cardíaco en 1778 durante su estadía en Ermenonville. Tenía 66 años (Fuente: Wikipedia, la Enciclopedia Libre).
Buceando en Google me encontré con un ensayo de Blanca Flor Trujillo Reyes (Universidad Pedagógica Nacional-México) titulado “Hombre, moral y ciudadanía en Jean-Jacques Rousseau” (Revista Intercontinental de Psicología y Educación-Volumen II, Número 1-Universidad Intercontinental-distrito Federal-México-2009). Analiza el pensamiento político y educativo del conflictivo y brillante Rousseau.
LA CONCEPCIÓN ANTROPOLÓGICA. EL ESTADO DE NATURALEZA
“En el pensamiento político y educativo de Jean-Jacques Rousseau se distinguen dos formas de concebir el estado de naturaleza del hombre: como de necesidades puramente físicas y como constituido por características que le permiten vivir en sociedad. En este apartado, se revisarán ambos modos. En su Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres, Rousseau afirma que se propone separar lo originario de lo artificial en Hombre, moral y ciudadanía en la naturaleza del hombre, con el objetivo de mostrar que la desigualdad entre los seres humanos es consecuencia de la vida social.
La idea de la naturaleza humana es presentada por Rousseau como una hipótesis de trabajo, pues, como asegura en el Discurso, no está en condiciones de mostrar que ese estado originario haya existido: “Porque no es liviana la empresa de separar lo que hay de originario y de artificial en la naturaleza actual del hombre ni concebir bien un estado que ya no existe, que quizá no haya existido, que probablemente no existirá jamás, y del que sin embargo es preciso tener nociones precisas para juzgar bien nuestro estado presente” (Rousseau). Para juzgar el estado de la humanidad, primero ha de aclararse qué debe ser ésta. En el Discurso, Rousseau argumenta sobre algunos rasgos que constituyen la naturaleza humana tanto en su estado original como artificial y los toma como parámetro para señalar los errores de la sociedad de su época.
El filósofo parte de una situación hipotética sobre la naturaleza del hombre para juzgar de acuerdo con ella las condiciones de la naturaleza humana en el momento histórico en el que escribe. Critica los fenómenos de corrupción individual y social entre los hombres de su época, la cual, se supone, ha progresado socialmente. Los compara con la situación hipotética del hombre primitivo quien sólo necesita lo indispensable para vivir y con el hombre natural que lleva en potencia la capacidad de perfeccionarse a sí mismo. De acuerdo con José Rubio Carracedo, contrario a algunas interpretaciones, Rousseau no proclama el regreso del hombre a un estado natural o primitivo, sino que reclama mirar las facultades patentes en él y desarrollar su perfectibilidad. Además, la perfectibilidad del hombre sólo puede desarrollarse en el estado civil y no en su estado de naturaleza, el que, “lejos de ser un estado de perfección, es un estado de ‘felicidad estúpida’, con todas las limitaciones del desarrollo intelectual, moral y político” (Rubio).
El hombre primitivo o salvaje no depende más que de sus instintos y esfuerzos dirigidos a su bienestar y conservación. En estas circunstancias, no requiere comunicarse con los otros, no siente la necesidad de ser reconocido ni desea lo de otros porque el sentido de la posesión no le es inherente. Además, en el estado de naturaleza entendido de esta manera, el hombre ignora el vicio y es piadoso. No necesita más artefactos para vivir que los proporcionados por su propia anatomía. Sus enemigos no son otros hombres, sino las bestias que habitan su medio, “los achaques naturales, la infancia, la vejez y las enfermedades de toda especie” (Rousseau, 1980). Las diferencias entre los individuos estriban en la resistencia corporal a los embates de la naturaleza. La desigualdad que genera luchas entre los hombres es instituida por ellos mismos al entrar en contacto unos con otros, al crear lazos de dependencia.
La interdependencia origina pasiones y sentimientos los cuales provocan que el amor a uno mismo prevalezca sobre la piedad, virtud que, por excelencia, según Rousseau, precede a toda reflexión y a la cual define como “repugnancia innata a ver sufrir a su semejante […] disposición conveniente a unos seres tan débiles y sometidos a tantos males como somos; virtud tanto más universal y tanto más útil al hombre cuanto que precede en él al uso de toda reflexión, y tan natural que las bestias mismas dan a veces signos sensibles de ella” (Rousseau). Este sentimiento impide al hombre comportarse como una bestia: “los hombres jamás habrían sido otra cosa que monstruos si la naturaleza no les hubiera dado la piedad en apoyo de la razón” (Rousseau). El hombre natural en su estado originario es autosuficiente; el amor a sí mismo es el sentimiento que lo motiva a subsistir; no mantiene relaciones con otros individuos, no tiene moralidad.
La segunda manera de entender la naturaleza humana se caracteriza por asignar al hombre la capacidad de perfeccionarse y posibilita el proceso civilizador. Éste es el sentido ético de la naturaleza humana, a la que les es propia, esencial, la libertad. Se trata de una forma de entender la naturaleza humana completamente distinta de la originaria, pues mientras en ésta predominan los instintos y las pasiones, en aquélla, entendida como capacidad de perfeccionamiento, como racionalidad, se conforma, necesariamente, el vínculo con una ley estricta e inquebrantable a la que el individuo se compromete a obedecer y que tiene lugar en la voluntad general.
