Por Luis Alejandro Rizzi.-

La intervención encubierta en elecciones nacionales por parte de países extranjeros no es una novedad del siglo XXI, pasa que la tecnología actual hace muy difícil interferirlas y para el ciudadano común descubrirlas o distinguirlas de las campañas propias de cada partido.

Lo que es novedad como lo plantea un artículo del New York Times, en su boletín en español “El Times”, es la intervención descarada, o si se prefiere abierta y directa, como lo hizo el gobierno de los EEUU, mejor dicho, Donald Trump, en la elección del pasado 26 de octubre, donde parecería que se cruzó “una frontera de la política” que podría verse como una violación a su soberanía ciudadana.

Lo que más sorprende es cómo se naturalizó ese hecho y hasta cómo se lo justificó.

Tuve “el dato” de esa posible intervención del Tesoro de los EEUU en nuestro mercado de cambios el lunes 6 de octubre y le hice llegar mi preocupación a un senador de la Nación preocupado por otras minucias y el día 7 publiqué una nota al respecto en “este furgón”.

Era obvio que sin esa intervención probablemente el 26 de octubre se hubiera convertido en una suerte de “diciembre de 2001”, porque el “programa económico” de Milei colapsaba antes de esa fecha, “no llegaban por varias cabezas…” no por una, como dice el tango, ni por culpa de los “kuka”, argumento que se usó, para eludir la propia autoría del desastre.

Dice la nota de “El Times”: “En ese momento, durante las semanas previas a los comicios, el gobierno de Trump entró en escena para ayudar a la divisa y al propio Milei. Estados Unidos realizó una compra directa de pesos argentinos por valor de unos 1500 millones de dólares y ofreció acceso a una permuta de divisas de 20.000 millones de dólares, con una condición muy importante: que los argentinos respaldaran a Milei, partidario del movimiento MAGA.”

En otro párrafo la nota dice: “En las elecciones británicas de 2019, Trump apoyó de manera abierta a Boris Johnson al prometer un mejor acuerdo comercial con Estados Unidos, si Johnson resultaba electo…” y la verdad que flaco favor le resultó al Reino Unido, que bajo su gobierno se materializó la salida de la Unión Europea”.

Lo grave es cuando esta intervención es solicitada y ponderada como si fuera la concreción de un “milagro providencial”.

No conocemos las condiciones del “milagro” pero es casi seguro que Bessent usó los pesos para comprar letras emitidas por el banco Central.

“La novedad es que esos pesos se encuentran fuera del sistema bancario y en letras en moneda local emitidas por el BCRA, según confirmaron a Infobae fuentes con conocimiento del tema que prefirieron no revelar su identidad por tratarse de información confidencial. No precisaron si el instrumento tiene tasa de interés o si está vinculada a la evolución del tipo de cambio (dólar linked).”

Es obvio que, si se trata de letras relacionadas con la tasa de interés, las “bandas cambiarias” se mantengan, lo que haría crecer la deuda interna.

El gobierno de Trump, por medio del Tesoro, controla el programa financiero y cambiario de la Argentina. La condición sería que el Tesoro argentino compre dólares, para poder pagar la deuda externa pública.

Por esa vía vendría el lento pero continuo proceso de “devaluación”.

Es posible que los “kuka” digan que el gobierno privatizó su política cambiaria en manos del Tesoro de los EEUU.

Recuerdo, una vez más, “la verdad en boca del impío, sigue siendo verdad” -Santo Tomás- y la mentira en boca de “las ·fuerzas del cielo” sigue siendo mentira; esto lo pienso yo…

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