Por Guillermo Cherashny.-
El escándalo en la ANDIS tiene una historia desconocida no sólo para la opinión pública sino para la mayoría de la dirigencia política, porque el origen se encuentra en un tal Daniel López, un sindicalista de los Empleados de Comercio, que respondía a Armando «gitano» Cavalieri, y López tenía el contacto con los prestadores de salud desde la gerencia médica. Ahí conoció a José Omar Panelli, un técnico en administración muy eficiente con su empresa GMS, que sistematiza toda OSECAC, donde reina desde hace añares Cavalieri, quien también fue como un padre para el entonces joven Claudio Belocopitt, incipiente dueño de lo que hoy sería Swiss Medical.
López, el anodino colaborador de Cavalieri, se asocia con Panelli en un gigantesco olivar con Ginés González García y Eugenio Zanarini que es el mas grande del país en San Juan, la patria chica de López, y que supera en tamaño al olivar de Juan Manzur.
Párrafo aparte que los ministros de salud del kirchnerismo tienen pasión por las aceitunas y vinos. Pero sigamos con la sociedad López-Panelli, que incorpora en 2016 a Miguel Calvete y Pablo Atchabahian, un médico urólogo muy cercano a la droguería Suizo Argentina que ingresa fuertemente en el negocio de la salud de la mano de Mauricio Macri.
Las droguerías siempre un territorio copado por CILFA, es decir los laboratorios nacionales liderados por Sigman, Rhomers y Bagó, de ahí la sospecha de que CILFA esté detrás del escándalo de ANDIS para sacar de la cancha a la droguería Suizo Argentina en un rubro donde todos tenían dependencia de los grandes laboratorios nacionales, pero es una leyenda urbana.
Pues bien López, Calvete y Atchabahian, con la estructura de GMS, se quedan con los negocios de la SSS (Superintendencia de Salud Nacional), los de la Provincia de Buenos Aires, al tiempo que Belocopitt, el antiguo ahijado de Cavalieri, produce un golpe de estado en OSDE echando a su CEO Tomás Sánchez de Bustamante, y a partir de ahí domina todo el negocio de las prepagas.
En el gobierno de Alberto Fernández vuelve Ginés, y con él, en la Superintendencia retornan Zanarini y López, y Calvete, el valijero, y Panelli, el técnico.
El último acto de Daniel López como jefe de la Superintendencia fue un susisidio de 3.350 millones de pesos a OSPRERA, la obra social de los peones rurales, que fue la primera intervención de Mario Lugones, donde se nombra a un abogado penalista ligado a los primos Menem.
Las travesuras de la ANDIS y la de los primos Menem son otro capítulo muy comentado por los medios en estos días. Continuará.
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