La cualidad de agente libre distingue al hombre de los animales: “La naturaleza da una orden a todo animal, y la bestia obedece. El hombre experimenta la misma impresión, pero se reconoce libre de asentir, o de resistir”; la segunda cualidad, aún más definitiva, “específica que los distingue sobre la cual no puede haber réplica: es la facultad de perfeccionarse; facultad que, con la ayuda de las circunstancias, desarrolla sucesivamente todas las demás, y reside entre nosotros tanto en la especie como en el individuo” (Rousseau).
Un elemento primordial en el pensamiento rusoniano para comprender la naturaleza libre del hombre son los sentimientos de piedad y amor a uno mismo, que, trastocados por la vida social, degeneran en amor propio; acompañados por su capacidad perfectible, en cambio, tienden a convertirse en virtudes. El sentimiento de piedad –como se señaló líneas arriba– cumple la función de moderar el amor a uno mismo. Gracias a él, el hombre logra conservarse como especie, pues evita, por obra de la repugnancia de ver a otro sufrir, que los hombres se hagan daño. Sin embargo, la piedad natural, sostén del hombre en el estado de naturaleza, se debilita cuando entra en conflicto con el amor a uno mismo. Esto es provocado al establecerse la propiedad privada, pues, a partir de ello, se desarrolla la sociabilidad, ciertas facultades humanas y, en consecuencia, la desigualdad moral o política. Según Rousseau, “el primero al que, tras haber cercado un terreno, se le ocurrió decir esto es mío y encontró personas lo bastante simples para creerle, fue el verdadero fundador de la sociedad civil”.
Con el surgimiento de la propiedad privada también nacieron la previsión y la necesidad de ser mirado por otros y el deseo de talentos y habilidades de quienes aumentaban sus posesiones. Entonces, la piedad es suprimida por obra de las relaciones conflictivas y necesidades ficticias que los hombres se han creado. En el lugar de ese sentimiento surgen pasiones y vicios que atentan contra la paz imperante en el estado de naturaleza. Quienes desarrollan más sus facultades, tienden a aprovecharse de los demás; el amor a uno mismo se trastoca en amor propio, un sentimiento egoísta, alentado por la exaltación de los talentos personales. Los seres humanos se envidian mutuamente; los más fuertes utilizan a los más débiles; germina la avaricia, la envidia, la competencia, la rivalidad.
Así, debe establecerse una moral sustentada en una autoridad reconocida que determine cuáles son los deberes del hombre y que tenga como resorte el sentimiento de piedad. Pero la piedad, en tanto puro sentimiento o pasión, es inicua, porque sin el concurso de la razón y del conocimiento deriva en desprecio hacia el que es compadecido, degenera en compasión por el otro al que, lejos de tenerse en consideración como un igual, se le mira en una posición inferior. Los sentimientos o pasiones –amor a uno mismo y piedad– constituyen el resorte de la razón y, con ello, de la perfectibilidad humana. Con el concurso de sentimientos y razón, el hombre, quien ha integrado una sociedad, es un ser moral, por lo cual necesita la virtud para construir relaciones justas. “Hay cierto orden moral en todas partes donde hay sentimiento e inteligencia. La diferencia estriba en que el bueno se ordena por relación al todo y el malvado ordena el todo por relación a él” (Rousseau).
Para Rousseau, a pesar de lo que digan los moralistas, el entendimiento humano debe mucho a las pasiones que, a la recíproca, le deben mucho también; es gracias a su actividad por lo que nuestra razón se perfecciona; sólo tratamos de conocer porque deseamos gozar, y no es posible concebir por qué quien no tenga deseos ni temores ha de darse la molestia de razonar. Las pasiones, a su vez, extraen su origen de nuestras necesidades, y su progreso de nuestros conocimientos; porque sólo se puede desear o temer las cosas por las ideas que de ellas se puedan tener o por el simple impulso de la naturaleza (Rousseau).
Los sentimientos se corresponden tanto con la naturaleza primitiva como con la naturaleza perfectible del hombre; en este segundo sentido, antecede y acompaña a la razón en la elaboración de juicios y de las decisiones morales del hombre. “La palabra ‘sentimiento’ tan pronto comporta un sesgo puramente naturalista como uno idealista; unas veces se utiliza en el sentido de la mera sensación, mientras que otras es utilizado en el sentido del juicio y de la decisión moral […] El sentimiento es para Rousseau ora una mera afección anímica, ora una característica y esencial acción del alma” (Cassirer). La bondad natural va más allá del puro sentimiento y supera la concepción del estado primitivo. Consiste en la dirección de la voluntad de acuerdo con un juicio razonado, de acuerdo con la ley moral a la que el hombre somete su libertad individual.
Habría que agregar, por su importancia para desarrollos posteriores en educación y por su contribución propia, la característica de la plasticidad que Rousseau asigna al hombre. Como señala Cassirer, “lo que Rousseau reconoce ahora es que el hombre no es ni bueno ni malo de suyo, porque su ser y su forma no están dados rígidamente, sino plásticamente. Y la fuerza plástica más importante y esencial está depositada en la comunidad”.
