Por Jorge Augusto Cardoso.-
El secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Rodolfo Aguiar, se refirió a la baja de retenciones impuesta por el Gobierno Nacional y sostuvo que “es repugnante” que el presidente “decida regalarle millones de dólares al campo” mientras, por otro lado, “veta la ayuda para jubilados y personas con discapacidad”.
Aguiar: el presidente no le regaló nada al campo, sólo dejó de sacarles parte de lo que es de ellos, de lo que producen ellos. Si tan dispuesto está a que se les saque a otros, ¿por qué no a ustedes?; proponga que todos los gremialistas entreguen el porcentaje del equivalente de las retenciones al campo a la caja de jubilados. Sería eso una muestra de coherencia y demostraría que su solidaridad no es sólo declamativa, sino que es genuina.
29/07/2025 a las 10:31 AM
La desinformación que difunden los medios es proverbial. Milei desde su campaña electoral había manifestado: «El ajuste lo pagará la política». La gente quiso creer pero, en verdad, su gobierno solo sigue restándole recursos a quienes se le ocurre. Lo que no logra es restituir la estafa que hasta ahora ha hecho, y sigue haciendo, «la casta» (los políticos).
Debería entenderse que «La casta» es esa nueva oligarquía que se instauró desde «el padre de la democracia» (1983). ¡Y goza de buena salud, aún dentro del propio oficialismo!
29/07/2025 a las 10:57 AM
La baja de retenciones a los sojeros la pagamos los trabajadores
Sofía Hart
Prensa Obrera
28/7/025
Apremiado por la crisis de reservas y la presión devaluatoria, Javier Milei anunció en la Sociedad Rural una rebaja de retenciones para el agro. Necesita limar asperezas con los sectores capitalistas que reclaman una «corrección» del tipo de cambio, y, a su vez, recabar divisas para sostener la bicicleta financiera y afrontar los vencimientos de deuda externa. En paralelo, ratificó su intención de vetar el paquete jubilatorio y la emergencia en discapacidad, mostrando que el superávit fiscal seguirá siendo a expensas de la población más vulnerable.
A partir de ahora, los derechos de exportación de la soja pasarán del 33% al 26%; los de los subproductos de la soja, del 31% al 24,5%; los del maíz y los del sorgo, del 12% al 9,5%; los del girasol, del 7,5% al 5,5%; y, los de la carne vacuna y aviar se reducirán del 6,75% al 5%. El presidente prometió no subir esas alícuotas en lo que reste de su mandato. Asimismo, le asignó carácter permanente a la baja de retenciones transitorias al trigo y la cebada.
Esta decisión obedece a la necesidad del gobierno de incentivar la liquidación de exportaciones para revertir el rojo de las reservas, y, de ese modo, atemperar las tensiones sobre el tipo de cambio que estaban poniendo en peligro el carry trade y el objetivo oficial de llegar a octubre con el dólar pisado. A su vez, le urge acumular divisas para el pago de la deuda externa usuraria: según los datos de Cifra-CTA, «el total de vencimientos en moneda extranjera asciende a 10.164 millones de dólares entre agosto y diciembre de este año, 28.774 millones en 2026 y 36.216 millones en 2027», incluyendo en la cuenta deuda del gobierno nacional, de los gobiernos provinciales, Bopreales del BCRA y obligaciones negociables que emitieron las empresas.
La consultora de Fernando Marull estima que la medida tendrá un impacto fiscal del 0,1% del PBI, superando el que se calcula por la restitución de la moratoria previsional (0,094% del PBI, según la OPC), que gobierno amenaza con vetar. Es decir, Milei le acaba de conceder al capital agrario los recursos que les niega a los futuros jubilados, ilustrando cómo la motosierra libertaria es un instrumento para transferir ingresos desde el bolsillo de las mayorías populares hacia el de una ínfima minoría privilegiada.
Así las cosas, se agrava la regresividad del sistema impositivo del país, donde ya el 80% de la recaudación tributaria recae sobre el consumo y los salarios, según un informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas en base a los datos de junio. Se trata de un nuevo beneficio fiscal para la oligarquía terrateniente, que de por sí tributa montos irrisorios por sus tierras rurales (cuya explotación, además, está exenta del pago de Bienes Personales). Sin ir más lejos, en 2024, la recaudación a través del Impuesto Inmobiliario Rural equivalió al 0,4% del PBI, mientras que la recaudación por IVA representó el 10,5% del PBI (El Cohete a la Luna, 27/7). En definitiva, la reducción de las retenciones al campo será compensada con más impuestazos y ajuste contra el pueblo.
Sin mencionar que la reducción de retenciones tendrá un impacto inflacionario sobre los alimentos en el mercado local, especialmente en caso de una devaluación, porque tiende a equiparar los precios internos con los de exportación. Estamos hablando de productos de primera necesidad para las familias trabajadoras, como las pastas, el pan, la carne y el aceite. También presiona sobre el precio de los biocombustibles, encareciendo la nafta y el gasoil en los surtidores, lo cual incidiría en el costo de transporte de todos los bienes transables.
El gobierno presenta esta concesión a los capitalistas del campo como un estímulo para mejorar la productividad agrícola-ganadera. Sin embargo, la experiencia reciente demuestra que bajar las retenciones no garantiza mayores niveles de inversión por parte de los productores. Por mencionar un ejemplo, Mauricio Macri en 2015 redujo cinco puntos porcentuales los derechos de exportación de la soja, lo cual no evitó que encontrásemos en la campaña 2017/2018 el segundo peor rendimiento por hectárea de la oleaginosa de los últimos diez años. De hecho, Milei había disminuido provisoriamente las retenciones a la soja y productos derivados entre enero y junio de este año, no obstante, en ese semestre cayeron las cantidades exportadas de dicho cultivo 4,7% interanual, según los datos del Indec.
La improvisación oficial para obtener dólares refuerza la importancia de luchar por una salida política de los trabajadores, que planifique la economía en función de destinar los recursos del país al desarrollo nacional y a satisfacer las necesidades sociales. Esto significa dejar de estar a merced de las extorsiones del capital agrario, procediendo a su expropiación y nacionalización bajo control obrero de los grandes latifundios y del comercio exterior.
Lo ocurrido revela la esencia de la gestión libertaria, abocada a acrecentar la fortuna de los sojeros y los especuladores, mientras hunde al Hospital Garrahan, a la salud pública en su conjunto, al colectivo de discapacidad, a los jubilados y a toda la población trabajadora. Por eso apostamos a derrotar a este gobierno en las calles y supeditamos la campaña del Frente de Izquierda a ese objetivo.
29/07/2025 a las 11:28 AM
Dr. Kruse: Buena opinión la de este comentario para la carta de lector de Jorge Cardoso. Pero es exagerado transcribir la publicación de Sofía Hart en Prensa Obrera; que para el caso es propaganda política.
Por otra parte es un abuso de su parte, desde que ya lo publicó en «Comentarios» del día de hoy en su propio espacio otorgado por Informador Público.
Llega a fastidiar por si resultara como aquello de: ¡»Miente, miente que algo queda»!
31/07/2025 a las 10:53 PM
A aquellos que defienden las retenciones, les pregunto: ¿ Desde cuando tuvo retenciones nuestra Argentina? Antes de eso, se exportaba más o menos? ¿Qué países ricos en el mundo tienen retenciones?
Gracias por ilustrarme.