Por Paul Battistón.-
Cualquier acontecimiento perfectamente circunscrito se puede llevar la definición de fenómeno como indicador pero sólo algunos con un grado de contrasentido se llevan ese significado más profundo que se escribe y pronuncia igual pero se actúa con la expresión de cierta extrañeza y morbo. Quizás se podría exaltar esa característica diferente aprovechando el vocablo inglés freak en lugar de fenómeno.
En un país que por sí solo ha sido todo un fenómeno indescifrable, la existencia de fenómenos extensos por fuera de lo que la definición le asignaría como duración han moldeado nuestro destino de desastrosamente únicos.
La aceptación y conservación en el tiempo de daños auto infringidos como parte necesaria de nuestra idiosincrasia sólo podían dar como resultado un daño perversamente auto reproducido e integrado a nuestra miserable resignación.
Hemos llevado durante cierto tiempo (casi la vida completa de algunos que pisan este suelo) el conformismo de que la inflación recurrente o la deuda externa siempre creciente no son resultados de una praxis sino un fenómeno propio inevitable de ese conjunto llamado Argentina. Por otra parte, hay quienes sí lo entienden y quienes lo desentienden a conveniencia.
Políticos partícipes que han sido piezas fundamentales para evitar que Argentina se convirtiera en la peor miserable autocracia de América del Sur demuestran en sus rezagos de convicciones adquiridas (aun al otro lado de ese riesgo en apariencia superado) que conservan una reticencia a entender lo que serían situaciones técnicamente superables en lugar de fenómenos de recurrencia inevitable de orígenes ajenos a nuestros infantilismos estadísticos.
La competitividad de nuestra incompetencia siempre lograda (durante 80 años) con heridas a nuestra moneda parece ser uno de esos “freaks” que ha pasado a formar parte de la convicción de algunos de nuestros más eximios economistas. En nuestros políticos (sin necesidad de incorporar a los oportunistas) tal manifestación es visible en estos días, en la imposibilidad de aceptar un valor de la divisa de referencia contrariando su historia constante de subidas y reacomodamientos necesarios para paliar nuestra incompetencia. Aun cuando significa pagar un costo a futuro más alto, nuestros políticos ajenos a cualquier tipo de manifestación de la doctrina peronista arriesgan sus presagios de un dólar con atraso cambiario, cuando el esquema ha sido dado vuelta 180 grados.
Hasta la palabra mercado parece estar incluida en su certeza heredada de nuestros mitos indiscutibles como sinónimo de imperialismo y otras gansadas semejantes hijas dilectas de la estafa socialista (bajo cualquier seudónimo).
Un dólar estable siempre será un dólar planchado bajo estos conceptos aun cuando dicho supuesto planchado provenga de reglas propias del mercado. Algún atisbo de raciocinio es recordable cuando Domingo Cavallo insistía en un necesario aumento de productividad en reemplazo del imposibilitado reacomodamiento cambiario durante la convertibilidad.
Otro verdadero “freak” fue un notorio mecanismo usado por el kirchnerismo para sembrar una supuesta evidencia de la falsedad de la existencia de una ley de derrame, muy inconveniente por cierto para quienes se arrogan la magia de la distribución de la riqueza. Ningún derrame es posible sin crecimiento (algo ausente hace mucho) y mucho menos si las leyes de la justicia social crean una capa impermeable que dificulte la transferencia de trabajo y recursos desde una clase media endeble hacia una clase baja que necesita de la dignidad de un empleo remunerado como medio de ascenso pero que los magos de la distribución pueden suplantar con sus dádivas legalizadas bautizadas nada menos que como asignaciones.
La novedad de este mecanismo fue el desarrollo de un segundo nivel del mismo, una verdadera capa de arcilla impidiendo en un nivel superior el flujo de derrame condenando a individuos de la clase media a una imposibilidad de ser individuos partícipes plenos de una economía formal y con la continuidad de esta situación logrando inclusive que muchos cayeran definitivamente al nivel más bajo. Una verdadera perversa política de descenso social disimulada con una creciente dependencia del estado.
El uso de la ex AFIP como arma de inhabilitación ciudadana y cercenamiento de libertades y derechos básicos fue un eficaz sistema de aniquilación del derrame natural en una economía de mercado libre. Los supuestos dueños de la equidad se encargaron de suministrarla condenando paulatinamente a una gran parte de los individuos económicos a la informalidad como única forma de supervivencia antes de un quiebre o una caída definitiva a la dependencia del aparato siniestro que los anuló.