EL ESTADO CIVIL
“El estado civil es un estado artificial, pues la conformación de una sociedad no responde a las necesidades naturales del hombre; se trata, más bien, de una creación de éste en cuanto ha entrado en contacto con otros hombres y se han organizado para vivir juntos. “Este paso del estado de naturaleza al estado civil produce en el hombre un cambio muy notable, sustituyendo en su conducta el instinto por la justicia, y dando a sus acciones la moralidad que les faltaba antes […] Sea que una inclinación natural haya llevado a los hombres a unirse en sociedad, sea que hayan sido forzados a ello por sus necesidades mutuas, lo cierto es que de este comercio han nacido sus virtudes y sus vicios, y en cierto modo todo su ser moral. Allí donde no hay sociedad no puede haber ni justicia, ni clemencia, ni generosidad, ni modestia, ni sobre todo el mérito de todas estas virtudes” (Rousseau). Instituido un estado de desigualdad y conflicto permanente entre los hombres y capaces de las peores pasiones y vicios, resulta imposible que la sociedad civil pueda fundarse en el derecho natural. La naturaleza del hombre sólo atiende a su propio interés, lo que, aunado a la exacerbación de las pasiones y vicios, impide que sea capaz de vivir en orden.
Rousseau ve en el vínculo político un asunto complejo, al tratar de conciliar la voluntad individual con la general. ¿Cómo pueden los seres humanos comprometerse políticamente para conseguir la libertad civil, sin renunciar a la libertad natural, entendida como autonomía de la razón? La libertad del hombre se ve realizada en tanto se constituya una forma de asociación que proteja al individuo, porque conserva en ella misma, en tanto que asociación de individuos libres, la ley de la autonomía. En Del contrato social señala que la constitución de la sociedad civil consiste en “encontrar una forma de asociación que defienda y proteja de toda la fuerza común la persona y los bienes de cada asociado, y por la cual, uniéndose cada uno a todos, no obedezca, sin embargo, más que a sí mismo y quede tan libre como antes” (Rousseau).
La respuesta, afirmaba, está en el contrato social, cuya propuesta es la elevación de la libertad natural de los hombres a la libertad cívica garantizada por un régimen de igualdad, pues sus leyes tienen la misma vigencia en cualquier lugar, lo cual impide que sean violentadas, porque la ley es tal para todos. La unión bajo el “cuerpo político” demanda, según Rousseau, no sólo dispositivos jurídicos y políticos, sino un componente moral: la voluntad general, tendiente a la búsqueda del bien común. El concepto puede entenderse como el compromiso que los hombres adquieren con los intereses públicos y generales, por encima de los privados y particulares. “En Del contrato social queda claro que el bien del individuo se reconcilia con el bien común” (Rubio).
¿Cómo es que se da esta reconciliación? Rousseau indica en Del contrato social: “En el mismo instante, en lugar de la persona particular de cada contratante, este acto de asociación produce un cuerpo moral y colectivo compuesto de tantos miembros como votos tiene la asamblea, el cual recibe de este mismo acto su unidad, su yo común, su vida y su voluntad. Esta persona pública que se forma de este modo por la unión de todas las demás tomaba en otro tiempo el nombre de ciudad, y toma ahora el de República o cuerpo político, al cual sus miembros llaman Estado cuando es pasivo, Soberano cuando es activo, Poder al compararlo con otros semejantes. Respecto a los asociados, toman colectivamente el nombre de Pueblo, y en particular se llaman Ciudadanos como partícipes en la autoridad soberana, y Súbditos en cuanto sometidos a las leyes del Estado” (Rousseau).
El problema de la asociación política no es sólo una cuestión jurídica, sino también ética. Si el soberano es el pueblo –que en lo particular son los ciudadanos– y si el soberano tiene un papel activo, sólo se puede ser ciudadano, en tanto se es miembro del soberano en sentido estricto, es decir, en tanto se lleva a cabo la participación de los individuos en la asamblea pública para constituir la ley por representación directa. Lejos de tratarse de un sometimiento a las leyes del Estado, se trata de la constitución de una ciudad por individuos que, por participar de la voluntad general, son partícipes de la promulgación de la ley”.
16/08/2025 a las 11:22 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
La campaña domina cada paso del Gobierno: el
papel de Milei, la apuesta bonaerense y la
movida financiera
Eduardo Aulicino
Infobae
16 de Agosto, 2025
Con dos pinceladas fuertes, el Gobierno terminó de reproducir el cuadro político tradicional de cualquier oficialismo frente a los desafíos electorales: la campaña domina cada paso de la gestión, empezando por la economía, y expone en primera línea al Presidente. El acto inaugural para la batalla bonaerense, parada previa y determinante en la ruta de octubre, confirmó la letra básica del discurso -polarizar con el kirchnerismo- y el papel central de Javier Milei. Casi al mismo tiempo y de mayor lectura como síntoma, fue difundida una nueva andanada de medidas para contener el dólar y su efecto real o por contagio en los precios.
