Por Guillermo Cherashny.-

Bessent cumplió lo que declaró el jueves pasado en la cadena Fox, cuando dijo que tenía 40 años de experiencia en los mercados y que había comprado baratos los pesos argentinos y que los vendería más caros para beneficiar al fondo de estabilización.

Es obvio que el Secretario del Tesoro de Estados Unidos no sólo tiene experiencia en monedas sino que su cargo ostenta la fábrica de dólares y por tanto tiene la credibilidad y la reputación que el equipo económico perdió hace un tiempo. Y por tanto basta que un día anuncie que compra pesos ordenando a tres bancos que operan en la Argentina para que inmediatamente la cotización baje en el día.

Y ayer lunes, como la gente deduce que si el Tesoro americano vende dólares comprando pesos hay estabilidad cambiaria hasta el 26 de octubre, fecha de las elecciones legislativas, el mercado le respondió.

Después de esa fecha la situación está por verse, porque dependerá del resultado electoral, que seguramente será evaluado por los mercados si fue suficiente para que el gobierno aproveche todos los anuncios favorables de la reunión bilateral del martes entre Trump y Milei.

El resultado esperado por el gobierno es de un triunfo en Mendoza, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y CABA, con derrotas en la provincia de Buenos Aires y Tucumán, y también de las bancas que obtenga el gobierno.

Pero hoy por hoy el presidente la tiene muy difícil. En la Argentina actual los ciudadanos compran dólares para atesorar y viajar y para demandar importaciones y para que esta situación cambie el valor actual del dólar tiene que estar bastante más alto.

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