Por Paul Battistón.-

Abonar los domicilios de opositores puede parecer de un infantilismo folclórico y profundizar la arqueología del hecho, un empecinamiento innecesario.

¿Qué se está abonando? ¿Qué representatividad especial tiene Espert para un merecimiento tan especial? Su constante abono a la dualidad de “cárcel o bala” puede haber definido su elección como el más apropiado para ser abonado con estiércol e indirectamente abonar el clímax de efervescencia que cierto personaje de aparición ventanal intermitente incita desde su convicción mesiánica.

Una movida forzada por redes y medios afines pretendiendo instalar a sólo horas de su encierro ¿? la ausencia de pruebas concluyentes para desdibujar su condena en una persecución, no se distancia mucho de un líder depuesto y huido al exilio que apenas meses después de su derrocamiento comienza mediante sus emisarios a influir nuevamente en la vida política desde su exilio.

No sólo la cercanía mide como puntaje para el título de emisario, más bien su arrojo a lo descabelladamente expuesto como una total sumisión a la causa mediante actos de currículum prontuarial.

Quien alguna vez llevó un inútil (en la práctica) texto físico como denuncia de ausencia democrática en Argentina a las manos de Vladimir Putin ¿? obtuvo rápidamente los réditos para ocupar una posición trascendente validada por votos. La semi gobernadora del terruño de los Quilmes ha reunido varios méritos vergonzantes sin vergüenza demostrada alguna. Es en sí misma una parte de Cristina extraíble.

La otra Cristina, la que da sustento, condenada a esporádicos asomos desgastantes, en sus mensajes de voz huidos de WSP al aire que respiran los amontonados (en plazas) da las indicaciones de cómo interpretar su situación (siendo la de la mesías, la de todo el país entonces).

Se deslizó Córdoba entre sus indicaciones (donde todo lo que está mal sería culpa de Milei), esa Córdoba de la que pretende rescatar una vieja situación de obreros y estudiantes unidos en una encendida anarquía.

Entiende poco de Córdoba si cree que lo de los miércoles podría ser un indicativo hacia la provincia que supo deponer dictadores.

Onganía tropezó con la zancadilla cordobesa pero también comenzó con la que sería el inicio del fin del Perón del 55. No por nada el Perón herbívoro de los 70 dejó que la docta “se cocinara en su propia salsa” (que para nada le era inconveniente) librando un golpe de estado provincial a su propio curso dentro de un país que recuperaba su marco democrático.

Si lo de indicar a Córdoba no levanta las suficientes sospechas, entonces quizás valga la pena ver el denodado esfuerzo por imponer un escenario en esa calle X (ex Twitter) que nunca han logrado terminar de entender. Del mismo modo que en la realidad de la calle física crean escenarios costosos para obtener réditos las micro realidades construidas, han comenzado a intentar lo mismo en X con la esperanza de que la realidad cáustica de redacción concisa pueda ser tapada de propagandas con aspiraciones de logros reconocibles.

La propaganda alienadora no es realidad, es intento de imposición en un medio donde todos son anárquicamente libres, ácidos e irreverentes (un mal caldo de cultivo). Aunque en segundo plano puede obtenerse la lectura de una realidad escondida, la de la imposición de una movida con un intento de ignición de un desplazamiento físico de masas destituyente y reparador del accionar de una justicia que sólo sería el brazo de poder de un entreguismo cipayo.

¿Qué tan “hijodeputa” puede considerarse una encuesta en X para obtener en porcentajes quien tendría la mayor semejanza con Aramburu, si Bullrich o Espert? La obtención del % no sería el objetivo en sí, sino la comunicación subliminal del fin de Aramburu como amenaza.

Mayra entregó cartas a Putin. Entregó su cuerpo a marchas vergonzantes, a causas indefendibles, un hombro a Néstor y un tobillo al festejo ilustrativo de la indignidad de Cristina, también concejales, camionetas y recursos al abono de una anarquía ansiada pero que los montoneritos de cristal no parecen tener capacidad de lograr más allá de manifestaciones ¿culturales? con las que hasta ahora sólo abonan la vergüenza ajena.

No todo está perdido para Cristina; iraníes y por sobre todo idiotas, sobran.

¿Se animará Quilmes con tilde azul a poner alguna encuesta twittera para obtener porcentajes de similitud con algún juez llamado Quiroga?

Por lo pronto la campaña de la burla del descongelamiento oportuno de Nisman transita en paralelo con la de Cristina inocente un día después de la de Cristina libre con proyección internacional libre.

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