En rigor, resultó pardójica la semana económica, al menos en la evaluación de consultores y en el circuito empresarial, si se toman en cuenta el dato del IPC y las últimas disposiciones del Banco Central. Fue calificado como un registro positivo el 1,9% de inflación de julio: destacan que a pesar de la nueva y leve alza respecto de junio y mayo, el componente núcleo se mantuvo contenido (1,5%). En paralelo, asomó claramente la inquietud por las resoluciones que fueron anunciadas, a la carrera, como reacción frente al escaso resultado de la licitación de papeles de la deuda realizada el miércoles último.
Ese capítulo económico viene acompañado además por versiones que circulan en medios financieros y políticos. Todo empezó con la orden de desarmar el enorme paquete de las LEFI, hace poco más de un mes. Más allá del señalamiento como origen de esta última etapa de “volatilidad”, el punto es que se habría tratado de una decisión con sello de Olivos antes que de Economía. No se trata, por supuesto, de algo a contramano de la lógica de poder, sino del modo en que trascendió, tema que en cualquier caso -como hecho real o creencia difundida- alimentó el circuito inquietante de los mercados.
El dato de fondo, en todo caso, es la necesidad de mantener controlada la inflación. El precio del dólar ocupa el primer renglón de las decisiones. No extraña entonces lo que haga Economía y, subordinado, el Central. Lo último: subir los encajes bancarios por segunda vez en menos de un mes, presionar con el control -de hecho, los informes exigidos pasan a ser diarios- aumentar las multas y forzar la participación en otra licitación, el lunes, fuera de agenda.
De arrastre vienen además las intervenciones en el dólar futuro y, cada vez más preocupante, la escalada de tasas. Algunos consultores económicos, en general con los cuidados del caso, advierten que ese conjunto expone un elevado costo para sostener el “equilibrio” en términos económicos. La política extiende el interrogante al plano social; más precisamente y aún desde la óptica oficialista, el tema sería cuánto impacta en los niveles de confianza y evaluación de la gestión, ya en proceso electoral.
El oficialismo despliega un mensaje difícil en el arranque de campaña, porque necesita desactivar inquietudes, mostrar fortaleza -no sólo en el terreno financiero-, y a la vez insistir con un estado potencial de fragilidad de la economía frente a lo que llama “riesgo kuka”, algo que amplía a la oposición en general, al calificar cualquier revés legislativo como un atentado contra el equilibrio fiscal. Ese recurso del temor expresa, en versión violeta, otro clásico político para reclamar votos en la elección de medio término.
Milei expone así una estrategia elemental -con antecedentes efectivos en otros gobiernos-, que en el caso bonaerense resulta más compleja. La pelea que viene en la provincia facilita le elección de un único oponente, el kirchnerismo, para polarizar. Pero ese objetivo, a explotar pensando en octubre, tiene un paso previo: darle sentido excluyente de castigo al gobierno de Axel Kicillof, es decir, actuar como si se tratara de una disputa con listas únicas para tota la provincia cuando, en realidad, la competencia es con listas en cada una de las ocho secciones electorales. Un terreno donde juegan también su capital los intendentes.
El discurso estaba claro antes de que Milei subiera al escenario de La Plata. El Presidente desplegó un mensaje de confrontación dura y excluyente con el kirchnerismo, mientras los militantes coreaban insultos. Avanzó en esa línea y finalmente dejó de lado el autocompromiso de moderación: “termos” y “cabezas de pulpos” fueron algunas de las descargas.
Pero el tema del discurso no se agota en el grado de beligerancia presidencial, que por momentos parece perder efectividad o, al menos, provoca menos repercusión. Ese punto, sin plantearlo expresamente, fue abordado en la cena que mantuvo Milei con legisladores fieles hace una semana, en Olivos. Allí, según trascendió, hubo una especie de exhortación a que diputados más o menos destacados se muestren activos en la batalla del discurso con la oposición y frente a las críticas en general. En otras palabras, y también como en otros tiempos, salir a dar la pelea pública.
El grueso de las encuestas sigue arrimando a Olivos datos favorables y también señales preocupantes. En líneas generales, muestran la persistencia de un fuerte deterioro en la calificación de exponentes de la oposición, en un cuadro de fragmentación exhibido también en la oferta electoral. Milei, que sigue mejor posicionado, no escapa al proceso de desgaste y, en esta coyuntura, la mayoría de los sondeos lo anotan con mayor imagen negativa que positiva.
Las encuestas más elaboradas, o al menos los informes más amplios y no sólo los fragmentos difundidos, van más allá de la cuestión puramente electoral. Conviene no interpretar linealmente los números, porque conviven, por ejemplo, datos positivos para el Gobierno en cuanto a la inflación y a la vez malestar o descripción negativa sobre la situación personal en materia económica. Del mismo modo, es registrado cierto crédito al ajuste pero al mismo tiempo rechazo a los vetos en rubros sensibles como jubilación o discapacidad.
Esa última pelea, la de los vetos, tendría su definición en Diputados, el miércoles, si la oposición corona con quórum y mayoría el pedido de sesión formalizado en el arranque del fin de semana. Se verá si Olivos avanza seriamente en la negociación con gobernadores, como acaba de insinuar para interrumpir la cadena de derrotas legislativas. Todo es campaña.