El esquema de reparación histórica de los ahorros de los argentinos es la primera medida certera apuntando directamente a perforar esa capa de arcilla creada por el kirchnerismo destinada al ahogo definitivo de esa clase resistente (alguna vez clase media).
Sin vueltas, este plan es un golpe en la línea de flotación de la más perversa de las intenciones de ese hijo bastardo del peronismo llamado kirchnerismo de aniquilar la siempre contrincante clase media.
26/05/2025 a las 10:28 AM
Con todo respeto. Los daños son infligidos, no infringidos, y autoinfligidos es una sola palabra, lo mismo que autorreproducidos, aunque el corrector los marque como errores.
26/05/2025 a las 10:29 AM
Lo que está liquidando a la clase media es la actual política económica. El derrame solo va hacia arriba; seguramente las fuerzas del cielo consiguieron abolir la ley de gravedad. El gobierno no ha quebrado la capa de arcilla, la ha sellado al calor de un esquema económico especulativo que asfixia a los restos de la menguada clase media. El verso del mercado libre no logra ocultar la realidad de quienes son sus verdaderos beneficiarios, pese a las bandas de cacatúas que proclaman sus bondades.
26/05/2025 a las 11:09 PM
tan cierto que no se puede agregar nada
26/05/2025 a las 2:25 PM
EL GOBIERNO ACERTO CON LA POLITICA ECONOMICA.
BAJO LOS GASTOS DEL ESTADO, LOGRO SUPERAVIT GEMELOS Y LIBERO EL CEPO.
AUMENTO LA OFERTA DE TRABAJO Y DISMINUYO EL INDICE DE POBREZA EN UN 20 %.
COMO ?, BAJANDO LA INFLACION QUE ESTABA AL BORDE DE LA HIPER, A VALORES RAZONABLES AUNQUE AUN ALTOS PARA UNA ECONOMIA QUE BUSCA SANAR.
FALTA MUCHO TODAVIA EN REFORMAS DEL ESTADO, LEYES LABORALES Y ELIMINACION DE REGULACIONES.
LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCION Y LOS PRIVILEGIOS
ES MUY DURA Y SE LLEVA LA CRITICA DE LOS IMBECILES QUE NO CONOCEN DE ECONOMIA Y/O QUE PERDIERON PRIVILEGIOS.
POR ALGO EL PUEBLO AUMENTO SU ADHESION A LLA,
ESE ES EL VERDADERO TERMOMETRO, EL RESTO SON CRITICAS INTERESADAS O IDEOLOGIZADAS.
EL DOLAR ESTA DONDE LA GENTE QUIERE QUE ESTE.
ANTES ERA FACIL CORREGIR LA DISTORSION DE PRECIOS,
SE DEVALUABA Y LISTO, AHORA VIENE LA ETAPA MAS DURA Y SERIA QUE ES LA DESINFLACION, ESO LLEVA TIEMPO.
QUE ESTAMOS CAROS EN DOLARES, SI ES CIERTO, PERO NO PORQUE EL DOLAR BAJE, HACE MUCHO TIEMPO QUE ESTAMOS CAROS EN DOLARES.
EL COSTO ARGENTINO, IMPUESTOS Y REGULACIONES,
MAS LA PERMANENTE ALTA INFLACION, NOS PONIA POR ENCIMA DE CUALQUIER COMPETENCIA.
CALCULARON COSTOS CON DOLARES A 1.500 Y HASTA 2 MIL PESOS, ES LO QUE SE ESTA TRATANDO DE CORREGIR.
SI LOS PRECIOS BAJAN, AUTOMATICAMENTE SIGNIFICA QUE LOS SALARIOS SUBEN. POR ESO EL FRENO A LAS PARITARIAS.
SI CAMBIAN LA COMPOSICION DE LAS CAMARAS EN OCTUBRE Y SE CONTINUA EN ESTE RUMBO, ARGENTINA
SERA UN PAIS NORMAL, SINO VOLVERA EL SUCIO PERONCHO KAKARULISMO A ESTROPEAR TODO LO CONSEGUIDO HASTA AHORA.