Por Juan José de Guzmán.-

Durante la fallida postulación de Lijo a la Corte Suprema, el presidente luchó arduamente contra la opinión adversa de muchos de los colegas de Ariel: el periodismo, que no olvidó que en sus cajones suelen dormir causas importantes (muchas de las cuales orillan la prescripción), y el electorado no violeta que lo votó para evitar la continuidad del kirchnerismo. Esa postura dura, obcecada, le demandó un año de lucha, desafíos y desgaste innecesarios para tener que aceptar que quienes se oponían tenían razón. Finalmente el Senado de la Nación rechazó los pliegos presentados por el Presidente.

Hoy, desde hace una semana ya, una denuncia de Grabois y la ratificación de una transferencia personal cobrada por el candidato Espert de 200.000 dólares desde los EEUU, sumado a la toma de conocimiento del vínculo con el condenado por lavado de dinero del narcotráfico del “prestaaviones y camionetas” y del candidato de LLA puso en evidencia que entre Fred Machado y Espert existió mucho más que un simple vínculo lejano.

Volviendo ahora a nuestro país, podemos recordar que estamos a 25 días de las elecciones legislativas de medio término y todo parece ensombrecer las posibilidades de triunfo y consolidación del programa de Milei.

Por muchísimo menos han rodado un montón de cabezas de las filas libertarias de funcionarios/as desde la asunción en 2023. Creo que es hora de ponerse los pantalones, bajar las escaleras y ordenar el corral (con perdón de los animales que pudieran habitarlo). El tiempo apremia.

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