16/08/2025 a las 11:42 AM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
El fentanilo politizado
Mónica Gutierrez
Infobae
16 de Agosto, 2025
Con un discurso tan vibrante como polarizador, Javier Milei dio el puntapié inicial a la campaña bonaerense. Ocurrió en La Plata, este jueves, sobre un escenario violeta intenso.
La exposición no tuvo fisuras. Impecablemente guionada, más allá de las espontáneas acotaciones que sumó el Presidente, apuntó a un blanco excluyente: Axel Kicillof.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires pasó en el relato preelectoral a encarnar al kirchnerismo puro y duro, el enemigo a vencer. Una batería de feroces descalificaciones personales amenizó la ajustada descripción del penoso estado en el que se encuentra la provincia bajo la gestión peronista.
No hubo insultos directos, de eso se encargó el coro libertario que acompañó la movida, pero sí caracterizaciones oprobiosas, de las que bulean al oponente sumando calor y color para la popu. zombies, termos, cabezas de pulpo, entre otras delicadezas.
La emblemática frase del “Nunca más” fue oficializada como eje de la contienda. La “apropiación cultural” de la consigna que, al menos hasta aquí, era un elemento unificador del sentir nacional, cayó en las insondables profundidades de la grieta.
“Nunca más al maldito kirchnerismo…a la corrupción…al estatismo”. Un mantra que se repetirá en la larga misa preelectoral. Ya sobre el final, la homilía polarizante de Milei introdujo un tema maldito: el fentanilo.
El Jefe de Estado denunció el “encubrimiento atroz a un eterno socio kirchnerista por la causa del fentanilo”. ¿Les parece que el Juez que tiene la causa sea justo el hermano del ministro de Salud de Kicillof?, preguntó Milei.
Las repercusiones no se hicieron esperar y ocuparon la agenda mediática desplazando las vibraciones del discurso presidencial que estuvo, hasta el fentanilo, absolutamente ajustado a un prolijo libreto que describió sin concesión alguna los daños ocasionados por los K a la provincia más populosa del país.
Un comunicado desde la cuenta de la Vocería Presidencial, que fue subido a redes a poco de terminar el acto, emplazó al juez a “meter preso” al Ariel García Furfaro, el dueño del laboratorio investigado, bajo la amenaza de ser recusado.
El magistrado no tardó en responder: “Le recuerdo al Sr Presidente su obligación constitucional de abstenerse de interferir en una causa penal en curso…suficientes omisiones y dificultades ha debido superar la investigación hasta ahora como para que, sobre ello se pretenda politizar un trabajo bien hecho. Respeto por las víctimas y las instituciones.”
“Estamos ante la mayor tragedia sanitaria de nuestra historia”, sumó Pablo Javkin, intendente de Rosario, en cuya ciudad se produjo el mayor número de muertes.
La politización de la causa del fentanilo en contexto de campaña es un arma de doble filo para el Gobierno.
La decisión de instalar en la primera línea de fuego una cuestión tan sensible expone no solo las responsabilidades penales de García Furfaro y sus eventuales socios políticos, sino también las inconsistencias de lo actuado en los últimos meses por los organismos encargados de velar por la seguridad sanitaria de todos.
El Gobierno queda atrapado en una situación difícil. Los principales impulsores de la causa son los familiares de las víctimas que activan a lo largo y a lo ancho del país para conocer la verdad acerca de esta tragedia. Muchos de ellos confían en la investigación que lleva adelante el juez.
La recusación de Kreplak podría demorar peligrosamente la causa, cuando los alcances del estrago aún se desconocen y el riesgo de la aparición de nuevos casos está todavía en curso. La identificación y persecución penal de los responsables es urgente y necesaria pero hoy es prioritario que el Estado se dedique a contener y acotar los efectos de la tragedia.
El asunto del fentanilo contaminado en el centro de la agenda también abre un debate urgente acerca de la necesidad de un Estado eficiente con capacidad para controlar lo que se produce a través de las agencias y organismos especializados.
Los recortes implementados en la ANMAT por el ministro de Desregulación del Estado podrían constituir una de las eventuales razones que condujeron a que esta situación se fuera de las manos.
“El ANMAT me decía que revisaba el fentanilo. Si no hubiera estado el ANMAT, yo hubiera hablado con mi médico y me hubiera cuidado mejor”, fue el amañado argumento de Federico Sturzenegger en orden a justificar su postura a favor de reducir al máximo el organismo.
Importa saber que los médicos no disponen de facultad alguna para analizar las drogas que suministran los laboratorios autorizados. Muchísimo menos, en el caso de los medicamentos que son de exclusivo uso en el ámbito hospitalario. Todo muy forzado.
Las explicaciones dadas por el Ministerio de Salud de la Nación han sido hasta aquí insuficientes. No se alcanza a explicar porque, habiéndo detectados “deficiencias significativas, clasificadas como críticas y graves” en la producción del laboratorio HLB Pharma no se ejecutó la prohibición de seguir produciendo los fármacos hasta tres meses después. Son varios los funcionarios nacionales que ahora están en la mira.
El fentanilo es un potente fármaco opiáceo sintético. Está aprobado por el ANMAT para su uso como analgésico y anestésico. Es 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más que la heroína. Solo se comercializa para uso hospitalario. En Estados Unidos se lo considera como causante de una crisis humanitaria grave. Su uso con fines recreativos ha causado miles de muertes.
En los primeros 200 días de la segunda Presidencia de Trump, las autoridades estadounidenses reportaron un aumento del 25 % en las incautaciones de fentanilo respecto al año anterior.
No es una novedad la utilización del fentanilo en la narrativa política. En un episodio muy reciente apareció mencionado en medio de la guerra arancelaria entre EEUU y China.
Trump justificó la suba de aranceles al país asiático en una represalia por su condición de principal productor de la sustancia y sus precursores químicos. El gobierno de Pekín acusó a EEUU de utilizar el “fentanilo” para llevar adelante una guerra comercial injusta.
Llevar el relato hacia la polarización en su versión más extrema, algo que parece hoy imperativo para LLA, permite imaginar los escenarios políticos por venir. En ningún caso, cualquiera que sea el resultado electoral, es de esperar algún espacio para la debate, ni búsqueda de consensos.
La estrategia política de concentrar la elección en dos opciones antagónicas reduce el debate en todas sus formas y debilita a las terceras fuerzas. La identificación con un lado u otro de la grieta pesa más que cualquier propuesta.
La realidad, en sí misma compleja, resulta simplificada. Se está a favor o en contra. Es “pasta o pollo”.
La campaña en la provincia de Buenos Aires, prevista para el 7 de septiembre, queda solapada desde este domingo con la campaña nacional. Más allá de sus particularidades, las dos elecciones quedarán absolutamente nacionalizadas. En ambas, el candidato es Milei.
El resultado de la desdoblada elección bonaerense tendrá impacto en la elección nacional, por eso es clave la lectura que se dará a los resultados en la mismísima noche del comicio. Una lectura que, a la vez, dependerá de los números que los dos espacios dominantes obtengan. El que se imponga en el conteo general se declarará ganador, más allá de los resultados parciales. Y ese dato impactará de manera rotunda en la elección subsiguiente.
Considerando que se vota de manera simultánea en ocho secciones electorales y que las dos más populosas son la Primera y la Tercera, es clave lo que pase en estos distritos.
Casi todas las encuestas coinciden en algo: La alianza La Libertad Avanza aventaja a Fuerza Patria por unos cinco puntos en la Primera y Fuerza Patria saca una considerable ventaja del orden de los 15 puntos en la Tercera. Será en el interior provincial dónde la dos fuerzas mayoritarias compitan por la compensación.
No habrá medidas de gobierno que traigan alivio, ni promesas seductoras las que atraigan al electorado. Milei sigue apostando a la “batalla cultural” y se mantiene firme en sus posiciones para controlar el déficit. Trabaja para sostener los vetos a las leyes. Aún sin tener garantizado el cortafuego del tercio de “héroes” que necesita en el parlamento no da marcha atrás.
En el caso de la crisis en el sector de la discapacidad aseguró que no soltará un peso hasta que no analice y dé de bajas todos los casos de pensiones por invalidez que han sido mal otorgadas. Los justos tendrán que adelantar el pago a cuenta de los pecadores.
Los tiempos de la gestión y el control no acompañan a los de la motosierra y el recorte de gastos. Las acusaciones de falta de empatía no alcanzan a interpelar a Milei. Muy por el contrario la batalla cultural incluye la reivindicación deliberada de la crueldad como marca política.
16/08/2025 a las 3:48 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
La revuelta más impensada y el péndulo entre el riesgo Cristina y el riesgo Milei
Ignacio Miri
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
16/8/025
La inflación sigue controlada y el dólar, luego de un salto, parece volver a los niveles aceptables para la sociedad argentina. Son las dos variables que cualquier gobierno mira en los meses previos a las elecciones.
Sin embargo, Javier Milei no puede decir aún que llegará a su test electoral de mitad de mandato navegando en un mar de tranquilidad, porque se le embarulló el frente más inesperado: el de los muchachos de las mesas de dinero que tantas alegrías le habían dado en las redes sociales desde que decidió abrazar su aventura política.
Ayer, la decisión de la Justicia estadounidense de suspender el embargo de las acciones del Estado terminó convirtiéndose en un alivio doble para el Gobierno. Sirvió para esquivar un derrumbe de las acciones de la petrolera, y Economía pudo también sortear una nueva tormenta destinada a volver todavía más frágil la situación financiera que se complicó esta semana cuando una serie de fantasmas se conjuraron contra las fuerzas del cielo.
Un derrumbe bursátil habría complicado más la pulseada entre el Gobierno y los bancos, que desde hace días pelean a cara descubierta: unos por intentar que una avalancha de pesos alimente la compra de dólares o la inflación y los segundos por conservar niveles de rentabilidad que consideraban asegurados en un Gobierno que llegó prometiendo pulverizar las regulaciones y las intervenciones en la relación entre los agentes económicos privados.
El mercado financiero, acaso el sector de la economía que mejor conocen Javier Milei, Luis Caputo y los principales funcionarios del área económica, parece haber dejado de entender el idioma que hablan en la Casa Rosada y sus alrededores. El Presidente y su ministro dicen una cosa y los banqueros entienden que lo más conveniente es hacer lo contrario. Ni siquiera el gancho de la tasa de interés alta alcanza para despejar la desconfianza que el mercado manifiesta sobre el mediano plazo de la economía.
¿Qué tendrá que hacer Milei para que alguien se decida a poner su dinero en la Argentina? Fuera de algunos anuncios de proyectos en minería y energía, los empresarios permanecen estancados esperando que se resuelvan varias incógnitas: algunas que Milei heredó y otras que él mismo sembró.
Entre las primeras, sobresale una duda que ya padeció Mauricio Macri y que se convirtió en sistémica. Se puede dividir en dos preguntas. La primera es: ¿Milei gobernará cuatro años o se quedará dos períodos en la Casa Rosada? La segunda es, podría decirse, sistémica: si Milei pierde, ¿vuelve el kirchnerismo? Macri nunca pudo generar un sistema de competencia entre oficialismo y oposición que excluyera, o que convirtiera en minoritaria, la opción “antisistema” de Cristina Kirchner.
Así, cuando el mercado entendió que el macrismo perdía, se apuró a retirar todos los fondos que pudo de la Argentina, lo cual aceleró irremediablemente la derrota de Juntos por el Cambio. Hoy, Milei eligió otra vez explicar su campaña como una pelea entre dos sistemas divergentes, lo cual hace más baratos y directos los slides y videítos que se repartirán en las redes, pero hace imposible la tranquilidad económica previa y la convivencia política posterior a la elección.
La detención de Cristina Kirchner terminó complicando más incluso esa situación. Ahora, el peronismo quedó obligado a mencionar a su líder presa en los discursos. Por supuesto, tendrán que dejar de lado las denuncias de proscripción, porque si no quedarían moralmente impedidos de participar de una elección tan aberrante, pero no podrán evitar mencionar a Cristina, que hoy sigue siendo la persona con más votos comprobados del espacio opositor.
Eso es lo que termina enredando todavía más el cierre de las listas en el peronismo, que en este fin de semana tendrá que sortear más de un escollo para mantenerse unido. En estas horas, dirigentes sindicales que están jugando con Axel Kicillof dijeron que Juan Grabois está prácticamente decidido a ir por afuera de la coalición. No hay modo de confirmar si el arreglo ya se volvió imposible, pero cerca de Grabois confirman que no están conformes con el espacio que les ofrecen en las listas de Fuerza Patria.
Si Grabois va por afuera, las chances del peronismo en la elección de diputados nacionales en la provincia de Buenos Aires quedarán muy lastimadas. Grabois es, según decían hasta hace pocos días muy cerca de Cristina Kirchner, el preferido de la ex presidenta para encabezar las listas peronistas en la elección presidencial de 2027. Por eso es legítimo preguntarse en dónde se origina la rebeldía del dirigente social.
Además de ese “riesgo Cristina”, Milei se empecina en generar sus propios riesgos. En los últimos días, con su intención de moderar la cantidad de insultos que amontona en sus discursos y con el envío al Congreso de proyectos que le ayudarán a negociar con los gobernadores las leyes de reparto de ATN y del Impuesto a los Combustibles, el Presidente parece haber entendido que tensar la cuerda conviene sólo cuando alguien está seguro de ganar o cuando el rival entiende que uno es capaz de cumplir la amenaza que lanzó. A pesar de que esa táctica le dio muy buenos resultados en sus primeros meses de gestión, esas dos condiciones ya no están. Pero el riesgo sigue vivo, porque es imposible saber si esa búsqueda de la moderación se mantendrá o es sólo una estrategia electoral inicial que luego seguirá el viento de los debates que aparezcan en la agenda.
Las encuestas indican que el oficialismo están mejores condiciones que el peronismo para imponerse en la elección, pero también se puede decir hoy que el kirchnerismo seguirá conservando en el Congreso un número de legisladores que le permitirá trabar las votaciones con mayorías agravadas como las que se necesitan, por ejemplo, para nombrar jueces en la Corte Suprema.
En el Gobierno lo saben, y por eso hay varios funcionarios que imaginan una situación paradójica para el 11 de diciembre: un oficialismo ganador y con mayor número de bancas propias en el Senado y en Diputados y un Presidente ametrallando con decretos. Si eso sucede, habrá que esperar un poco más para que lleguen las inversiones.
16/08/2025 a las 3:56 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Milei ganaría en octubre, pero hay dudas de que “la libertad arrase”
Fernando Laborda
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
16/8/025
Desde hace bastante tiempo, de cara a cualquier proceso electoral, los analistas han cultivado una creencia pocas veces desmentida en las urnas: la mayoría del electorado vota con el bolsillo.
Es en ese sentido que Javier Milei espera ser beneficiado en los comicios generales de octubre por el trabajo hecho para lograr la caída de la inflación, un factor que suele ser determinante de una mejora en el poder adquisitivo de la población. Sin embargo, la interpretación de las distintas variables económicas da lugar a inevitables contradicciones en el medio de una campaña proselitista.
Siendo la capacidad de consumo una de las variables que más influyen en el humor social, son interesantes algunos datos de la última encuesta de Poliarquía Consultores referida al Indicador de Consumo Familiar. Se trata de un índice construido sobre la base de preguntas acerca del comportamiento de compra reciente de electrodomésticos y de indumentaria. Lo cierto es que ese ítem alcanzó en el primer semestre de 2025 el nivel más alto de los últimos diez años.
El Indicador de Consumo Familiar del primer semestre de este año crece, según ese relevamiento, un 45% en términos interanuales, confirmando una fuerte recuperación del consumo, impulsada principalmente por el repunte en la compra de electrodomésticos. El subíndice de estos artículos muestra una recuperación mucho más acelerada, con un crecimiento del 78% respecto del primer semestre de 2024. La indumentaria, en cambio, exhibe un crecimiento interanual mucho más moderado, de solo el 17%.
En contrapartida, hay otros datos que no parecen tan alentadores para el Gobierno. Es que la supuesta mejora del consumo choca con un incremento en la morosidad por préstamos personales o con tarjetas de crédito, según un informe de la consultora Empiria. De acuerdo con este relevamiento, las tarjetas registraron en junio un 4,2% de mora, cuando esta se hallaba por debajo del 2% hasta enero, en tanto que en los préstamos personales la mora fue del 5,6%, casi un punto por encima del máximo registrado en los últimos tres años. Paralelamente, la Unión Industrial Argentina expresó su inquietud por una caída mensual de 1500 empleos registrada en el último trimestre.
Del mismo modo, el relevamiento mensual que realiza la Fundación Capital sobre la evolución de los salarios del sector privado en relación con el aumento del costo de vida da cuenta de que, en los últimos tres meses, el promedio de aumentos salariales fijados en paritarias se ha rezagado respecto de la tasa de inflación del mismo período. El economista Carlos Pérez, director de esa fundación, expresó que, tras un segundo trimestre en el que la evolución salarial estuvo en línea con la inflación, en lo que va de julio y agosto la evolución salarial está respetando la homologación de las paritarias en el 1% mensual, mientras la inflación se sitúa en el rango del 1,5% al 2% mensual. “En tanto que la actividad económica se recuperó en forma de V, desde el segundo semestre del año pasado, el empleo no respondió con la misma intensidad y aún no se recuperó. Por otro lado, la actividad económica desde el segundo trimestre de 2025 entró en una meseta”, acotó Pérez.
Los consumidores pueden estar comprando más, pero muchos comerciantes locales están vendiendo menos.
La economía argentina podría estar mostrando una paradoja: los consumidores pueden estar comprando más, pero muchos comerciantes locales están vendiendo menos. Este fenómeno puede deberse a cambios en la estructura de comercialización y en las costumbres de los consumidores por el incremento del comercio online sobre el tradicional y también por el aumento de las importaciones.
Las encuestas siguen indicando que, para la mayoría de los ciudadanos el país está mejor que antes de que Milei llegara a la Casa Rosada. Hay, sin embargo, un dato que debería preocupar al Gobierno de cara a las próximas elecciones. La inflación, en cuyo combate el oficialismo puede exhibir sus mayores logros, ya no es la principal inquietud de la población, mientras avanzan como cuestiones centrales en la opinión pública la desocupación y el miedo a perder el trabajo, al igual que la pérdida de poder adquisitivo.
Funcionarios que se especializan en amortiguar ansiedades, como Guillermo Francos, buscan llevar optimismo. Subraya el jefe de Gabinete que el electorado advertirá que, “de un lado, están quienes queremos equilibrio fiscal y terminar con la inflación y, del otro lado, quienes dicen que van a aumentar el déficit y que no les importa la inflación”. Como posible prueba de que “la gente entiende” esa diferencia, cita encuestas callejeras que hizo C5N –medio afín al kirchnerismo– en barrios populares, que arrojaron apoyos a la política económica de Milei.
A tres semanas de las elecciones bonaerenses y a poco más de dos meses de los comicios legislativos nacionales, se advierte que el discurso de la oposición apuntará a la supuesta insensibilidad y crueldad del gobierno de Milei, mientras el Presidente, en un gesto disruptivo que prácticamente no registra antecedentes, se seguirá jactando de bajar el gasto público en un año electoral.
“Con la macroeconomía ordenada, la micro se ordena”, afirma Francos. El dilema es si el grueso del electorado independiente –tan necesario para el objetivo de “arrasar” en las urnas– confiará en que el ordenamiento de la macro se trasladará a la generación de empleos y al crecimiento.
En los últimos días, con su decisión de secar la plaza de pesos y aumentar los encajes bancarios para frenar la presión sobre el dólar, el Gobierno desnudó su convencimiento en que será difícil arrasar en las urnas en medio de una corrida cambiaria. La pregunta es si en un clima signado por tasas de interés descomunales, que afectarán la actividad económica, se podrá lograr el objetivo de una goleada electoral.